Muchos ahorristas buscarán beneficiarse de la exención por Bienes Personales, en especial si el próximo gobierno dispone un aumento de la alícuota del gravamen. El retiro se mantuvo en noviembre en un promedio de USD 50 millones diarios
El retiro de depósitos en dólares no se frenó en noviembre. Si bien ya no es la “corrida” que se registró antes de los controles cambiarios, salen todo los días alrededor de USD 50 millones. Este goteo ya provocó que el stock caiga hasta los USD 18.500 millones, un 42% menos de lo que había antes de las PASO. Pero la expectativa en los bancos es que el mes próximo no sólo se frene este drenaje, sino incluso recuperar al menos marginalmente parte de lo que se fue.
La razón que abonaría este cambio luego de varios meses continuos de caída de colocaciones en moneda dura es la exención en el impuesto a los Bienes Personales. Todas las colocaciones en caja de ahorro y plazo fijo, tanto en pesos como en dólares, no pagan este gravamen. Por lo tanto, mantener un depósito en el banco o incluso realizar uno nuevo en los próximos días tiene un claro beneficio: no pagar por la suma involucrada el denominado “impuesto a la riqueza” por el 2019.
Los tributaristas, sin embargo, advierten que hay que aprovechar este beneficio en forma “prolija”. Esto significa que la AFIP podría invalidar la exención si se realiza un depósito un par de días antes de fin de año y luego se retira ni bien arranque el 2020. En ese caso, sería leído por el organismo recaudador como un instrumento de “elusión” monetaria y no un ahorro genuino por lo que no cabría aplicar dicha exención.
Los depósitos en dólares por parte del público y empresas llegaron a superar los USD 32.000 millones a principios de agosto, justo antes de las PASO. Pero la victoria de Alberto Fernández despertó fantasmas entre los ahorristas y hubo un retiro masivo.
Aunque los bancos pagan menos del 1% para captar depósitos en moneda dura, retirar los billetes también trae complicaciones. Hay que abrir una caja de seguridad, que cuesta entre $3.000 y 4.000 por trimestre. O guardar los billetes en algún rincón escondido de la casa, con todo el riesgo que eso implica. Por eso la “zanahoria” de la exención impositiva puede resultar atractiva, en especial si se define un incremento.
Actualmente, la alícuota de Bienes Personales llega a 0,75% anual, pero el propio futuro presidente manifestó su intención de aumentar la presión fiscal sobre “los que más tienen”. De todas formas, en ningún momento se dejó trascender a cuánto podría llegar este ajuste. Un aumento al 1,5% o incluso valores superiores representarían un fuerte incentivo para no sacar al menos hasta fin de año los dólares del banco. Y en muchos casos también puede servir como “zanahoria” para volver a depositarlos, habiendo comprobado que los billetes están disponibles.
En lo que respecta a los bancos, prácticamente no están haciendo mayores esfuerzos por recuperar al menos parte de los dólares que han perdido. El motivo es que dado el nivel de incertidumbre no podrían utilizarlos para prestar, sino que deberían dejarlos “encajados”, lo que les genera más costos que beneficios.