Se busca resolver problema de más de 120 mil familias que se ven perjudicadas por el sistema de crédito creado por la gestión de Cambiemos. Se firmó una resolución en Diputados que unifica giros y convoca a que en 30 días haya un dictamen consensuado.
Cinco años después de haber sido lanzados, los préstamos hipotecarios en UVA que ajustan por inflación siguen dando debate parlamentario en busca de una solución para aquellas personas que los tomaron.
En este caso, tanto el oficialismo como la oposición acordaron hoy darle tratamiento a una Ley que resuelva el problema de más de 120 mil familias que hoy se ven perjudicadas por el sistema de crédito creado por la gestión de Cambiemos.
Luego del pedido de sesión especial para abordar la problemática de los créditos UVA solicitado por el diputado nacional Julio Cobos, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa, junto con el presidente del bloque del Frente de Todos Germán Martínez, y el presidente del bloque de la UCR, Mario Negri, acordaron avanzar en la búsqueda de una solución consensuada.
En ese sentido, Massa firmó una resolución en la que unifica giros y convoca a que en 30 días haya un dictamen consensuado, al tiempo que se armó un esquema especial con 30 días para resolverlo.
“Acordamos priorizar el tratamiento parlamentario de los créditos UVA, por lo que la Comisión de Finanzas y la Comisión de Presupuesto y Hacienda comenzarán inmediatamente a trabajar con dicha temática. Para esto se tendrán en cuenta todos los proyectos presentados, ya que de ellos se desprenden coincidencias en las propuestas de soluciones. Asimismo, se buscará unificar propuestas y contar con, en un plazo en lo posible no mayor a 30 días la posibilidad de ser tratado en sesión en la Cámara”, señala el documento firmado por las partes.
Presentados en 2016 como una forma de “ahorrar en ladrillos”, cumplieron con uno de sus preceptos: la cuota se asemejó al valor de un alquiler. Eso permitió que muchas familias pudieran acceder a un crédito que bajo el sistema tradicional no estaba disponible. Del otro lado, el salto inflacionario iniciado en la crisis económica de 2018 complicó a muchos pero no los hizo dejar de pagar. La morosidad siempre fue baja.
Los que sí se vieron impactados fueron los que perdieron su empleo o lo conservaron pero con ingresos más reducidos, un perjuicio que si bien impacto a una porción reducida del universo de deudores, aún no tiene resolución. Y a ello se agregó el daño de la pandemia.
Hoy muchos festejan haber ingresado en ese momento a un hipotecario UVA, ya que su deuda medida en dólares se redujo y pudieron entrar a un crédito que no se sabe cuándo volverá a estar disponible. Quienes tienen un salario ajustado por paritarias con “cláusula gatillo”, que siempre recupera lo perdido por la inflación, no vieron cambiar su relación cuota-ingreso. Pagaron lo mismo que hubieran pagado por un alquiler y están comprando su casa. Del otro lado, otros se lamentan porque sus ingresos no se modificaron y les fue imposible enfrentar la cuota en un contexto inflacionario. Otro caso para el que el sistema UVA fue perjudicial fue el de los que tomaron préstamos prendarios: el precio de un auto, a diferencia de un inmueble, no está dolarizado.
En ese marco, el oficialismo y la oposición coincidieron en que resulta necesario alcanzar consensos básicos para dar respuesta a la situación generada por los créditos UVA.
Asimismo, destacaron en el documento firmado hoy que tanto en la gestión anterior como en la actual se adoptaron sucesivos congelamientos como medidas paliativas que no lograron soluciones concretas.
Por otra parte, indicaron que encontraron coincidencias acerca de dicho diagnóstico en todos los proyectos presentados, incluso en el remitido por el Ejecutivo. Y concluyeron en que es necesario “legislar a fin de lograr una respuesta sustentable económicamente para las familias que se han endeudado con esta herramienta financiera, como así también para los futuros tomadores de crédito permitiendo el acceso a la vivienda propia a quienes hoy no la tienen”.