En la carrera contra la devaluación, cada vez son más los pequeños inversores que buscan cubrirse de la pérdida de valor del peso a través de los futuros de dólar.
Este instrumento, que estuvo en boca de todos sobre el final de 2015 por las fuertes operaciones de venta que realizó el Banco Central bajo el comando de Alejandro Vanoli y que desataron una investigación judicial por supuesta “defraudación contra la administración pública”, registró un importante crecimiento en los últimos meses, de la mano principalmente de los inversores particulares y las pequeñas empresas.
Según datos de Rofex, uno de los mercados en el que se operan contratos de dólar futuro, antes de junio de 2015 las cuentas comitentes no alcanzaban las 1.000, mientras que a fines de diciembre de ese año ya superaban las 6.000 y el número sigue creciendo.
Iván Dalonso, gerente comercial de Rofex, señala que si bien es difícil precisar exactamente cuántos de estos inversores son “retail”, la mayoría de estas cuentas pertenecen a individuos y Pymes.
En el mercado rosarino creen que una de las razones de este marcado interés por los futuros de dólar tiene que ver con la mayor difusión que vienen llevando adelante los intermediarios, los mercados, los medios y los centros educativos.
De hecho, cada vez más sociedades de Bolsa y financieras ofrecen este instrumento como alternativa para resguardar el valor de los pesos a inversores menos sofisticados.
Está claro además que las expectativas de devaluación de la segunda mitad de 2015, de cara al cambio de Gobierno, y los vaivenes del dólar en el comienzo de este año hicieron que muchas compañías e individuos buscaran cobertura cambiaria.
“La volatilidad cambiaria de principios de 2016, como así también la oportunidad de estructurar estrategias junto como otros instrumentos como Lebacs, han hecho que gran cantidad de inversores acostumbrados a posicionarse al alza o a la baja de los precios, adopten los futuros de dólar como un componente habitual de su portfolio”, indicó Dalonso.
Tal como señala el gerente de Rofex, en el último tiempo se multiplicó la “bicicleta financiera” con futuros y letras del Banco Central, operación que en la city llaman “el sintético”. Básicamente consiste en comprar Lebac, para aprovechar las altas tasas que ofrece la autoridad monetaria, y cubrirse a través de la compra de futuros de dólar al mismo plazo de vencimiento.
Los futuros de dólar son contratos de compra-venta que se pactan entre dos partes a un valor determinado a una fecha a futuro, de acuerdo a las expectativas de cada uno. Así, al momento del vencimiento, el vendedor y el comprador obtienen ganancias o pérdidas según el precio del dólar sea menor o mayor al establecido previamente.
En el país existen dos mercados donde se opera dólar futuro, el Rofex y el MAE. El monto mínimo de inversión es de u$s 1.000 pero no es necesario contar con efectivo al momento de la compra del contrato, sino que se deposita una garantía que puede ser en pesos o en activos financieros.
Hay que aclarar que en esta operatoria nadie recibe dólares sino que los negocios se realizan en pesos y las diferencias de cotización se van integrando diariamente por compradores y vendedores.
Citan a Cristina por ventas del BCRA en Rofex
El juez federal Claudio Bonadio citó a declaración indagatoria a la expresidente Cristina de Kirchner para el próximo 13 de abril en el marco de la causa en la que se investigan operaciones de venta de dólares a futuro, y por la que están imputados el extitular del Banco Central, Alejandro Vanoli, y el exministro de Economía, Axel Kicillof.
El magistrado intenta averiguar si en las fuertes ventas de dólar futuro que realizó el BCRA fueron beneficiadas empresas y personas allegadas a la gestión kirchnerista.