Los pagos a los acreedores ya representan un tercio del desequilibrio. La mayoría de los informes económicos se centraron este fin de semana en el rojo del sector público nacional en 2017. Pese a que el Gobierno sobrecumplió la meta, ven riesgos en el alto endeudamiento.
Los informes económicos del fin de semana tuvieron como eje casi excluyente el análisis de los anuncios fiscales que hizo Nicolás Dujovne el miércoles pasado. Ese día el ministro de Hacienda informó que 2017 cerró con un déficit primario del 3,9% del PBI, que implicó un sobrecumplimiento de 0,3 puntos de la meta fijada (4,2% del PBI) para todo el año pasado. Los analistas relativizaron el resultado oficial y remarcaron el fuerte aumento de los intereses, que elevaron el déficit financiero hasta 6,1% del Producto.
Estos son los puntos centrales de los principales informes elaborados por los consultores:
ECOLATINA
Producto del achicamiento real del déficit y de la recuperación de la actividad, el Gobierno sobrecumplió la meta fiscal que se había autoimpuesto al comienzo del año. En la misma línea, el adelantamiento de subsidios del año entrante, permitió relajar la meta de este año (déficit de 3,2% del PBI).
Si bien el resultado primario mostró avances en comparación al primer año de gestión de Cambiemos, el saldo financiero exhibió un peor desempeño: producto del esquema de financiamiento del déficit fiscal adoptado (más deuda en lugar de emisión), la cuenta intereses saltó más de 70% i.a. (+35% i.a. real) en el último año, rozando los $225.000 millones. De este modo, el rojo financiero superó el 6% del PBI. En consecuencia, se encienden las primeras señales de alerta: aunque el Gobierno pasó exitosamente la prueba de acotar el resultado primario, no logró trasladar estas mejoras hacia el resultado financiero. Peor aún, en este contexto de endeudamiento creciente, los pagos asociados a esta cuenta irán en aumento, ubicándose como el punto flaco del nuevo esquema.
Por lo tanto, 2017 puede ser un adelantamiento de lo que vendrá: un déficit primario en retroceso, conviviendo con una carga de intereses que se agranda. De este modo, la pregunta se transforma en la siguiente: ¿quién le pondrá el límite al pago de intereses? ¿el Gobierno o los inversores?
E&R
El gradualismo fiscal trae como resultado no bajar el gasto primario y tiene como consecuencia subir el déficit fiscal financiero. Mientras que en 2015 los pagos de intereses de la deuda significaban 2,1% del PBI, hoy en día se incrementaron hasta 3% del PBI, un 45% más en términos del producto.
En otras palabras, se perdieron ya 2 años en los cuales no se bajó nada el déficit primario, lo cual implica más deuda y más intereses, y en consecuencia mayor déficit fiscal financiero año tras año durante los primeros dos años del gobierno de Cambiemos.
Aún con datos oficiales, la conclusión es que el déficit primario no bajó nada: 3,9% (2017) contra 4,0% (2015), es decir; Cambiemos demora 2 años para bajar el déficit primario sólo -0,1p.p. del PBI
IDESA
Se dieron a conocer los resultados finales correspondientes al año 2017 de las cuentas públicas nacionales. En la presentación, las autoridades económicas resaltaron el hecho de que el déficit primario bajó respecto al año 2016 y lo hizo en mayor medida de lo que estaba pautado.
Sin desconocer la importancia del logro, cabe considerar que el déficit primario es un indicador parcial de la situación fiscal. Mide la diferencia entre ingresos y egresos sin considerar los pagos de intereses de deuda. La lógica es medir ingresos y gastos generados en el ejercicio y registrar por separado el pago de intereses que son la consecuencia de un exceso de erogaciones pasadas que fueron financiadas con deuda.
Estos datos muestran los esfuerzos realizados en disminuir el déficit primario, pero también lo insuficiente que resultaron para compensar el crecimiento en el pago de intereses. Una de las consecuencias es que el pago de intereses ya representa un tercio del déficit fiscal y con proyección creciente ya que el déficit primario obliga a contraer más deuda.
A menos que se esté dispuesto a un nuevo default, al pago de intereses hay que considerarlo en la misma categoría que al resto de los compromisos (salarios públicos, jubilaciones, transferencias sociales, obra pública).
INVECQ
El Gobierno logró un ahorro real neto del 3,1% respecto del año pasado en el gasto primario. Este guarismo estuvo compuesto de la siguiente manera: 5,7% por ahorro en subsidios, 0,8% en gastos de capital, 0,6% en otros gastos corrientes y un 0,4% por ahorro en transferencias a provincias. Pero parte de esta reducción de gastos por 7,4% se destinó casi en su totalidad a ampliar las Prestaciones sociales (un 4,3%) y una parte insignificante a aumentar los gastos de Funcionamiento (0,1%).
Por último, pero no ello menos importante, es imprescindible sumar al análisis el comportamiento de los intereses de la deuda para tener el total del gasto público nacional y el resultado fiscal. Los intereses de la deuda crecieron en 2017 un 71,3% interanual en términos nominales, y un 36,4% en términos reales. Al incluir este factor, el gasto público nacional total tuvo un crecimiento nominal del 24,9% (real del -0,6%), quedando por encima del crecimiento de los ingresos. El resultado: un aumento del déficit fiscal total desde el 5,9% de 2016 al 6,1% en 2017.
Fuente: http://www.ambito.com/910052-deficit-fiscal-expertos-alertan-por-el-impacto-de-los-intereses