Las entidades aguardan con ansiedad la normativa del Central. Ya prevén faltantes de Cedin durante los primeros días en las sucursales de los puntos más alejados del interior del país, ya que muchos bancos todavía no tienen los certificados en su poder y la logística de traslado tiene sus tiempos. La intención del Gobierno es que el mercado secundario de los Cedin perdure más allá de los tres meses de suscripción
Recién me acaba de llamar el gerente de Sistemas para que le pase las definiciones de cómo se comprará y venderá el Cedin, para ver si hay que emitir un boleto o una declaración jurada y qué información hay que pasarle al Banco Central y a la AFIP de quiénes compraron y de quiénes vendieron, ya que todo esto lleva un desarrollo a nivel sistemas. Pero llamé al BCRA y me dijeron que aún no tienen nada, así que volveré a llamar mañana (por hoy) a ver si hay alguna novedad”, revela el directivo de un banco de primera línea, quien hace notar que a 72 horas hábiles del comienzo del Cedin aún no se reglamentó el mercado secundario.
Las entidades aguardan con ansiedad conocer lo más pronto posible la normativa del Banco Central. Sin embargo, ya prevén faltantes de Cedin durante los primeros días en las sucursales de los puntos más alejados del interior del país, ya que muchos bancos todavía no tienen los certificados en su poder, y la logística de traslado lleva sus tiempos.
No obstante, en el BCRA dicen que ayer ya comenzaron a distribuirse. “Nosotros llamamos y nos dijeron que todavía no los tenían. Estamos más interesados que nadie en poder tenerlos lo antes posible, de modo de poder tener todas las sucursales cubiertas. Pero por lo visto se parece a la Supercard de Moreno: viene con retrasos. Hoy volveremos a llamar a ver si ya los tienen y, de ser así, iremos en forma inmediata a buscarlos, no sea cosa que te tilden como un banco que no los ayuda y nos liguemos represalias”, confiesan en una entidad.
“La intención del Gobierno es que el mercado secundario de los Cedin perdure más allá de los tres meses de suscripción, de forma que el certificado se quede dando vueltas y no vaya a a la ventanilla de los bancos a cambiarse por dólares constantes y sonantes. Cuanto más largo es el tiempo que el Cedin ande en la calle, mayor es el lapso en el cual el Gobierno se fondea con el dinero del blanqueo. Claro que para eso el mercado secundario deberá tener algún tipo de atractivo”, analiza un banquero.
“Pero en el Gobierno están preocupados porque es difícil que alguien permanezca con los Cedin en el bolsillo por mucho tiempo. Si dicen que los pesos queman por la inflación, los Cedin son una bomba. O los aplico rápido o los negocio, pero estoy seguro que van a actuar como un pase de manos, ser de rápida digestión. Mirá si mañana complican el pago con burocracias gubernamentales, o ponen alguna nueva disposición porque necesitan dólares”, se atajan fuentes del mercado financiero.
En la plaza entienden que la única manera de que el certificado gane credibilidad (no como moneda, sino como medio de pago, como si fuera un cheque) es que el Gobierno demuestre rapidez en pagar y honrar el pago, en forma directa y sin vueltas.
En los bancos tienen esperanzas de poder hacer los mismos negocios que hicieron en su momento con los patacones: “Vendimos mucho, porque una empresa los pagaba al 80% y les servía para pagar impuestos y a los proveedores, pero la diferencia es que había denominaciones chicas. Los Cedin, en cambio, son como si fueran un plazo fijo y no hay de menos de u$s 100, con lo cual es más difícil, ya que no fue ideado para pequeñas transacciones. Nosotros, por ejemplo, tenemos pensado mandar en un principio sólo 20 Cedines a cada sucursal, ya que ellos luego le ponen el importe final”.