Uno de los principales factores de expansión monetaria, la compra de divisas para sostener reservas, está en baja. Sin embargo, la emisión no se detiene porque el financiamiento al fisco crece aún más. El circulante se expandió 10% en el primer semestre frente al 1% del mismo plazo de 2014. El segundo semestre suele ser más expansivo, con lo cual se espera una mayor cantidad de pesos en la calle
El segundo trimestre del año, el de mayor disponibilidad de sojadólares, suele ser expansivo a nivel monetario porque el Banco Central (BCRA) tiene que emitir pesos para pagar por las divisas que compra para sostener sus reservas. Pero en este año en que la entidad conducida por Alejandro Vanoli decidió limitar sus compras la base monetaria creció 10% en los primeros seis meses ya que todos los pesos que no se emitieron para comprar dólares fueron impresos para financiar al fisco. En la primera mitad de 2014 había crecido 1%.
La base monetaria promedió $ 488.049 millones en junio pasado y avanzó $ 20.616 millones en el mes. Eso implica un aumento del 33,3% respecto a su nivel promedio de un año antes.
El aumento del circulante estuvo impulsado más que nada por las transferencias que hace el BCRA al Tesoro para que éste cubra sus cuentas en rojo. En junio la autoridad monetaria emitió $ 24.566 millones para asistir al fisco y $ 6345 millones para comprar divisas en el mercado cambiario, entre otros factores expansivos. Entre los factores contractivos se destacaron los $ 9494 millones esterilizados a través de Lebac y los $ 3880 millones retirados vía pases.
Estos pesos llegan a la calle para cubrir un déficit fiscal que la consultora ACM calcula en $ 370.000 millones para todo 2015 de los cuáles $ 285.000 millones serían cubiertos con emisión.
Un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) hace hincapié en este aumento del peso relativo del financiamiento al fisco en el total de la emisión neta.
«Dado que el BCRA emite básicamente para comprar divisas o para financiar al Sector Público, una medida aproximada de la emisión bruta es la suma de estas partidas. Si se analiza lo ocurrido en lo que va del año respecto a igual periodo del año 2014, es posible apreciar un aumento significativo en la participación de la emisión para el fisco en la emisión bruta, que pasó de representar el 40% en el primer semestre del año pasado a 72% en lo que va de 2015», analizaba el informe firmado por Nadín Argañaraz con datos hasta el 26 de junio.
En el primer trimestre del año el Estudio Broda estimaba que el BCRA podría comprar hasta u$s 4000 millones durante el segundo trimestre del año, cuando entraran los sojadólares. Terminó comprando u$s 2966 millones y dejó el resto para que los importadores pagaran parte de su deuda con el exterior. Pero a pesar de que no compró muchos dólares, el panorama monetario empeoró igual.
Los $ 20.155 millones que sumó la masa monetaria en el primer semestre representan un avance del 10,2% respecto al promedio de diciembre pasado, una cifra menor si se la compara con el 33,3% de expansión en 12 meses corridos. Lo que la vuelve preocupante es que la mayor parte de la emisión monetaria tiene lugar, cada año, en el segundo semestre del año.
El 10,2% del primer semestre se compara con una expansión monetaria del 1,2% durante mismo período del año pasado. En el segundo semestre del año pasado la base creció 20% para redondear un 22% en el año.
Si el segundo semestre volviera a ser el más expansivo este año, podríamos encontrarnos con cifras siderales. Los primeros días del semestre, por lo pronto, dieron una señal de alerta: en los únicos tres días hábiles del mes cuyos datos el BCRA publicó la base salta $ 27.875 millones (aunque casi totalmente por cancelaciones de pases, comunes al inicio de cada mes).
«Será cada vez más difícil para el BCRA alcanzar su multiplicidad de objetivos, como la estabilidad de tasas de interés, el impulso al crédito y la reducción de la brecha cambiaria, entre otros», analizó un informe de ACM.