Las adquisiciones de compañías cayeron 84% en dos años y cada vez hay menos interesados en invertir en la Argentina. Especialistas en fusiones y adquisiciones esperan más trabajo a la hora de buscar comprador para firmas locales.
Los consultores que se dedican a fusiones y adquisiciones de empresas se preguntaban ayer si el Gobierno no habrá sido muy optimista cuando calculó que se recaudarán unos $ 700 millones con la aplicación del impuesto del 15% a la compra-venta de acciones de compañías y títulos que no cotizan en Bolsa. La medida fue anunciada el martes junto con el 10% de gravamen al pago de dividendos y ambos proyectos ya ingresaron al Senado. Dicen que, desde la expropiación de YPF y un poco antes, las adquisiciones de compañías vienen bajando y que el impuesto podría hacer que caigan todavía más.
"Las transacciones ya venían en baja, con un nivel un 50% inferior al del año pasado y esto no colabora. No hay muchos inversores dispuestos a poner fondos en este contexto", dice Ignacio Aquino, de PwC.
Entre abril y junio de este año se vendieron 19 compañías por US$ 386 millones, mientras que el año pasado se habían concretado 24 transacciones por US$ 998 millones, según los datos que manejan en la consultora de Orlando Ferreres (OJF). En todo el semestre, las ventas fueron por US$ 1.115 millones, casi lo mismo que el año pasado, pero la cantidad de operaciones bajó de 42 a 34. Frente a 2011, el retroceso en los montos, cuentan en la firma, fue de 81,4%.
Fausto Spotorno, economista de OJF, asegura que el nuevo impuesto impactará en las transacciones. Y hace una salvedad: "No todas las operaciones de este tipo son para comprar empresas grandes que andan bien y que están creciendo. Una gran parte involucra compañías medianas, con dificultades y, por lo tanto, la venta es una operación para salvar la firma. Con este impuesto esas empresas definitivamente van a cerrar", asegura. El economista cree que "desde el punto de vista conceptual, el gravamen es una doble imposición. Al vender una empresa se está vendiendo el capital que es el resultado de lo invertido a lo largo de toda su historia , luego de pagar el impuesto a las Ganancias". No queda claro si lo que se pagará es el 15% sobre toda la oepración o sobre la diferencia entre el valor libros y el precio de venta.
En línea con Spotorno, Patricio Rotman, profesor de Fusiones y Adquisiones del MBA de la Universidad de Belgrano, opina que no se deben confundir las compras, ventas y asociaciones de empresas con la denominada "especulación financiera", y que "por toda asociación que no se vaya a concretar, se pierde una oportunidad genuina de inversión y empleo".
Para Miguel Arrigoni, de Deloitte Corporate Finance, la medida tiene lógica si se busca incentivar el mercado de capitales (la venta de acciones de firmas que cotizan en Bolsa seguirá sin pagar Ganancias). "Si se hace una operación privada, a la que no puede acceder todo el mundo, es lógico que tenga un gravamen distinto", razona. Pero, advierte que puede ser difícil el control. "No tanto en las empresas, porque está la Inspección General de Justicia, pero en bonos de fideicomisos, por ejemplo, será difícil registrar la ganancia".
Arrigoni coincide que, desde la expropiación de Repsol bajaron con fuerza las ventas de empresas. Esa medida "nos corrió de la mira de los que venían a invertir. Ellos no entran en detalles de si estuvo bien o mal. Solo ven la expropiación", sostiene. "No creo que el impuesto frene aún más las operaciones, más bien creo que recaudará poco".
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/Creen-nuevo-impuesto-frenara-empresas_0_982702168.html