Es por eso que vienen subiendo de precio. Para aprovechar el interés, el Ministerio de Finanzas licitará desde mañana dos nuevos Boncer a 2 y 5 años de plazo
Mañana comenzará la recepción de ofertas para los dos nuevos bonos en pesos que ajustan por CER (Boncer) y que vencerán en 2020 y 2023. Al principio de este mes, la cartera conducida por Luis Caputo colocó un título de estas características con vencimiento a 2019 y recaudó $ 70.481 millones, aunque recibió órdenes por $ 74.189.
En el mercado aseguran que continúa el interés por los títulos que pagan según la evolución de la inflación, por lo que entienden que la colocación de esta semana será exitosa.
En lo que va del año, los bonos que ajustan por CER subieron de precio, ya que los inversores decidieron salir a cubrirse de un eventual incumplimiento de las metas de inflación en 2018.
Los títulos más similares a los que se licitan mañana vencen en 2020 (es una serie con muy poca liquidez en el mercado secundario) y 2021. Ambos mostraron mejoras en las últimas semanas, aunque el viernes en la primera jornada posterior al anuncio de la nueva emisión, anotaron caídas.
«Venían subiendo bastante los precios porque, como el Banco Central bajó la tasa real, empezó a haber más demanda de bonos que ajusten por inflación. Además, las compañías de seguros comenzaron a interesarse por ellos desde que les prohibieron invertir en Lebac», explicó Matías Roig, director de Portfolio Personal. Con respecto al movimiento bajista del final de la semana pasada, el operador indicó que es normal que suceda algo así cuando se anuncia una nueva oferta.
Cuánto pagan
El Ministerio de Finanzas ya detalló la tasa que pagarán los títulos pero esta semana se licitará el precio inicial. Según el valor al que salgan al mercado, el rendimiento efectivo de los instrumentos se incrementará o bajará. En el caso del bono a 2020, ya se estableció que al momento del vencimiento pagará lo que sea mayor entre dos tipos de ajuste: CER + 4% o una tasa nominal mensual de 1,6012% anualizada (lo que resultará en un 21%). Esa doble posibilidad lo hace atractivo tanto si la inflación cede como si persiste.
El título a 2023, en cambio, tiene una estructura más clásica de Boncer, ya que paga la inflación y devenga intereses semestrales del 4%.
Los bonos se podrán suscribir tanto en pesos como en dólares, por lo que podrán ingresar fondos del exterior. En ese sentido, Nicolás Laplacette, operador de renta fija de Bavsa, sostuvo: «A principio de febrero, en la colocación del Boncer a 2019, hubo sobredemanda y desde que comenzó a operar que empezaron a entrar fondos de afuera. En el exterior ven a las nuevas emisiones, especialmente la que vence en 2020, como instrumentos atractivos para ingresar al carry trade».
Para Diego Falcone, head portfolio de Fondos Cohen, los nuevos bonos van a tener éxito en el mercado pero resultarán un poco caros para el Gobierno. «Nos llama la atención que emitan este tipo de instrumentos cuando podrían colocar títulos con ajuste por Badlar, que están rindiendo por debajo de la inflación», opinó. En base a la última colocación de Boncer a 2019, el especialista estimó: «En ese caso el principal demandante fue el Banco Nación, seguido por Anses y los privados. Teniendo en cuenta eso, puede ser que estén emitiendo estos títulos para generar herramientas de inversión intra sector público. Esa sería la única explicación porque para el Gobierno es caro salir en CER».
Laplacette, en cambio, consideró que financiarse con Boncer es la mejor opción que Caputo tiene disponible en este momento. «El mercado no le ve atractivo a las colocaciones con ajuste por Badlar desde el año pasado; lo mismo sucede con los títulos a tasa fija. Emitir en dólares tampoco sería lo mejor porque la curva se estuvo moviendo a la baja. Los Boncer, en cambio, todavía tienen demanda y comparando costo con beneficio creo que es una buena decisión», dijo.