El último informe del BCRA detalla que “el análisis de los flujos de cartera permite concluir que, en un mercado cada vez más profundo, hay inversores que venden moneda extranjera a un ritmo creciente para efectuar inversiones en pesos
La nueva suba en la tasa de interés de las Letras del Banco Central (Lebac) de ayer del 24,25 al 25,50 % anual demuestra que las autoridades del BCRA están más preocupadas por una suba en la tasa de inflación que afecte el nivel de crecimiento de la actividad económica que por la instalación de la idea de que una suba de las tasas de interés favorece una llamada «bicicleta financiera» similar a la de los años 80.
Esto significa que a partir de tasas en pesos altas con dólar casi semifijo se podía ganar mucho dinero. Según la definición clásica, la bicicleta financiera es vender una divisa con una tasa de interés baja y comprar otra con tasa de interés más alta. Esto implica vender dólares y pasarse a pesos para ganar con la tasa de inversión en pesos. También se puede definir como tomar dinero prestado en moneda extranjera y colocarlo a moneda local a una tasa superior.
El 8 de mayo apareció en el blog del BCRA un informe ¿Existe bicicleta financiera en la Argentina? Para explicar por qué, desde su punto de vista, no existe tal bicicleta financiera ya que no hay un seguro de cambio oficial como existía en aquel entonces. Pero el 10 de mayo la entidad redobló la apuesta al detallar en otro informe (Los que quieren pesos no están solos), mostrando mes a mes, desde enero de 2016, cuándo la tasa de interés le ganó al dólar y cuándo perdió con la divisa norteamericana.
En este último informe se hace referencia a dos ejemplos. El caso de un inversor que decidió vender los dólares en el mercado de cambios 35 días previos al Brexit, y comprar Lebac de 35 días de plazo, mantener hasta su vencimiento y posteriormente vender los pesos y comprar dólares, el rendimiento efectivo que obtuvo se ubicó en torno al (menos) 5%. Por el contrario, si un inversor decidió vender los dólares a principios de marzo de 2016 y hacer la misma estrategia, el retorno fue de 6% aproximadamente» dice el informe. Con este ejemplo los economistas del BCRA demuestran que no hay certeza de ganancia con esta política monetaria y cambiaria.
Luego de la suba de tasas aplicada por el BCRA, llevándola del 24,25 % al 25,50 % anual, Infobae consultó a varios economistas para saber si la suba de tasas agrava la situación de la actividad económica o si, por el contrario, suba servirá para reducir la tasa de inflación y que la actividad económica mejore en los próximos meses.
El economista Javier Milei explica: «Estoy de acuerdo con la nueva suba de las tasas de Lebac porque el BCRA prioriza cumplir con la meta de inflación del 12 al 17 % anual para este año. Afirmar que existe bicicleta financiera es un disparate propio de un ignorante tanto en economía como en finanzas. La tasa de interés es un mecanismo de coordinación intertemporal que permite pasar consumo del presente al futuro, por lo que nadie lo haría intencionadamente a una tasa real negativa ya que perdería su consumo. En este contexto, es muy importante si el BCRA está generando una tasa de interés real escandalosamente positiva tal que propicia la bicicleta. De este modo, el año pasado la tasa promedio pagada por las Lebac fue del 28% y la inflación del 41%. En cuanto a este año, aún la tasa más corta (y que es la más alta) que es del 26,25% está por debajo de la inflación del primer cuatrimestre anualizada (28%). Es más, si se considera que el BCRA en algún momento apuntó sobre una tasa de interés real del 4%, la tasa no debería ser menor al 32%. Por otra parte, si toma las expectativas de los agentes que la tasa de inflación estará en torno al 25%, con una inflación para EEUU del 2% y una tasa del BONAR 19 en torno al 4%, la tasa de arbitraje sería del 27%. Por otra parte, respecto a los que viven mencionando el carry-trade, cuando uno vende dólares para comprar pesos y posicionarse en Lebac, si se descuenta la compra del dólar futuro para su cobertura, la ecuación arroja un rendimiento nulo, aun cuando podría estar alineada con el rendimiento de un bono en dólares a un año. Claramente, los chicos del carry-trade le dirán que no hace falta la cobertura, entonces uno debería preguntarse desde que posición ética-moral cuestionan las preferencias por el riesgo de un individuo. Por lo tanto, se lo mire por donde se lo mire la tasa no es alta, más bien señalaría que está baja».
