Por Invecq Consultora Económica.
Resumen semanal
Este miércoles el Gobierno oficializó la “transparencia de precios” en la cual obliga a los comercios a discriminar el precio de los productos al contado y financiado en cuotas. La decisión de aclarar cuánto pagará el consumidor podría derivar en un spread de 15% entre el precio de los bienes abonados al contado y financiados, lo cual se explicaría, en parte, por el costo implícito que ejercen las cuotas “sin interés” sobre el precio final del bien. La medida entrará en vigencia a partir del 1° de febrero.
Respecto al nivel de actividad, el INDEC informó que en 2016 se registró un incremento en el total de energía autogenerada de 8% respecto a 2015, mientras que la destinada a autoconsumo registró una suba de 8,3% a igual periodo. Otro indicador que surge a partir del instituto de estadística deriva de la encuesta de Ocupación Hotelera del mes de noviembre de 2016. La EOH registró un aumento de 4,9% en las pernoctaciones de establecimientos hoteleros respecto a igual mes de 2015. De tal manera, las pernoctaciones correspondientes a residentes se incrementaron 2,7% interanual, mientras que la de no residentes obtuvo una mejora de 12,4 puntos porcentuales a igual periodo. De esta manera, el total de viajeros hospedados fue de 1,8 millones, lo que representó una suba de 9,8% interanual.
Por otro lado, según la Universidad Torcuato Di Tella, el Índice de Confianza del Consumidor registró en enero una retracción interanual de 16,7%. Asimismo, analizando la medición desestacionalizada puede observarse una ligera merma de 0,03% respecto de diciembre pasado. Del mismo modo, en términos desagregados se aprecian retrocesos de 1,7% en Capital Federal y 0,2% en GBA, mientras que en el Interior del país la confianza logró incrementarse un 1,04%. Respecto al nivel de ingreso, la confianza del consumidor de aquellos con menores recursos disminuyó 0,7%, mientras que los de mayores ingresos mejoraron en 0,3%. Correlacionado a ello, esta semana el INDEC publicó la Canasta Básica Alimentaria y Total. Tanto la CBA como la CBT se incrementaron en diciembre 0,23% respecto a noviembre. En consiguiente, el monto mínimo necesario para que una familia tipo no caiga en la línea de indigencia se ubicó en $5.458,86, mientras que la que define la línea de pobreza se estableció en $13.155,83.
Analizando la política monetaria, esta semana el BCRA volvió a mantener sin modificaciones la tasa de referencia, por lo que el corredor de pases a 7 días continúa en 24,75%. El motivo se basó en que los indicadores inflacionarios monitoreados por el BCRA indicaron señales mixtas en los días transcurridos de enero. Por otro lado, este jueves el Gobierno licitó un título de deuda en moneda nacional a 4,5 años por un total de $11.741 millones atados al CER más 2,5%. Asimismo, emitió dos nuevos bonos en el mercado externo a 5 y 10 años por un monto total de US$7.000 millones a tasas de 5,625% y 6,875%, respectivamente. En consiguiente, las Reservas Internacional del Banco Central aumentaron US$6.859,3 millones, por lo que se ubicaron en US$46.632 millones, el nivel más alto desde agosto de 2012.
Cumpliendo metas
Con los datos recientes publicados por el Ministerio de Hacienda sobre las cuentas públicas, el gobierno puede anotarse una meta más en su lista de logros del 2016. Mientras que la meta fijada en un principio era cerrar el año con un déficit primario sin rentas del 4,8% del PBI, algunos factores particulares de fin de año permitieron terminar el año con un déficit menor: del 4,6% del PBI.
Este resultado, sin embargo, merece ser analizado con detenimiento debido a que está influenciado por distintos factores puntuales, en particular, por ingresos extraordinarios provenientes de las multas pagadas por los activos blanqueados, pero también por gastos extraordinarios que se realizaron en el último mes del año, muy probablemente, en forma de adelanto de gastos del 2017. Desde que comenzó el proceso de sinceramiento fiscal, el fisco recibió ingresos de esta fuente por 106.000 millones de pesos, lo que equivale aproximadamente al 1,3% del PBI. Es decir que de la meta original de 4,8% que se había impuesto el gobierno, el blanqueo aportó recursos para permitirle cerrar en 3,5%. Sin embargo, según nuestras propias estimaciones, la dinámica de gastos e ingresos que venían mostrando las cuentas públicas hasta el mes de octubre estaba haciendo peligrar el cumplimiento de la meta debido a que los gastos crecían a una mayor velocidad que los ingresos. De esta manera, en caso de no haber existido el blanqueo, probablemente el gobierno habría cerrado el año con un déficit de 5 puntos del PBI. De este modo, el blanqueo permitió al gobierno llevar el déficit de 5 puntos del PBI al 3,7%.
