Un bono que vence el año que viene tiene un rendimiento del 5%, pero salta a más del 8,5% cuando se pasa al 2020.
El Gobierno pagó una tasa de 4,75% anual en dólares para colocar Letes a seis meses, logrando la refinanciación del 100% de los vencimientos. Pero además la tasa fue sustancialmente más baja que el 7% pagado hace apenas un par de meses. El mensaje de los inversores es claro: prácticamente desaparecieron las dudas sobre la capacidad de pago de la Argentina en el corto plazo. Estos títulos vencen en mayo de 2019.
Los rendimientos de los bonos en dólares que vencen a lo largo de 2019 se mantienen con rendimientos muy bajos. Los últimos títulos que vencen el año próximo caen en julio, con un rendimiento de 5,3% anual. Más alto, pero no demasiado lejos de lo que se paga en otros mercados emergentes, en un contexto de alza tasas de interés. De hecho, los bonos del Tesoro americano a un año ya pagan arriba del 2,5%.
Pero cuando se avanza en la «curva» de rendimiento de los bonos en dólares, la situación cambia drásticamente. Y la línea divisoria son las elecciones presidenciales. El máximo nivel de incertidumbre respecto a quién gobernará la Argentina y qué planes tiene en relación a la política económica impactan de una manera muy fuerte en el precio de los bonos y, por ende, en un fuerte aumento de los rendimientos.
El Bonar 2020, que vence en octubre de ese año, es el caso más emblemático porque es donde se percibe con mayor claridad ese salto. El rendimiento de este bono ya es sustancialmente más alto, aun cuando tiene un plazo apenas un año mayor: salta al 8,5% anual.
La brecha de tasas de retorno de un año al otro sólo se explica por las dudas sobre lo que sucederá a partir de 2020. Además, los rendimientos de los bonos más cortos, que vencen en 2019, habían llegado a 10%, pero se derrumbó a partir del nuevo acuerdo con el FMI, que aumentó los desembolsos previstos para los próximos meses.
Todas las certezas para el año que viene desaparecen cuando se avanza en el 2020, luego de las elecciones. Allí es donde las dudas se reflejan en precios de bonos más flojos y un riesgo país que en los últimos días saltó desde 600 puntos hasta nuevamente los 650 puntos.
El Bonar 2024, que llegó a cotizar a USD 102 hace algunas semanas volvió a caer hasta los USD 96,5%, pasando a rendir nuevamente a 10,5% anual en dólares.
La pregunta es hasta qué punto pueden recuperarse los bonos en dólares que vencen post elecciones. Por el momento parecería que tienen escaso margen de upside. No sólo existen dudas sobre lo que sucederá en la Argentina del 10 de diciembre de 2019. Además, los grandes fondos internacionales tienen posiciones muy grandes en deuda local, por lo que no tienen capacidad para seguir incorporando. Y, al contrario, la mayoría piensa reducir exposición en los próximos meses. Algo parecido sucede con los inversores argentinos, que en muchos casos tienen fuerte posición en títulos locales y buscan disminuir la participación en la cartera.