Los depósitos indexados se destacan por sus buenos rendimientos entre inversiones conservadoras. En 6 meses, pagaron lo que un plazo fijo tradicional necesita 8 meses para alcanzar
Los plazos fijos UVA, ajustados por el mismo índice que se impulsó para el otorgamiento de créditos hipotecarios, son los depósitos que más crecen en el sector financiero local. Aunque todavía son una parte marginal del total de depósitos, algo más del 5% de todos los plazos fijos, crece su uso como herramienta para proteger ahorros en el mediano plazo ya que garantizan resultados por encima del avance de la inflación. Pero en este primer semestre de calma cambiaria, además, esos depósitos supieron ganarle también a todas las variantes del dólar.
El stock de plazos fijos UVA del sector privado depositados en el sistema financiero superó en los últimos días de junio los $171.000 millones por primera vez. La cifra implica un salto del 202% en lo que va del año y un avance del 15% en los 30 días hasta el 25 de junio.
El dinamismo de ese tipo de colocaciones contrata con un avance mensual del 3.18% en el stock de plazos fijos tradicionales del sector privado en los mismos 30 días, o el 26,13% que crecieron en lo que va de 2021.
Pero las distintas velocidades de avance se explican más que nada por cuestiones de dimensiones. Los plazos fijos atados a la inflación siguen siendo, todavía, una parte menor de los depósitos a plazo totales. Los $171.367 millones que había en depósitos UVA al 25 de junio, último dato disponible, son apenas el 5,77% del total de colocaciones a plazo. El plazo fijo tradicional sigue siendo rey con $2,796 billones depositados en la misma fecha.
Ese papel minoritario que tienen los ahorristas y empresas, sin embargo, no impide que sean los ganadores en el primer semestre del año al menos si limitamos las alternativas a formas de ahorro tradicional: plazo fijo a 30 días, dólar y plazo fijo UVA. Esos ahorristas prefirieron cubrirse frente a la inflación antes que ir a otras vías de inversión y los malos resultados del Gobierno en base a
Según cálculos de Giselle Colasurdo, especialista en mercado de capitales, un depósito a plazo fijo UVA colocado el último día hábil de 2020 y retirado hoy arrojó un rendimiento en pesos de 26,9%. Esto está por encima del 25% que habría acumulado la inflación en el semestre.
Uno de los motivos que menos atrae a los ahorristas al plazo fijo UVA es su plazo mínimo de 90 días, a diferencia del plazo fijo tradicional que se puede colocar a 30 días. Pero el cierre del primer semestre del año permite una comparación cómoda. En los mismos 6 meses, seis plazos fijos tradicionales a 30 días renovados -tanto capital como intereses- durante todo el período arrojaron un rendimiento del 19,98% en el año. O sea que el UVA pagó en 6 meses lo que el plazo fijo tradicional hubiera pagado en 8.
“El que colocó en UVA le gano dos meses de rendimiento al plazo fijo tradicional, podría decirse”, resumió Colasurdo.
La novedad quizás más contraria al paladar del ahorrista argentino es que el plazo fijo UVA fue, además, un gran vehículo de “carry” durante la primera mitad del año. Es decir, rindió más que el dolar o, dicho de otra forma, hizo más ricos en dólares a quienes apostaron por él (al menos hasta ahora).
La cotización oficial del dólar subió apenas 12.09% en el primer semestre. Algo más ganó el precio mayorista, 13,8% en el mismo plazo, y no tanto más las versiones financieras. El dólar MEP avanzó 17,7% en los primeros seis meses del año y el dólar contado con liquidación 20,05%. Todas cifras por debajo del 26,9% que pagaron los depósitos UVA y, salvo en el caso del liqui, todas por debajo de lo que rindió un plazo fijo tradicional.