Buscan generar una «experiencia piloto» con un cupo de 100 mil toneladas. A cambio deberán trasladar a los productores un mayor porcentaje del precio en el mercado externo.
La cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA) recibirá permisos de exportación de trigo (ROES) por 100 mil toneladas, a cambio de trasladar a los productores un mayor porcentaje del precio obtenido en el mercado externo. El plan fue acordado durante la reunión realizada el viernes pasado entre tres ministros del gobierno nacional y la conducción de la Federación Agraria Argentina (FAA) y busca generar una suerte de «experiencia piloto» destinada a achicar a brecha que hoy existe entre la capacidad de pago de los exportadores y la cotización a la que se abona la materia prima a los agricultores.
El presidente de AFA, Jorge Petetta, explicó que la cooperativa será «la pata comercial» del acuerdo entre el gobierno y los federados y tiene como objetivo «demostrar que se puede trasladar a los productores las mejoras obtenidas en el precio». Si bien aclaró que será difícil llegar al llamado FAS teórico (capacidad de pago de los compradores en el mercado interno), por «problemas de calidad», estimó que se puede mejorar entre un 25 ó 30 por ciento el valor que reciben actualmente la producción, del orden los mil pesos la tonelada.
«Con estos ROES vamos a hacer negocios de exportación y trasladar la diferencia de precios a nuestros asociados y a los productores de algunas otras cooperativas afiliada s a la FAA, no es la intención quedarnos con todos los permisos sino marcar el camino de que se puede pagar más a los productores», señaló el dirigente.
Explicó que esta semana comenzarán a contactar a los asociados que «se acerquen a los centros primarios, se informen y dejen las órdenes de venta». La cooperativa tiene acopiadas 800 mil toneladas del cereal. Peteta celebró «la vuelta del diálogo» entre el gobierno y la FAA y confió en que los anuncios ayuden a «incentivar la siembra» en la próxima campaña.
Si bien el cupo comprometido a AFA es un porcentaje muy pequeño del universo del total del volumen de exportación (se otorgaron hasta ahora para este ciclo permisos por 2,2 millones de toneladas frente a un saldo exportable estimado en unas 7 millones de toneladas), es un paso significativo para la cooperativa vinculada históricamente al complejo federado. En un negocio dominado por las grandes cerealeras, la idea es generar un caso testigo que, si sale bien, se profundizaría. «La voluntad que nos transmitieron las autoridades es otorgar los ROES necesarios a las cooperativas para garantizar que los productores accedan al precio más cercano al mercado internacional», señaló el presidente de Federación Agraria, Omar Príncipe.
Desde que el gobierno nacional instrumentó la resolución 543 que intervino los principales mercados agropecuarios, hace siete años, las entidades gremiales de productores denuncian que cada campaña se produce una enorme transferencia de ingresos de los agricultores hacia las empresas molineras y exportadoras. El sistema de cupos de exportación se implementó de tal manera que suprimió la competencia de esos dos grandes demandantes del grano, y dejó cautivos a los productores de un mercado que se plancha totalmente cuando se levanta la cosecha.
Las entidades agropecuarias estiman que esta transferencia hacia las grandes empresas sumó 80 mil millones de pesos en los últimos siete años. Y que este año, el diferencial está entre 400 y 500 pesos por tonelada.
Tras el encuentro que se llevó a cabo el viernes con la nueva conducción de la FAA, el ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró que el gobierno «va a otorgar permisos de exportación cuando el precio pagado al productor esté cercano al valor de exportación, entre 1.250 y 1.500 pesos por tonelada».
Ayer, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró que el precio teórico debería ser de 1.420 pesos. Y denunció que los exportadores «se apropiaron de 4 millones de toneladas» de trigo de la última cosecha sin pagar lo que corresponde al productor.