Anoche el presidente del Banco Central presentó el mecanismo para acelerar la venta de soja por parte de los productores, y así acceder a un mejor tipo de cambio por el 30% del volumen vendido y con el 70% restante realizar un depósito a la vista.
Anoche el Banco Central de la República Argentina (BCRA) lanzó un nuevo instrumento financiero con el objetivo de acelerar la venta de soja de la última cosecha por parte de los productores, a cambio de acceder a un mejor tipo de cambio por el 30% del volumen vendido y con el 70% restante realizar un depósito a la vista.
Se trata de una de las medidas que tenía en carpeta el Gobierno con el fin de mejorar la oferta de dólares en la plaza y darle más margen al Banco Central para poder acumular reservas, que pese a las últimas ruedas en las que la entidad logró comprar USD 105 millones, continúa con saldo neto negativo en lo que va del 2022 y solamente es el 12,8% del total a favor que obtuvo en el mismo período del año pasado.
Según comentó anoche Miguel Pesce, presidente de la entidad durante un encuentro con periodistas por zoom, la medida “no genera ningún desdoblamiento, sino que es un instrumento financiero que les permite a los productores preservar el valor de su producción. Con esto esperamos destrabar la dificultad que expresado todo el segmento de producción agropecuaria con respecto a la comercialización de soja, que como todos ustedes saben viene demorada con respecto a los avances que ha registrado en los años anteriores”.
En el ámbito de la producción agropecuaria aseguran que la decisión oficial es difícil de implementar y mostraron su disconformidad ya que la misma no fue consensuada con el sector. En ese sentido, Pesce dijo que se atendió el reclamo que habían hecho llegar diferentes entidades, y solamente se dialogó con los ministerios de Economía y Agricultura, y con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
También el presidente del Banco Central precisó que en estos momentos, según las estimaciones con las que cuenta el organismo, “existen en manos de los productores 2.800 millones de dólares retenidos, a los que hay que sumar 2.200 millones de la industria, sin precio a fijar. Al respecto, comentó: “Ese es el universo. Ahora veremos cuántos se adhieren. Lo que sí, ahora no vemos cuál puede ser el inconveniente para que se adhieran, ya que ahora tienen el instrumento que les permite conservar el valor de su activo”.
Funcionamiento
Ahora bien, sobre el impacto y el funcionamiento del nuevo instrumento financiero, un cálculo cargo de Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma estima que lo que se lleva el productor es un tipo de cambio promedio del orden de los $293,79. O sea, un 114% más alto que el tipo de cambio oficial en lugar del 140% de brecha que existe hoy con el mercado libre.
Para llegar a esa cifra hay que partir de una serie de supuestos. Primero, que “el depósito dollar-linked al productor no le interesa, porque eso ya existía y no se usa en forma relevante”. Y segundo, hay dos formas de verlo, de acuerdo a si el acceso al dólar solidario con percepciones de Ganancias es visto como un costo más, no un adelanto de impuestos a ser descontado.
“En términos de porcentaje, el productor recibirá un 33% de la producción, suavemente por encima del 29% que percibía antes de la medida. Para poner en perspectiva, cuando asumió Alberto Fernández en diciembre 2019 el sojero obtenía el 56% de lo producido y en agosto 2019 (pre-PASO) el 73%” (PPI)
Partiendo de esa base, el valor del 70% en pesos que el productor se queda se puede calcular a un valor de mercado de $323 por dólar, al tipo de cambio libre. Y el del 30% restante a un dólar de $225,64 que es el dólar mayorista con 65% de recargo “solidario”. Entre esos dos valores, el tipo de cambio implícito final que habría percibido es el de $293,79.
“Para mi va a tener un efecto muy menor, porque no es que el productor había dejado de vender sino que vendía más lento. El resultado que va a tener es que el que ya estaba vendiendo va a tomar el beneficio de acceso al mercado de cambios y demandar más dólares, sólo en el margen se puede apurar alguna venta más”, dijo el economista.
“El productor no estaba vendiendo más que nada porque puede financiar los gastos con préstamos en pesos a tasa real negativa. Gastos que son menos aún porque ni siquiera hay fertilizantes e insumos para comprar. Con lo cual hasta que no tenga que hacer gastos o pueda financiarlos, no tiene incentivos a vender”, concluyó Caamaño.
Un análisis de Portfolio Personal Inversiones, por su parte, explica su poca fe en que la medida cambie la dinámica en el mercado cambiario.
“Nuestro primer análisis de la medida no es muy auspicioso. El primer punto radica en el monto original desde donde se calculan los porcentajes. Hoy en día los productores de soja liquidan al tipo de cambio oficial ($130.6233), pero los pesos percibidos son menores debido a la retención del 33%. De esta manera, el sojero recibe un dólar de $87.50″, analizó PPI.
“Dado que la norma habla de la “Liquidación primaria de granos” definitiva (Resolución General AFIP N° 3419), la base sobre la cual se aplican los nuevos mecanismos es menor, reduciendo el impacto final de la nueva medida. Así, el productor pasará de recibir por cada tonelada de soja USD 162 a USD 189 (16,5% más). En términos de porcentaje, el productor recibirá un 33% de la producción, suavemente por encima del 29% que percibía antes de la medida. Para poner en perspectiva, cuando asumió Alberto Fernández en diciembre 2019 el sojero obtenía el 56% de lo producido y en agosto 2019 (pre-PASO) el 73%”, agregó.
“El mayor incentivo radica en la posibilidad de comprar dólar ahorro por un 30%. Esto implica adquirir un dólar a $215.52 ($130,6233 multiplicado por 1,65), cuando el MEP cerró ayer en $324 (41,7% más). La norma no imposibilita la compra de títulos contra dólares y su posterior venta de títulos contra pesos, con lo cual el productor podría hacerse con esa diferencia en el mercado.
“Con respecto al 70% restante, el depósito ajuste Dollar Linked luce atractivo para las alternativas del mercado financiero, pero ante los ojos del productor, debe superar la posibilidad de quedarse con el grano”, continuó el análisis.
Por último, y no menos importante, el productor que aplique a este régimen quedará bajo el mismo esquema que un importador que accede al MULC: no podrá adquirir MEP/CCL, CEDEARs, ONs corporativas Ley NY, etc. Lo más importante es destacar que esta norma no aplica solamente al 70% depositados en las cuentas especiales, sino al stock total de pesos que cada productor posea.