El drenaje de divisas vía el comercio exterior lo explican cuatro sectores en la actualidad: automotor, energía, turismo y bienes de consumo electrónicos. El costo en términos de divisas de estos sectores fue el año pasado de u$s 20.000 millones y para 2013 se estiman casi u$s 32.000 millones. El diagnóstico del Gobierno es que el origen de la caída de las reservas del BCRA responde a un conjunto de déficits intersectoriales en las cadenas de valor, por lo cual para frenar el drenaje de divisas creen que se necesitan medidas intersectoriales más el refuerzo de las existentes. Ello explica, en parte, la decisión de aumentar el recargo para los viajeros al exterior y el impuesto a los autos de alta gama.
Pero lo cierto es que más allá de la explosión del gasto turístico cuyo déficit pasó de casi u$s 5.000 millones en 2012 al doble este año, éste es de más fácil resolución, pero lo que resulta preocupante es el desbalance del sector automotor y del de bienes de consumo electrónicos, porque entre ambos el déficit de divisas se acerca a los u$s 15.000 millones, según estimaciones de M&S Consultores. Claro que el tema energético es clave y relevante, ya que ha triplicado el drenaje de divisas respecto de 2012 a más de u$s 6.500 millones y con proyecciones para los próximos años escalofriantes, pero siempre acecha la válvula de escape de atemperarlo vía una recesión, con los consiguientes costos socioeconómicos. Ahora bien, para reducir las importaciones de energía se requeriría de un temible tarifazo para impactar en el consumo.
Frente a esto, los desequilibrios del sector automotor y de bienes de consumo electrónicos pasan a ser determinantes para el mediano plazo.
Por un lado, en el automotor el saldo comercial estimado por M&S marca un rojo de u$s 9.000 millones, pero ocurre que mientras el comercio de vehículos es superavitario en unos u$s 500 millones, es el intercambio de autopartes el que derrumba la balanza con un déficit de u$s 9.500 millones. Por este motivo, el sector automotor es uno de los más deficitarios. Con las medidas anunciadas para los autos de alta gama, el impacto es un ahorro máximo de u$s 1.200 millones. De modo que por ahí no pasaba el meollo. "La mayor demanda de divisas que muestra el sector automotor no está en la importación de autos, sino en la compra de partes para que las fábricas sigan armando vehículos en el país", explica M&S.
Dentro de la estrategia de desarrollo industrial del Gobierno debería intensificarse la sustitución de autopartes si en algún momento se aspira a equilibrar la balanza sectorial para evitar las comparaciones con la maquila mexicana.
Electrónicos
El otro gran responsable del drenaje de divisas vía el canal comercial es el rubro de bienes de consumo electrónicos (lavarropas, secarropas, refrigeradores, congeladores, televisores, LCD, reproductores de DVD, celulares, monitores LCD para PC, hornos microondas, etc.), que si bien muestra un importante aumento de la producción local, sobre todo a partir de la reactivación tras la salida de la convertibilidad y por la Ley 26.539 de 2009 que beneficia a Tierra del Fuego, ha significado un déficit comercial de u$s 6.000 millones, según M&S, debido a la importación de partes para ensamblar. El valor agregado de este sector se concentra precisamente en las últimas etapas, en el montaje de componentes, ensamblado y la prueba de equipos. El sector, lejos de generar un ahorro de divisas, ha sido deficitario porque explotaron las importaciones de partes y componentes.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=721305