¿Por qué entonces el déficit terminó siendo de 4,6%? Al ser recursos extraordinarios los ingresados por el blanqueo, es decir, que no estarán disponibles nuevamente este año, la dinámica podría haber implicado una reducción exagerada del déficit en 2016 y un incremento en 2017. Desde el punto de vista de las señales hacia el mercado, no sería recomendable que el déficit cierre en 3,7% y tenga un incremento a 4,2% este año. Aunque el gobierno estaría cumpliendo la meta de 2017, la señal sería algo confusa, porque el déficit efectivamente habría aumentado (debido a que la base de comparación hubiera sido excepcionalmente baja). En línea con este razonamiento, el gobierno decidió adelantar en diciembre del año pasado gastos del corriente año. De esa manera, neutralizó en gran parte el efecto extraordinario del blanqueo sobre los números de 2016 y otorgó margen para cumplir con mayor comodidad la meta del 4,2% en 2017. Esta estrategia generará señales más claras para los agentes ya que el déficit tendrá una reducción en 2017 respecto a 2016.
En este esquema debe ser analizado el fuerte incremento de gastos que se observa en las estadísticas fiscales del mes de diciembre. Bastante alerta generó en los medios de comunicación el aumento del 85% en los gastos primarios que se observó en diciembre. Sin embargo, aún con este fuerte incremento, promediando el último trimestre del año, los ingresos crecieron más aún. Esto es así debido a que los ingresos crecieron 51% interanual en noviembre y 103% interanual en diciembre. Esto implicó que, en promedio, los ingresos del último trimestre del año crecieran casi un 60% interanual mientras que los gastos lo hicieron a un ritmo del 57%. De haber continuado con la dinámica previa, los gastos se hubieran expandido alrededor de un 40%, representando una brecha importante respecto a la dinámica de los ingresos.
En el gráfico puede observarse con claridad dos momentos diferenciados en 2016. Durante el primer semestre del año el gobierno logró manejar los gastos de manera tal que los ingresos crecieran (apenas) por encima y así apuntar a cumplir con la meta fiscal planteada. Sin embargo, las necesidades de reactivar la economía de cara al año electoral que estamos comenzando a transitar obligaron a incrementar los gastos, en particular aquellos destinados a la política social y la cobertura previsional. De esta forma, el segundo semestre del año mostró una dinámica inversa: gastos creciendo por encima de los ingresos. Es por ello que, de no haber sido por los ingresos extraordinarios del blanqueo, se hubiera incumplido la meta fiscal, pero, de no haber adelantado gastos del año 2017 se hubiera “sobrecumplido” dicha meta. En términos del gráfico, la línea roja no hubiera experimentado un crecimiento tan importante en diciembre y la brecha con la azul (los ingresos) hubiera implicado un resultado fiscal mucho más holgado.
Más allá de todos estos detalles, el gobierno ha podido mostrar un logro más para terminar el 2016 y empezar el 2017 con algunos puntos a favor. A la importante reducción de la inflación lograda por el accionar del BCRA a lo largo del segundo semestre de 2016 (en términos anualizados se ubicó por debajo del 20%), se suma la confirmación del rebote de la actividad económica desde el mes de octubre del año pasado y la lenta pero firme recuperación del empleo privado formal desde agosto del año pasado.
Los últimos datos informados por el INDEC muestran que la economía creció un 0,5% en octubre respecto a septiembre desestacionalizado y que esta recuperación fue del 1,4% al comparar noviembre con octubre. De esta forma la caída interanual que acumulaba un -2,6% ha comenzado a disminuir y, probablemente se ubique apenas por debajo del número final que marcó la recesión en 2014. En la misma línea, el mercado laboral también está dando señales claras de recuperación. El salario real acumula ya 4 meses de rebote al igual que el empleo privado. Si bien ambos continúan en rojo al momento de observar las comparaciones interanuales, la recuperación mensual indica señales de rebote. De esta manera, el año 2017 comenzaría con un importante impulso al consumo debido a la recuperación conjunta de la cantidad de trabajadores empleados y el salario real de los mismos.
Terminar el año cumpliendo metas (con alguna demora respecto a lo que había prometido el gobierno) plantea un escenario optimista para las elecciones del 2017 en las cuales Cambiemos deberá revalidar la confianza depositada por el electorado.