Adelanto de los plazos de pago y cambio en las condiciones legales, los ejes que permitieron un pacto que derivará en una alta adhesión del canje, con la participación de la mayoría de los fondos de inversión; la oferta tiene un valor nominal en torno de los 54,8 dólares cada 100
La Argentina y sus principales acreedores privados llegaron a un acuerdo con una oferta que tiene un valor nominal en torno de los USD 54,8 dólares cada USD 100 de deuda nominal, por lo que el Gobierno hoy pedirá una prórroga para que se haga el canje.
Así lo indicaron a Infobae fuentes de los comités que negociaron con el Gobierno.
Calificadas fuentes que participaron de la negociación confirmaron a este medio que el deal implica un costo adicional de USD 300 millones para el pago en 2024. “Es la oferta de Martín (por Guzmán) más USD 300 millones” expresó un funcionario tras salir oanche después de las 21 de la residencia de Olivos con el acuerdo mucho más cerca de concretarse.
De este modo, el acuerdo final quedó a mitad de camino respecto la pretensión original de ambas partes.
Toda la tarde de ayer, el Ministerio de Economía, los bancos asesores y los líderes de los bonistas estuvieron en contacto para pulir los detalles del acuerdo, que deberá ser registrado en la comisión de valores de Estados Unidos (SEC, según su sigla en inglés).
Por lo tanto, hoy el Palacio de Hacienda presentará ante la SEC una prórroga hasta el 24 de agosto para reflejar la nueva oferta, ya que hasta ahora está anotada la que valía 53,4 dólares, indicaron fuentes oficiales.
¿Qué cambió en las últimas horas?: la intervención directa del presidente Alberto Fernández, de la vicepresidenta Cristina Kirchner y del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, empujando para que haya un acuerdo, luego de la cerrada negativa del Gobierno para moverse más allá de la última oferta. Fernández, Guzmán y Massa se reunieron ayer por la noche en Olivos para dejar casi sellado el nuevo perfil del acuerdo.
La diferencia de 2,2 dólares que había entre ambas propuestas se saldó por la mitad, muy cerca de los 55 dólares que el mercado siempre vio como el valor al que se llegaría a un acuerdo.
Estos cambios fueron aceptados por los tres comités de bonistas: Ad Hoc liderado por BlackRock, los Exchange Bondholders y el Comité de Acreedores de la Argentina, que trabajaban en forma unida, pese al intento del Gobierno de dividirlos.
La clave es que se adelantó el pago de los intereses unos meses (de marzo a enero y de septiembre a julio), algo que no cambia el flujo financiero del Gobierno, pero sí mejora el valor de los bonos, como pretendían los bonistas.
El ejecutivo de Mens Sana Advisors, Marcelo Delmar, preparó el documento de los tres comités que le pasaron al ministro el sábado por la noche y que “desencadenó el acuerdo”, según fuentes del mercado. Curiosamente, el intercambio reservado se daba mientras el Gobierno dejaba trascender que ya no aceptaría más cambios.
En tanto, la agencia Bloomberg indicó que hubo un llamado importante entre el ministro Martín Guzmán y los negociadores de BlackRock el domingo, que destrabó la situación, luego de la tensión que se registrara cuando el presidente Alberto Fernández afirmó que no se movería de la oferta previa.
La otra clave es que los nuevos bonos 2030 en dólares y euros comenzarán a amortizar en julio de 2024 y vencerán en julio de 2030; y la primera cuota tendrá un monto equivalente a la mitad de cada cuota restante. Por último, los nuevos bonos 2038 en dólares y euros de contraprestación por los bonos de descuento existentes empezarán a amortizar en Julio de 2027 y vencerán en enero de 2038.
Del lado legal, se aumentaron los umbrales para que las cláusulas se parezcan más al “modelo ecuatoriano”, con mayores niveles para determinar la reasignación de bonos y la utilización de la cláusula Pac Man.
“Argentina, sujeto a la oportunidad en que se evidencie su apoyo por parte de la comunidad internacional en sentido general, ajustará ciertos aspectos de las cláusulas de acción colectiva en los documentos de los nuevos bonos para abordar las propuestas presentadas por los miembros de la comunidad acreedora, las cuales buscan fortalecer la eficacia del marco contractual como base para la resolución de las reestructuraciones de deuda soberana”, detalló lel comunicado oficial.
Uno de los negociadores se lamentó por “la pérdida de tiempo de estas últimas semanas en las que ya podríamos haber cerrado el acuerdo”.
“Cuando la Argentina cierre este capítulo, podrá ir al Fondo Monetario Internacional para renegociar su deuda; hubiera sido muy difícil que lo lograra sin acordar con nosotros”, agregó el ejecutivo de Wall Street.
En tanto, uno de los pocos fondos de inversión que ya habían aceptado el canje, elogió que se acercaran las posturas con las dos partes.
Elogios de Humes al Gobierno
“Estoy muy impresionado con la forma en que el Ministro Guzmán y el Presidente Fernández manejan este proceso. En mi opinión, tanto el pueblo argentino como los acreedores de Argentina deberían agradecerles por su buen trabajo”, dijo Hans Humes a Infobae.
Humes afirmó que los cambios de último momento “no cambian el flujo de pago que debe hacer el país, sino que apenas adelanta unos meses algunos pagos, lo cual no representa ningún sacrificio para la sociedad o el Gobierno y mejora el precio de los bonos”.
“Argentina actuó mucho mejor que en 2005. El ministro Martín Guzmán aprendió sobre la marcha y está llegando a un buen resultado, porque, con un acuerdo, la Argentina va a tener espacio para crecer”, agregó Humes, que se había separado de los comités al aceptar la oferta de 53,4 dólares.
El fundador de Greylock dijo que es posible que la Argentina se vuelva a convertir en un mercado atractivo para la emisión de la deuda, tanto para las empresas privadas como las provincias. “Hay mucha liquidez y la Argentina representa una buena historia, sobre todo porque su perfil de vencimientos de los próximos años es mucho más bajo que el de otros países emergentes”, sentenció.
Por esta razón, Humes descartó que, cuando el intercambio de bonos se concrete el 4 del mes próximo, haya una venta masiva de los nuevos títulos. “No va a ser así”, concluyó, categórico, a la espera, como casi todo el mercado, del comunicado de los acreedores que rubrique estos rumores de un acuerdo entre las dos partes.