Desde hoy hasta el vencimiento de la Lebac, si el dólar sube menos de lo que rinde la tasa de interés, entonces el resultado en dólares será positivo.
Hoy el Banco Central (BCRA) llevará adelante su licitación mensual de Lebac en la que renovará unos $ 484.000 millones, equivalentes al 47% del stock total emitido de esas letras. Analistas esperan que la tasa de la letra más corta, a 28 de plazo, se mantenga en torno al 26,5% mientras que los tramos más largos corten encima del 27%, convalidando así la inversión de la curva de rendimientos que condujo la autoridad monetaria en el mercado secundario. Pero más allá de la tasa, la clave para los que suscribirán hoy está en saber qué precio de dólar necesitan al vencimiento de sus letras para que el carry trade arroje resultados positivos.
Según analistas, no hay riesgo de baja de tasas ya que el BCRA busca contener al dólar hasta las elecciones a la vez que verifica que la tendencia descendente de la inflación persiste. Así que ese dato se puede dar por relativamente conocido. La duda es el dólar.
El problema del inversor es el siguiente. Desde hoy hasta el vencimiento de la Lebac, si el dólar sube menos de lo que rinde la tasa de interés, entonces el resultado en dólares será positivo. Es decir, tendrá mayor poder de compra en dólares que hoy.
Si en el plazo de vida de la letra el dólar sube lo mismo que la tasa de interés, el inversor apenas habrá mantenido el valor en dólares de su capital mientras que, por último, si el dólar sube más que la tasa, al final tendrá un capital menor medido en dólares (aunque habrá obtenido un mejor resultado que si se hubiera quedado en efectivo en pesos).
El dólar mayorista cerró $ 17,11 ayer mientras que la tasa de Lebac más corta opera en el mercado secundario en niveles de 26,5%. Asumiendo que el BCRA mantendrá en su licitación de hoy la tasa en los valores que marca actualmente el secundario, el dólar deberá cotizar en $ 17,46 pesos de 28 días para que la estrategia de carry trade sea perdedora.
Para el segundo vencimiento, a 56 días, el dólar deberá subir un 4,1% a $ 17,82 para que el valor de los ahorros se mantenga estable en dólares. Un dólar más bajo generará ganancias y un dólar más alto, pérdidas.
Para los tramos más largos, a 210 días, el dólar deberá escalar hasta los $ 19,80 pesos (una suba del 15,75%), mientras que a 273 días, el dólar deberá subir a $ 20,22 pesos para que comience a perder dicha estrategia y que, posterior al vencimiento podamos comprar menos dólares que al inicio.
Yendo a un ejemplo. Para una cartera con $100.000 (o u$s 5868,55) y buscando licitar al plazo más largo, dentro de 273 días tendremos capital más intereses $ 120.687 y para poder recomprar la misma cantidad de dólares, el tipo de cambio deberá cotizar a no más de $ 20,13. Si, en cambio, el dólar al vencimiento cotizase a un precio menor (supongamos a $ 19,50 pesos), podremos comprar u$s 6061 (u$s 217 más que el día de la licitación) y estaremos ganando un 3,70% en dólares por dicha estrategia.
Dado que la mayoría de los analistas no esperan una devaluación del 18,2% en los próximos 273 días, tiene sentido pensar en armar estrategias de carry trade a ese plazo.
Lo mismo corre para los plazos del último tramo de la curva como el de 210 días en el que deberíamos tener una devaluación del 15,75% para anular el carry. En el tramo corto, el dólar deberá subir 2,2% para el vencimiento más corto para anular la estrategia de carry.
$ 60.000 millones a la calle
No menos de $ 60.000 millones que estaban colocados en Lebac se volcarán mañana al sistema, una expansión monetaria que es esperada por el BCRA ya que es el número con que los bancos vienen jugando para promediar el nivel de efectivo mínimo que les exige la normativa.
La autoridad monetaria exige a las entidades un mínimo de efectivo, pero la cifra no es diaria sino un promedio mensual, por eso es negocio sobrepasar el nivel mínimo en algunos días del mes para quedar por debajo en el resto y tener más pesos para prestar e invertir.
Los $ 60.000 millones son el «rojo» combinado de todos los bancos del sistema antes de la licitación, momento que suele ser utilizado por las entidades para promediar.