Para el Gobierno, una manera de ocultar la realidad del mercado, es mostrar reservas que no reflejan la avidez de divisas de ahorristas e inversores
Una forma es anunciar subas del monto de colocaciones de pesos a plazo fijo en bancos, cuando en realidad son producidas por depósitos oficiales. Las de privados crecen a un ritmo menor que la tasa mensual de interés lo que equivale a hablar de caída en términos reales, porque sólo se capitaliza parte de la renta.
Al ocultar a los testigos de la dolarización, la economía parece atravesar un período sin sobresaltos. Las escrituras de departamentos crecen por la magia del blanqueo que producen los Cedin y porque se construyen nuevas unidades como inversión con fideicomisos en pesos.
La notable emisión de dinero y la vigencia de los nuevos convenios combinados con el subsidiado plan de 12 cuotas muestran un consumo que si bien no está en la cima, tampoco decae a velocidad.
Pero la realidad, es otra. Los ahorristas se llevaron de los bancos con autorización de la AFIP otros u$s66 millones y en tres días compraron a 11,05 pesos, u$s277 millones, superando el total que compraron en todo agosto de 2014. Pero hay un dato que no debe pasar inadvertido, que es que mientras siempre se compra menos de lo que autoriza la AFIP, ahora ocurre lo contrario, y se perfila otro mes con operaciones récord en monto, cantidad de transacciones y promedio por persona.
Pero estos dólares no siguen el comportamiento de hace unos meses. El ahorrista ahora no va corriendo a hacer «puré», es decir no lo revende en el mercado libre, sino que lo guarda. Por eso ante la falta de oferta la divisa en la plaza libre subió 5 centavos a $14,95 y después del cierre, se pagó a 15 pesos.
Más dolarización de carteras
Los bonos en dólares también son tomados por los inversores. En el Mercado Abierto Electrónico (MAE) se operaron $1.192 millones en títulos de la deuda. Más de la mitad de ese monto se concentró en los bonos en dólares con legislación argentina. El Boden 2015 aumentó 0,42% porque el Gobierno salió a venderlos para descomprimir el precio del billete en la plaza libre.
Los inversores, además, se volcaron sobre el Bonar X que vence en 2017 que aumentó 1,23%, mientras el Bonar 24 subió 1,01 por ciento.´
En el Forex-MAE, se operaron u$s213 millones, pero no hubo exportadores liquidando divisas. Por eso la mesa de dinero del Central tuvo que vender otros u$s100 millones y en los últimos 7 días hábiles se desprendió de u$s475 millones. Una buena proporción de ese dinero fue para reponerle a los bancos las divisas propias que pusieron para satisfacer la demanda de dólar ahorro.
Esto sucede porque el porcentaje de los que dejan los dólares depositados en las entidades se redujo a menos de cinco por ciento. Creen que si la sangría de divisas sigue, es un riesgo tener el dinero fuera del colchón. Hasta hace unos días, las entidades colocaban dólares propios que después compensaban con los encajes que tenían en el Central. Ese canje se acabó.
La suerte no acompaña como antes. Por la caída del euro y del oro, las reservas bajaron 14 millones. Además se pagaron importaciones de energía por u$s32 millones y se canceló deuda con Brasil por 2 millones. En el balance final, las reservas terminaron sólo u$s38 millones abajo: en u$s33.842 millones.
La Bolsa también reflejó la preferencia por los dólares, ya que los montos negociados en pesos están en niveles reducidos. Esta vez se operaron $130 millones y el Merval, el índice que nuclea a las acciones líderes, tuvo una suba de 0,95% debido al buen comportamiento de los bancos. Macro subió 3,5%; Galicia 3,21% y BBVA Francés 1,64%. Los inversores saben que estas entidades tienen una buena proporción de bonos en dólares en su poder. La suba de estos títulos hará que los balances que presenten sean mejor a lo esperado.
Como se ve, en el mercado argentino el dólar tiene mil formas y todas son reales. El peso, en tanto, está desdibujado. Los plazos fijos más elevados no son renovados porque no hay tasa atractiva cuando el dólar está lanzado.