El recorte en jubilaciones fue menos marcado que en enero y febrero por el aumento trimestral de 27% en los haberes. Economía llegó al tercer mes del año con un margen de 2,2 billones de pesos por encima del objetivo con el Fondo Monetario
Con una recaudación todavía alicaída y un gasto público que en términos de jubilaciones fue menos podado que en los primeros meses del año, el Gobierno continuó en marzo con el fuerte ajuste de las cuentas del sector público, volvió a recortar erogaciones como las transferencias y subsidios y prepara el terreno para mostrar en el primer trimestre un superávit primario y financiero, lo que implicaría un “sobreajuste” por encima de las pautas acordadas con el Fondo Monetario Internacional.
De acuerdo a información recopilada por economistas y consultoras que siguen el desempeño de las cuentas del Estado según se desprende de información oficial preliminar, durante el tercer mes del año hubo algunos elementos que se mantuvieron estables en relación con la tendencia del primer bimestre: una caída en la recaudación por el impacto de la recesión en los ingresos tributarios y algunos renglones del gasto con marcadas podas.
Algunos tuvieron en marzo particularidades que no se dieron en el arranque del año: el Gobierno pudo licuar menos el gasto en jubilaciones por el aumento trimestral automático de 27% que tuvo que aplicar sobre los haberes, mientras que la carga de intereses de deuda, que se suman a la cuenta para conformar el déficit total, fue mucho menor que en febrero.
Al respecto, la consultora Econviews había estimado recientemente que el ajuste del primer bimestre había estado apoyado, en buena medida, en gasto previsional: “El desplome real de jubilaciones y pensiones contributivas (-38%), otras prestaciones sociales (-17%) y salarios del sector público (-23%) significó 54% de la caída total del gasto primario en enero y febrero”. Por otro lado, explicaron que lo que se podría definir como motosierra explica el 39% del ajuste: “La reducción de subsidios económicos y transferencias a provincias es 19 por ciento. El otro 20% corresponde al gasto de capital, que está prácticamente frenado”.
Una consultora que suele hacer seguimiento semanal del ritmo de gasto público tenía medido que un par de días antes de que finalice marzo el gasto primario devengado -es decir, las órdenes de pago cursadas más allá de si se pagaron efectivamente o no- habían retrocedido un 38% en términos reales en comparación con el mismo mes del año anterior. No descartaban, de todas maneras, que sobre el final de marzo algún gasto más se hubiese devengado y que la cifra terminara siendo algo menor.
Desde otro organismo, que elabora informes sobre el desempeño fiscal del gobierno nacional, recopilaron como apuntes iniciales, aún sin los números cerrados que “la recaudación estaba bastante planchada en niveles de febrero. Los intereses de deuda tienen que bajar por calendario de pagos a la mitad en comparación con febrero. Y en contraposición sube el gasto en jubilaciones por la fórmula”, mencionó un economista que prefirió no ser identificado porque las estimaciones no son definitivas. Asoma como incógnita si se mantuvo el cerrojo sobre los fondos de subsidios a Cammesa, la administradora de energía eléctrica mayorista. Fuentes del sector aseguran que los envíos desde la Nación siguen siendo nulos.
En ese marco, algunos números muestran que la recaudación de marzo tuvo otra caída interanual. Así se desprende de los cálculos de transferencias enviadas a las provincias. “En marzo las transferencias totales automáticas a provincias y CABA habrían caído un 28% real interanual, con lo que en el primer trimestre la caída interanual habría sido de 19 por ciento. La caída de marzo estaría explicada principalmente por un descenso real interanual de la recaudación de Ganancias del orden del 41% y de IVA del 18%”, midió un informe del economista Nadin Argañaraz.
“Es importante recordar que, el corriente mes cuenta con 3 días hábiles menos respecto al mismo mes del año pasado”, explicaron de todas formas. “En el acumulado al primer trimestre del año, las transferencias automáticas por coparticipación, leyes complementarias y compensaciones alcanzaron los $6.724.000 millones, que se traduciría en una caída real del 19% al descontar la inflación del período”, apuntó el reporte.
Meta con el FMI, con margen
A fines de marzo vencieron las primeras metas fiscales y de reservas que renegociaron y firmaron Caputo, el presidente del Banco Central Santiago Bausili y los funcionarios del Fondo Monetario. Con los datos a disposición, el equipo económico se encamina a un cumplimiento por mucho margen de esos objetivos iniciales, especialmente en el plano fiscal.
Febrero había terminado con un superávit primario -sin intereses de deuda en la cuenta- de 1,2 billones de pesos. Como en enero esa cifra había sido de dos billones de pesos, en el acumulado del primer bimestre del 2024 el superávit primario fue de 3,2 billones de pesos, que según aseguró el ministro de Economía equivalen a unos 0,5% del PBI. Al sumar en la consideración los intereses de deuda, en febrero se pagaron casi $895.000 millones por lo que el superávit financiero fue, en definitiva, de $338.000 millones. Un mes antes esa cifra había sido de casi $520.000 millones.
Como el Gobierno se propuso tener equilibrio financiero -no superávit-, otra forma de verlo es que el equipo económico realizó un “sobreajuste” de unos $856.000 millones. Dicho de otra forma, aún si hubiese gastado $856.000 millones demás, todavía podría mostrar equilibrio en las cuentas públicas y no se habría movido de su objetivo central.
Los números fiscales que acumula en el primer bimestre del año también implican un terreno allanado para cumplir con la primera meta trimestral acordada con el Fondo Monetario. Para fines de marzo el superávit primario debería ser de $962.400 millones, por lo que el Palacio de Hacienda arrancó el mes de marzo con un margen de maniobra de 2,2 billones de pesos para no incumplir con ese objetivo explicitado en el último staff report.