El Gobierno busca el aval del Congreso para colocar US$ 15.000 millones, la mayor operación de un país emergente en 20 años.
La semana que pasó se largó la carrera por dejar atrás el conflicto con los fondos buitre. El ministro Alfonso Prat-Gay ya mandó al Congreso el proyecto para derogar la ley cerrojo y para autorizar el nuevo endeudamiento. El secretario de Finanzas, Luis Caputo, aseguró que para cumplir con el acuerdo con los holdouts emitirán tres bonos a 5, 10 y 30 años con jurisdicción en Nueva York. La colocación está prevista para abril y se espera que las tasas sean del 7,5%.
En el Congreso, el ministro Alfonso Prat-Gay explicó que esta operatoria “requiere emitir deuda por US$ 11.684 millones”, aunque dijo que pedirán autorización por US$ 15.000 millones para “financiar otros vencimientos y déficit fiscal”.
Esta operatoria definirá el regreso de la Argentina a los mercados. “Van a optar por un menú de bonos”, sostiene Maximiliano Castillo Carrillo, de la consultora ACM. Para el analista, “Argentina debería empezar a cubrir toda la curva de rendimientos con ofertas más a corto y a mediano plazo. Aunque el riesgo de tener muchos bonos en el mercado es que esto atenta contra la liquidez y la profundidad”.
Para el analista, el contexto internacional “no es el mejor”, pero remarca que “por los rendimientos que ofrece Argentina habrá apetito por estos títulos”.
Días atrás, el Financial Times remarcó que si Mauricio Macri emite deuda por US$15.000 millones este año será la mayor colocación de un país emergente en los últimos 20 años. Si bien el número asusta, Castillo destaca que Argentina está emitiendo mucho por una cuestión muy puntual: el pago a los holdouts. “Hay que tener en cuenta que venimos de muchísimos años en los que el país no emitía nada”, destaca.
Prat-Gay anticipó que en la colocación buscarán achicar en US$2.000 millones el costo de l financiamiento. Esto será posible si consiguen colocar US$10.000 millones a una tasa que esté al menos dos puntos porcentuales por debajo del 9,2% que aceptó el ex ministro Axel Kicillof por emitir US$670 millones en octubre pasado. Para Castillo, este objetivo “es factible”. Y apuntó que la tasa “es un punto clave no solo para el Gobierno nacional sino también para el sector privado”, ya que esa tasa marcará la referencia para el endeudamiento de las empresas.
Un indicador para tener en cuenta cuál es la tasa a la que podría aspirar la Argentina es el rendimiento del Bonar 2017, que hoy está entre 6,5% y 7%. “Si logran una tasa inferior a 7% claramente va a ser una operación exitosa”, dice Castillo.
Un elemento central para evaluar qué pasará con la tasa es el nivel actual del riesgo país, que está en 470 puntos básicos. “En enero de 2015, ese indicador estaba en 729 puntos y hoy estamos prácticamente por debajo del nivel que tiene Brasil. En los mercados ha habido un cambio en la percepción del riesgo de La Argentina”. Según las cuentas de Tiscornia, como la tasa que paga Estados Unidos por una colocación soberana a 10 años está en 1,7%, en teoría y según el nivel actual del riesgo país, Argentina podría emitir a una tasa de “6 y pico”, aunque sostiene que “parece difícil. Tal vez el rendimiento sea un poco más alto”.
La consultora FyE señala que una emisión de deuda de este nivel “no resultará neutral, aun cuando el gobierno argentino parta de una situación de bajo endeudamiento”. Implicaría emitir bonos a un ritmo más elevado que Brasil –que colocó US$3.344 millones en promedio anual entre 2013 y 2015–, México, a un promedio de US$9.240 millones, y Perú, a un ritmo de US$1.177 millones. Y advierten que, dado que la oferta de bonos aumentará, “no quedará una tendencia favorable tan definida para el mercado de deuda local para los próximos meses”.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/menu-bonos-apuestan-tasa_0_1535246598.html