Este ingreso representa un respiro para las castigadas finanzas personales de los argentinos en un año donde la inflación podría superar el 40% según las consultoras privadas
Antes del 30 de junio, los empleados en relación de dependencia comenzarán a cobrar el primer pago del Sueldo Anual Complementario (SAC), más conocido como aguinaldo, que se calcula como la mitad del mejor sueldo del semestre. En la mayoría de los casos, este ingreso representa un respiro para las castigadas finanzas personales de los argentinos, en un año donde la inflación podría superar el 40% según las consultoras privadas.
Antes de analizar opciones de inversión con el aguinaldo, la primera recomendación de los especialistas es evaluar las necesidades inmediatas de cada familia. Por eso, es importante ordenar las prioridades: si ya se vienen arrastrando deudas, el mejor uso del aguinaldo es liquidar esos compromisos. Y si hay consumos que fueron postergados también es la oportunidad de destinar dinero a la compra de bienes durables y realizar arreglos en la casa.
«El aguinaldo viene a recomponer una parte importante de la caída del salario real y se destina al pago de deudas o a los consumos postergados. Muchas familias ya lo tienen gastado a cuenta porque postergaron decisiones básicas de comprar algún bien o hacer arreglos. Es muy particular de cada familia», explicó Mariano Otálora, especialista en planificación financiera personal.
Sin embargo, hay sectores que sí pueden ahorrar o invertir. En ese caso, la clave es determinar si se va necesitar ese dinero en el corto o en mediano y largo plazo para definir una inversión en pesos o en dólares. «Si no se necesita disponer de ese dinero rápidamente, la opción es dolarizar. En la Argentina, el problema es que la gente compra dólares cuando sube y no cuando baja. Es un momento interesante para comprar porque está en un buen precio y no tiene mucho margen para seguir cayendo», indicó Otálora.
Pero si se quiere obtener un rendimiento mayor y a más corto plazo, hay varios instrumentos de inversión que puede brindar valor frente a la inflación, incluso para inversores primerizos: plazos fijos, bonos, moneda extranjera y fondos de inversión entre otras. Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones, detalló algunas opciones según el rango de dinero disponible para invertir:
– Para montos de hasta $25.000 lo más eficiente es colocar en algún fondo común de inversión de corto plazo que puede ofrecer retornos de entre 45% y 50% en pesos. También se puede optar por un plazo fijo.
– Entre $25.000 y $50.000 ya se puede considerar una Letra del Tesoro (Letes) en pesos, con tasas en torno a 55% y 60%. Pero si no se quiere correr riesgo, puede ser un Lete en dólares.
– Para montos mayores a $50.000, recomienda tomar algo más de riesgo combinando alguna de las opciones anteriores con una acción local. Sin embargo, esa una alternativa solo para inversores tolerantes al riesgo.
¿Y comprar dólares? «Parecería que es mejor opción un plazo fijo, especialmente porque todo el mundo emergente tiene una tendencia favorable luego del anuncio de que la FED puede bajar las tasas en julio. De todas formas, es cierto que el dólar quedó barato por lo que se podría hacer una inversión mitad dólar mitad plazo fijo si el inversor es más conservador», aclaró Martínez Burzaco.
De acuerdo con las recomendaciones de Diego Demarchi, gerente Wealth Management en Balanz, una opción para ahorristas e inversores que no vayan a usar este capital en el corto plazo es diversificar: un 70% u 80% dolarizado y el resto posicionado en instrumentos en moneda local aprovechando las tasas altas.
«Para aquellos que estén dispuestos a aumentar la dosis de riesgo en sus carteras, pueden optar por dolarizar ese 70% u 80% que mencionamos previamente mediante bonos locales de manera directa o suscribiendo en un fondo que se diversifique a lo largo de toda la curva», detalló.
El especialista advirtió que en el mediano plazo habrá meses de «mucha volatilidad» en el mercado, con una agenda principalmente marcada por las elecciones. Por eso, sugirió aprovechar el actual momento de calma para «reacomodar» las carteras y reposicionarse en dólares.
«Lo que estamos viendo es que el dólar puede entrar en una suerte de freezer de acá a las elecciones y es un período largo, hasta octubre o noviembre – Esa estabilidad lleva a que empiecen a ser más interesantes las inversiones en pesos», advirtió Alejandro Bianchi, de Invertir Online. En esa línea y para inversores más sofisticados, sugirió bonos cortos, como el que ajusta con la tasa de referencia del Banco Central (TJ20). Y para los que no quieren ir más allá del período presidencial, recomendó una caución bursátil (un préstamo a muy corto plazo similar a un plazo fijo) con rendimiento del 53% en pesos.
«Por otro lado, aquellos que se quieren mantener en dólares dentro del período presidencial hay Letes en dólares a 100 días. Y si se animan a irse a 2020 está el bono AO20, que rinde un 16% . En caso de haber reelección, aquellos que estén en ese bono van a sacar un diferencial enorme», concluyó.