Muy por el contario, el ex viceministro de Economía, Roberto Feletti, opina que» esta nueva suba de las tasas de las Lebac en un contexto recesivo profundiza la renta que produce la bicicleta financiera y se parece mucho al ajuste de Machinea y Lopez Murphy del 2001; desde el inicio del gobierno de Macri, la Argentina opera con una tasa de interés de referencia fijada por el Banco Central fuertemente positiva respecto de la evolución del tipo de cambio, y levemente negativa en relación al promedio general de precios. La alta tasa de interés real positiva (2% mensual en LEBAC y 1,5% mensual en plazo fijo mayorista) es un estímulo relevante para el ingreso de divisas financieras que arbitren contra el riesgo cambiario y la tasa de interés internacional. La política monetaria adolece así de una fuerte inconsistencia. Se manifiesta que el nivel de tasa de interés elevado es para contener la inflación, pero el objetivo real es pagar un precio alto para que los agentes económicos permanezcan en pesos y no dolaricen sus excedentes. Si se mantiene alta la tasa, la señal es aumentar las expectativas devaluatorias, ya que los agentes económicos suponen que todo peso que no es esterilizado se convierte en dólares.
El Banco Central ha construido una espiral peligrosa de sobre-renta financiera que, además de lesionar la actividad productiva, va acumulando tensiones cambiarias. El término «bicicleta» se asocia al tiempo que dure este esquema de política monetaria y cambiaria y este es claramente un momento donde la especulación le gana a la producción».
En tanto el economista Augustín D’Attellis describe que «con esta nueva suba de la tasa de interés de las Lebac el BCRA muestra su preocupante negación de la realidad. En estas últimas horas ocurrió un hecho de inusitada gravedad (otro), en este caso a partir de la publicación de un artículo en el blog oficial del BCRA, dedicado a negar la existencia de una bicicleta financiera en la Argentina. Nuestro BCRA actúa de acuerdo a la vieja y obsoleta receta planteada por el monetarismo, que sostiene que la causa de la inflación es exclusivamente el ritmo de crecimiento de la cantidad de dinero. Idea que surge del monetarismo moderno, encarnado por Milton Friedman, allá por los ’70 en la Universidad de Chicago. Respondiendo a estos principios, nuestro BCRA enfrenta la necesidad de emisión monetaria, dada a partir del creciente déficit fiscal -por caída de ingresos, consecuencia de una fuerte regresividad en la distribución de la renta-, y por compra del excedente de dólares que ingresan por el canal financiero especulativo. Con el objetivo de quitar esos pesos de circulación se sigue ampliando el stock de Lebac, y subiendo las tasas de interés. Esto detiene cualquier posibilidad de salida de la recesión. El BCRA institucionalmente publica un artículo en defensa de la especulación de corto plazo. El argumento -falaz- es que la rentabilidad en dólares obtenida por la apuesta a las Lebac, no resulta cubierta si se cerrara la operación con la compra de dólares a futuro. Este argumento oculta que el propio ingreso de divisas por esta operatoria especulativa genera las condiciones para hacerse de una muy elevada rentabilidad en dólares, hasta el momento en que las perspectivas se modifiquen. Mientras tanto, el BCRA institucionalmente argumenta en favor del negocio especulativo. El final es anunciado, nuestro país ha vivido esto en varias oportunidades. Es momento de decirle a la bicicleta financiera, Nunca Más!!».
Por su parte el economista Mariano Otálora explica que «la definición, casi de manual, indica que la bicicleta financiera es vender una divisa con una tasa de interés baja y comprar otra con tasa de interés más alta, es decir, vender dólares, pasarse a pesos y ganar con la tasa de inversión en pesos y cita un ejemplo. Dice Otálora «por ejemplo, miremos lo que pasó en el primer trimestre, entre el 2 de enero y el 1° de marzo. El dólar cotizaba a $ 16,20 para la primera fecha y, luego, a $ 15,55. El que estuvo en dólares perdió 2,65 por ciento. ¿Qué es lo que hizo ahí el mercado? El que tenía dólares los vendió, y le quedaron (si es que tenía US$ 1000) unos $ 16.200. ¿Qué hizo luego? Los invirtió a una tasa de interés en pesos, que a tres meses rindió 6% (rendía 2% mensual). Conclusión: ganó el 8,65 por ciento en dólares», explicó y agregó «La otra opción que se utiliza y es muy común en el mundo: un inversor pide prestado US$ 10 mil a una tasa del 1 por ciento anual (en Estados Unidos, por ejemplo) y vende esos dólares y compra Lebacs. Entonces con esa ganancia en pesos recompra los dólares, devuelve el préstamo y le queda ganancia».
El último informe del BCRA detalla que «el análisis de los flujos de cartera permite concluir que, en un mercado cada vez más profundo, hay inversores que venden moneda extranjera a un ritmo creciente para efectuar inversiones en pesos con una expectativa de rendimiento positivo, al mismo tiempo que otros inversores opinan que la inversión más rentable en ese momento es vender los pesos y comprar moneda». Es probable que la nueva suba de tasas del BCRA extienda la polémica acerca de la actual política monetaria que para algunos economistas implica volver a la etapa especulativa de José Alfredo Martínez de Hoz en los 80 o de Domingo Cavallo en los 90. En cambio otros destacan que es la que se necesita para bajar definitivamente la inflación.