Ya sea que este año se haya propuesto ahorrar y quiera conocer cuál es la mejor estrategia para mejorar sus cuentas o que finalmente quiera dar el salto y animarse a invertir, El Cronista consultó a cuatro asesores financieros para conseguir pasar a la acción con los propósitos en materia de ahorro e inversiones y poder incorporar este hábito por los próximos doce meses
Dicen que el ahorro es la base de la fortuna y aunque a muchos argentinos se le dificulte llegar a fin de mes, conseguir guardar un capital es clave para hacer crecer finalmente el patrimonio. Tan tradicional como las 12 uvas en los últimos segundos del 31 de diciembre son las resoluciones del 1 de enero: «este año adelgazo 5 kilos», «este año cambio el auto», «me mudo», «aprendo un idioma».
Ya sea que este año se haya propuesto ahorrar y quiera conocer cuál es la mejor estrategia para mantener el valor de su dinero frente a una inflación que si bien va a estar desacelerándose respecto al 40% de 2016, se va a mantener según el consenso de la City por encima del 20%; o que finalmente quiera dar el salto y animarse a invertir, El Cronista consultó a cuatro asesores financieros para conseguir pasar a la acción con los propósitos en materia de ahorro e inversiones.
– Organizarse
No hay mejor momento para parar un poco la pelota y revisar las cuentas que el primer mes del año. «Argentina tiene un claro déficit en su población en materia de educación financiera. Y esto no solo se ve al momento de invertir, sino en un paso previo que es algo tan básico como armar un presupuesto mensual contabilizando los ingresos y gastos totales», afirmó el economista jefe de Inversor Global, Diego Martínez Burzaco. «Estoy seguro que una parte importante de los lectores no sabe con exactitud cuánto le entra y cuánto gasta en un mes u otro período de tiempo. Y ordenar eso es el paso principal para tener un panorama más claro sobre las perspectivas financieras personales», añadió.
– Fijar un objetivo
El ahorro es un hábito y como tal requiere constancia. Pero sin dudas, resulta mucho más fácil incorporarlo al día si se conoce de antemano para qué se destinará ese dinero que se evita gastar. «Es muy importante tener muy en claro para qué se va a invertir: ¿para mejorar tu poder adquisitivo, para generar una renta a largo plazo, para incrementar el dinero? El primer paso es saber qué se quiere hacer con ese dinero y a partir de ahí se pueden comenzar a tomar las primeras decisiones de inversión», dijo Mariano Otálora.
Para Diego Martínez Burzaco, una vez que se conoce al detalle el estado de las cuentas y que se haya fijado una meta de ahorro se necesita «ordenarse para intentar que los ingresos superan a los gastos de forma sustentable y generar un ahorro. Hay dos formas de hacerlo: o eliminando gastos superfluos y manteniendo los ingresos; o subiendo los ingresos y manteniendo el nivel de gasto. Así de simple».
– Comprometerse
El consejo de los analistas es que el ahorro se haga a comienzos de mes, para evitar que el dinero se escape en gastos innecesarios después. Algunos recomiendan incluso «el ahorro forzoso». Por ejemplo, el economista Martín Tetaz afirmó: «La mejor forma de generar un ahorro es lo que los americanos llaman la regla del default. Uno puede armarse este ahorro obligado pagando por ejemplo un plan de ahorro para la compra de un auto, mediante un débito en sus cuentas. Al quitarse esa porción de los ingresos que uno está dispuesto a ahorrar de forma automática, se evita gastar en otra cosa». Tetaz recordó que la tecnología puede ser un aliado para cumplir con estas metas. «Hay una app llamada Stickk que genera una regla de compromisos, ya sea hacer dieta, ir al gimnasio o ahorrar. El que se la descarga asume un compromiso público y pone de testigos a dos o tres amigos. De antemano tiene que poner una cantidad de plata, que actúa como “multa” en caso que no cumpla con su objetivo».
– Asesorarse
Para Mariano Otálora, «en un contexto inflacionario, la única forma de crecer es invirtiendo. Para eso, o te asesoras con alguien que sepa más que vos o te empezás a capacitar. También es necesario estar al tanto de toda la información que hay disponible. Si vas a invertir conocimiento, lo vas a pagar caro». Mariano Sardans, CEO de FDI, recomendó prestar atención a la letra chica de las inversiones. «Para los pequeños ahorristas, no importa si van a invertir $10.000, $50.000 o $100.000 el problema es que las comisiones son muy altas y atentan contra la rentabilidad que ofrece, por ejemplo un bono. Lo que conspira son los costos: para ganar con la TIR de un bono, lo que se necesita es reinvertir el cupón, y para eso pueden llegar a cobrarle hasta el 2% de fee», explicó.
En ese caso, conviene estudiar bien el menú de opciones, la rentabilidad que cada una ofrece y los costos asociados. «Muchos se fueron el año pasado a Lebac, pero los bancos cobran el 1% mensual para renovar el stock, con lo que en un año le quita un 13% de ganancia a la inversión. Visto así, una Lebac al 24% rinde menos que un plazo fijo», señaló.