El mes pasado fueron u$s4.000 millones netos. Curiosamente la única región que tuvo un saldo positivo fue Latinoamérica, de modo que pareciera que la Argentina se está perdiendo de algo.
El mundo cambió sin duda y los mercados se adaptan a eso. Por eso no extraña que el mes pasado los inversores internacionales hayan encadenado el cuarto mes consecutivo de huida de los mercados emergentes. Según el monitoreo del IIF en junio pasado los activos de mercados emergentes sufrieron una salida neta de u$s4.000 millones. De modo que en los últimos cuatro meses acumulan un drenaje de más de u$s22.700 millones netos.
De no ser por la performance del primer bimestre, sobre todo, de febrero cuando hubo una entrada neta de u$s17.600 millones, el balance del primer semestre del 2022 sería mucho más deficitario que los u$s4.000 millones hasta ahora. En junio, se observa además que las salidas estuvieron vinculadas con la renta variable que registra u$s10.500 millones de egresos netos mientras que la renta fija tuvo un balance positivo de u$s6.600 millones de ingresos netos. Pero más allá de la generalizada diáspora de inversores extranjeros de activos emergentes hay algunas señales que mostrarían que Argentina, lamentablemente, se está perdiendo de algo. Ocurre que, precisamente, la región latinoamericana es la única que registra entrada neta de capitales de no residentes por u$s5.700 millones ya que el resto muestra salidas netas.
Recesión
Los analistas del IIF explican que el creciente riesgo de recesión global pesa sobre los flujos de los mercados emergentes a medida que aumenta la ansiedad por los eventos geopolíticos, las condiciones monetarias más estrictas y los inflación. “La continua volatilidad en los mercados de valores ha afectado considerablemente las perspectivas”, sentencia Jonathan Fortun, economista del IIF.
Con una dinámica similar a la de mayo pasado, los datos de alta frecuencia registraron importantes salidas de acciones de mercados emergentes (excluyendo a China) por u$s19.600 millones. Sin embargo, al contrario de esta tendencia, el rastreador del IIF mostró entradas de acciones de China por u$s9.100 millones.
Todo lo contrario ocurrió por el lado de la renta fija ya que la deuda de mercados emergentes (sin China) mostró entradas por u$s9.100 millones, gracias principalmente por el resistente interés en los bonos corporativos. Por su parte la deuda de China mostró salidas netas por u$s2.500 millones.
La lectura que hacen desde el IIF es que el mercado global está en un shock de tasa de interés global y alta inflación. Lo que se está dando es que los rendimientos de los bonos públicos de más largo plazo aumentaron considerablemente en las economías avanzadas, lo que endurecido las condiciones financieras, lastrando el crecimiento y aumentando la aversión al riesgo. Este mecanismo está pesando sobre los flujos hacia los mercados emergentes.
Devaluación
Al respecto el IIF ve que el actual episodio de salida de capitales es similar en escala al susto de la devaluación del yuan en 2015 y 2016. Cabe recordar que en aquellos años recrudecieron las amenazas de una guerra de divisas entre la administración del estadounidense Barack Obama y la de su par asiático Xi Jinping tras la devaluación que implementó el Banco Popular de China (BPC) que llevó la paridad a más de 6,33 yuanes por dólar.
Algo similar ocurrió posteriormente en la administración de Donald Trump con sus represalias comerciales que desataron otro evento parecido en 2018 que terminó con otra huida de los inversores extranjeros de los mercados desarrollados, sobre todo, de China en esas oportunidades. Lo cierto es que ambos eventos el flujo de capitales de no residentes se derrumbó a niveles irrelevantes.
En cuanto a lo que cabe esperar de acá en adelante, por lo menos para los próximos meses, vale señalar que varios factores influirán en la dinámica de los flujos, entre ellos, el momento del pico de inflación y las perspectivas de la economía china. Sin embargo, a pesar de las lecturas recientes, el IIF sigue siendo optimista en virtud de que la mayoría de los grandes mercados emergentes ya comenzaron a subir mucho antes que las economías avanzadas, lo que ahora deja las tasas de interés reales a largo plazo en muchos mercados emergentes muy por encima de sus contrapartes del G10. “Eso brinda cierta protección contra el actual shock de la tasa de interés mundial. Pero obviamente hay puntos débiles en los mercados emergentes, donde las tasas de interés reales son profundamente negativas, y los riesgos para estos países aumentan rápidamente”, advierte Fortun. Esto último es una llamada de atención, fundamentalmente, para casos como el argentino.
Fuente: https://www.ambito.com/economia/mercados-emergentes/continua-la-salida-capitales-los-n5484985