Se trata de un instrumento que ya ofrecen las sociedades de Bolsa (Alycs) y algunos bancos. Invierten buena parte de su patrimonio en Lecap, títulos que coloca el Gobierno para financiarse
Los flamantes fondos comunes de inversión “t+0″ se transformaron en la nueva vedette del mercado para los ahorristas y las empresas que precisan sacarle rendimiento a sus pesos. Se trata de un instrumento que ofrece liquidez inmediata, pero especialmente prometen tasas que superan muy ampliamente lo que hoy pagan los bancos por hacer un plazo fijo, en promedio 30% anual.
Estos novedosos fondos invierten buena parte de su capital en Lecap, las letras capitalizables que está licitando semanalmente el Tesoro para financiar sus necesidades de caja. El detalle es que estos títulos tienen rendimientos cercanos al 50% anual para el tramo más corto (menos de 60 días), superando ampliamente lo que están pagando los bancos.
Para que estas tasas mucho más atractivas lleguen a los individuos, varias sociedades gerentes (sociedades de Bolsa) armaron estos nuevos fondos que invierten la mayor parte de sus tenencias en Lecap. Se puede suscribir a través de una sociedad de Bolsa (Alyc) o también a través de plataformas bancarias que los ofrezcan.
El resultado es un instrumento muy accesible para el pequeño inversor y que ofrece un rendimiento que oscila entre el 42% y el 45% anual, sustancialmente mayor que la tasa de los bancos.
Si bien se trata de un producto que invierte en corto plazo y muy líquido, tiene algunos riesgos. El principal es que el Gobierno no pague las Lecap, algo que sucedió en la crisis de mercado de 2019, en medio de la estampida cambiaria tras la victoria electoral del kirchnerismo.
Otro riesgo está vinculado a los cambios en la cotización de las Lecap, que pueden sufrir una caída de precio, impulsando a la baja el valor de la cuotaparte. Se trata de un riesgo muy acotado, pero que existe.
Estos fondos están reemplazando de manera gradual sostenida a los “money market”, que básicamente invierten en plazos fijos y cauciones bursátiles. Sin embargo, estos últimos sufrieron fuertes ventas en las últimas dos semanas a partir de la reducción de tasas. Parte de esa liquidez sobrante terminó yendo al dólar, generando una importante presión alcista en las cotizaciones financieras.
La opción elegida para atraer nuevamente liquidez son estos productos denominados “t+0″, que ofrecen liquidez inmediata y mejores tasas que los plazos fijos y los “money market”. Luego aparecen otros fondos conocidos como “t+1″ que invierten en bonos en pesos que no tienen liquidez inmediata como Boncer (títulos que ajustan por inflación) y otros papeles también emitidos por el Tesoro.
Los pequeños ahorristas también pueden participar en las licitaciones que realiza semanalmente el Tesoro y comprar directamente las LECAP. Sin embargo, no se trata de una opción tan sencilla y requiere cierta información y especialización. En cambio, la alternativa de comprar cuotapartes de fondos comunes resulta mucho más digerible para los inversores individuales.
Una de las incógnitas es cuánto tardarán los bancos en subir las tasas, dado que ahora buena parte de su liquidez se vuelca en Lecap. Por ahora no lo hicieron, lo que sugiere que tienen mucho dinero ocioso, por lo cual no sería negocio pagar más para captar pesos si luego no hay una clara aplicación.
Se supone que a medida que aumente la demanda de crédito habrá mayor necesidad de fondeo para salir a prestar y en ese caso podrían reajustarse las tasas. De esta forma, habría menos ahorristas o empresas pasándose a los nuevos fondos comunes.
El propio ministro de Economía, Luis Caputo, había sugerido que los bancos tenían que trasladar las mayores tasas de Lecap a los ahorristas. En ese sentido, explicó que la nueva tasa de referencia a tener en cuenta es en realidad la de los bonos emitidos por el Tesoro.
Las billeteras digitales y otras entidades que ofrecen remuneración de saldos a la vista también se encontraron con nuevos desafíos a partir de la baja de tasas. Sucede que los fondos comunes que utilizan para pagarle a los usuarios son money market, que además deben mantener por orden del Central un 15% del dinero encajado, es decir que no se puede invertir. La consecuencia de esto es que las tasas cayeron muy fuerte y quedaron incluso debajo de la de plazo fijo. Por lo tanto, ahora el desafío es captar clientes a partir de otros atributos, como promociones, nuevos productos, funcionalidades y sobre todo crédito, ya sea a través de una tarjeta, micropréstamos o cuotificar pagos.