A pesar de las tensiones regulatorias, el mercado cripto logró ganar terreno en lo que va del año
Luego de transitar en 2022 uno de sus peores años en su corta historia, las criptomonedas cerraron el primer semestre de 2023 con importantes ganancias, en el marco de un año atravesado por la crisis bancaria que generó algunas dudas transitorias sobre la salud del sistema financiero tradicional, lo que a su vez estimuló el apetito cripto. En los últimos meses, a su vez, condicionaron al mercado las acciones legales tomadas por la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) contra dos de los mayores exchanges en el mundo.
Sin embargo, en ese marco, Bitcoin (BTC), la criptomoneda más popular, logró superar los u$s30.000, para acumular una suba de más del 80% en lo que va del año. Además, en este mismo período, alcanzó su nivel más alto de dominancia en más de dos años -desde abril de 2021-, su valor contra el dólar trepó un 68% y su nivel de transacciones alcanzó máximos históricos.
Entre las criptomonedas que marcaron mayores subas durante el primer semestre también se cuentan Solana (+91,53%), Ethereum (+60,1%), Litecoin (+49,2%), XRP (+40%) y Cardano (+15.89%). También hubo algunas que, en lo que va del año, acumulan leves avances como BNB (+1.06%), Tether (+0,03%) y USD Coin (+0.02%). En tanto, entre las 10 principales, solo una retrocedió, esa fue Dogecoin, con una caída del 2.4%.
«El año pasado fue muy complejo para el mundo cripto. Los precios se desplomaron, varios proyectos emblemáticos como Luna fracasaron y la cereza del postre fue la quiebra de FTX en noviembre. Sin embargo, este año las criptomonedas han sido uno de los activos de mejor desempeño», sostiene Rafael Calderón, Strategy Senior Specialist de Bitso en diálogo con Ámbito.
¿Por qué ganaron las criptomonedas en el semestre?
La crisis de FTX en noviembre de 2022 y la crisis financiera que tuvo lugar desde marzo de 2023 generaron un gran nivel de desconfianza en relación al sistema financiero tradicional. Eso terminó generando una ayuda para las empresas del mercado de criptoactivos, e hizo que los inversores reevalúen donde deseaban guardar su dinero.
Otro de los factores que impulsa a las criptomonedas es la expectativa de que la agresiva política de suba de tasas de interés de la Reserva Federal esté llegando a su fin, más allá de los dos futuros aumentos anunciados recientemente.
Por otra parte, durante los primeros meses de 2023, surgieron nuevos casos de uso dentro de la red de Bitcoin que atrajeron tanto a usuarios como a desarrolladores. El movimiento estuvo liderado por un protocolo llamado “Inscriptions” que permite la creación de NFTs y tokens directamente sobre Bitcoin.
Esto provocó mayor interés e impactó en la cantidad de transacciones diarias, que llegaron a un pico de casi 700.000 a fines de mayo. “Aunque estos nuevos casos de uso causaron divisiones y polémica dentro de la comunidad de Bitcoin, no se puede negar que impulsaron la demanda y el interés en la red”, explican desde Lemon a Ámbito.
Otra señal prometedora fue protagonizada por Blackrock, el mayor gestor de activos de inversión del mundo, al solicitar un ETF de Bitcoin. Dicha petición inspiró a más instituciones financieras como WisdomTree, Valkyrie Investments, Invesco, Bitwise, entre otras, a presentar ETFs de Bitcoin también.
Eso va a permitir que el dinero institucional vuelva a entrar a la industria de las criptomonedas a través de Bitcoin e indica que el mercado financiero tradicional tiene su mirada puesta en el mundo cripto.
Complicaciones para las altcoins
Aunque Bitcoin está logrando atraer interés del mercado tradicional, según Lemon, el resto del mercado cripto está atravesando «un panorama totalmente distinto». Explican que esto tiene que ver con las recientes denuncias de la agencia encargada de regular el mercado financiero estadounidense, la SEC, contra Binance y Coinbase.
El debate gira en torno a la comercialización de criptomonedas que podrían ser clasificadas como Securities, o valores financieros, y que, por lo tanto, deben someterse a otro tipo de regulación. El criterio para determinar si son consideradas activos financieros o no se basa en determinar quién las controla y cómo fue la distribución inicial de los tokens. Siguiendo ese criterio, los reguladores parecen coincidir en que Bitcoin entra dentro de esa categoría gracias a su descentralización y su libre distribución inicial.
Al tener menos incertidumbre regulatoria, Bitcoin está atrayendo capital, tanto de instituciones financieras tradicionales como de inversores del ecosistema cripto. «Por esta razón, la dominancia de BTC comparado con el resto de las criptomonedas está en los niveles más altos de los últimos dos años. Hoy, de cada 10 dólares que hay en cripto, 5 están en BTC», comentan desde Lemon.
«Aunque el impacto en los precios fue significativo, el mercado se ha recuperado muy rápido lo que es una señal muy positiva sobre la buena salud del mundo cripto en la actualidad», afirma Calderón, de Bitso.
Crecimiento a nivel local
En Argentina, la incertidumbre frente a las políticas monetarias y económicas, tasas de interés altas e inflación también impulsaron a los inversores a buscar activos alternativos como refugio de valor.
En ese marco, según Lemon, en el país ya son más de 5 millones de personas, el 20% de las personas laboralmente activas, las que que poseen criptomonedas.