El ruido político hace preguntar si conviene comprar dólares o seguir en pesos y continuar aprovechando las altas tasas que se pagan en Argentina en esta moneda. Una alternativa nada desdeñable, en cuanto a tasas se refiere, es hacer algo intermedio: seguir en pesos y colocarlos a plazo usando Lebac, pero cubriéndose con futuros de dólar, instrumento que actúa como un seguro de cambio.
En los últimos días, se alinearon los planetas para que esta combinación de operaciones arroje una tasa final en dólares más que tentadora. Por un lado, bajaron muy poco las tasas de Lebac, pues el Banco Central decidió mantenerlas en línea con el piso del corredor de pases (27,24% a 35 días) en la última licitación. Esto frenó las expectativas de devaluación del peso y, por ende, a que los costos de cobertura de tipo de cambio también cayeran significativamente en los últimos días.
Ambos factores crean la oportunidad para los inversores de obtener rendimientos sintéticos (Lebac más futuros de dólar) muy superiores a los que ofrecen instrumentos similares, como las Letes en dólares.
«Con el sintético, se puede ganar el doble que con las Letes», advierte Mariano Sardáns, CEO de FDI. De acuerdo a sus cálculos, comprando la Lebac de 63 días da una tasa del 26,62% anual (incluyendo la comisión que cobran del 0,05%). A eso hay que restarle el costo del seguro de cambio, cuya tasa implícita anual es del 20,72% (se incluye la comisión del 0,15% que cobran), lo que arroja una utilidad neta del 5,9% anual en dólares, contra 2,51% que rinde una Lete en dólares, al incluir la comisión del 0,02% que cobran.
En FDI remarcan que el plazo más largo es a 245 días, con una Lebac a 25,38% menos un seguro de cambio de 20,12%, lo que arroja una renta de 5,26% anual en dólares, contra 2,85% que rinde una Lete a ese plazo.
La operación es fácil de instrumentar, sencilla de operar y está al alcance de cualquier inversor o empresa. No se necesita ser millonario o una gran multinacional para acceder a esta solución. La clave pasa por las comisiones con las que se operan. La rentabilidad de las Lebac y las cotizaciones de los futuros de dólar lo determina el mercado. «La rentabilidad final, o sea lo que se lleva el inversor al final del día, lo determina cuánto paga de costos y comisiones. Acá está la clave», precisa Sardáns.
Federico Pérez, portfolio manager de Axis, coincide en que el sintético de Lebac más futuros de Rofex le gana a las Letes en todos los plazos de la curva: «Ahora bien, agregando algo de estrategia en base a un escenario factible, buscaría armar la pata en pesos los 245 días y la cobertura de cambio a los 180 días. Veo para la segunda mitad del año disminuyendo el riesgo de suba del tipo de cambio, así como la tasa nominal sustancialmente más baja. Por lo que haber alocado en tasas largas y quedar descubierto para la segunda mitad considero sería el posicionamiento óptimo».
Para Mauro Mazza, de Bull Market, el sintético es una buena alternativa pensando en una potencial oleada vendedora en bonos largos de Argentina: «Con lo que vimos de venta de UBS en el tramo largo por casi u$s 200 millones, hacer parking en un sintético es una estrategia óptima. Más aún si se suma que la renta variable está muy encarecida a estos valores».
Gustavo Cañonero, partner de SBS, señala que el sintético volvió a tener sentido, aunque a su juicio hay que agregarle el potencial costo impositivo de Rofex (35% sobre la ganancia de capital): «Igual luce atractiva la posición en dólares, pero sólo para el que está dispuesto a aceptar la volatilidad que estos mercados muestran. Más largo el contrato menor eficiencia tiene. De todos modos, hoy se ven atractivos, siempre que se entienda el riesgo. En parte esto tiene que ver con una nueva estabilidad en la expectativa de depreciación, gracias a que el Central ha mostrado prudencia después del cambio de metas».