A lo largo de su vida, el «Oráculo de Omaha», ha brindado una serie de consejos que pueden aplicarse perfectamente a un contexto de pandemia y crisis como el que se está atravesando actualmente.
El mítico inversor multimillonario Warren Buffett, actual director ejecutivo de Berkshire Hathaway, es uno de los hombres más admirados y escuchados en el mundo de las finanzas.
A lo largo de su vida, el «Oráculo de Omaha», ha brindado una serie de consejos que pueden aplicarse perfectamente a un contexto de pandemia y crisis como el que se está atravesando actualmente.
Invertir en todo el mercado
Warren Buffett es fiel a la inversión de valor (value investing), filosofía que se basa en encontrar buenos negocios a precios bajos y esperar a que el mercado los revalorice correctamente, lo cierto es que recomienda invertir en todo el mercado al ser principiante.
En momentos de incertidumbre como el que vive el mercado puede haber buenas oportunidades si se tiene paciencia para esperar los retornos de inversión.
Seguir un plan de largo plazo
También recomienda pensar un plan de largo plazo. Las acciones, por su propia naturaleza y su característica volatilidad, son ineficientes en el corto plazo, pero muy eficientes en el largo, por lo que solo se recomiendan para tener en cartera durante muchos años, o incluso décadas.
Por eso, no sería el mejor consejo estar atado a las variaciones diarias, semanales o mensuales de las acciones que invertimos, sino sostener la apuesta si creemos que es potencialmente ganadora en el largo plazo.
De esta forma, se puede invertir de una manera más tranquila apuntando a obtener grandes rentabilidades en el largo plazo.
Prepararse para lo peor
Pese a su larga trayectoria de éxitos, Warren Buffett enfatiza la importancia de prepararse para el peor escenario bursátil, aún cuando el presente sea favorable.
Tomando el punto anterior, de pensar el plan de inversiones a largo plazo, también deberían analizarse activos contracíclicos que ayuden a amortiguar el impacto de una eventual crisis e incluso destinar una parte del portafolio a activos considerados «refugio de valor» como el oro.
Además, diversificando efectivamente, las probabilidades de perder una gran cantidad de dinero producto de una caída bursátil es menor, por lo que también hay que incluir activos de renta fija como los bonos corporativos para reducir la volatilidad y mantener una renta periódica.