Poder integrar encaje con títulos generó esta suba en tres meses
El plan del Gobierno para desarmar el stock de Lebac sin generar una presión adicional sobre el dólar tuvo como contrapartida un fuerte aumento de la cartera de títulos públicos nacionales en los bancos. Con el impulso de la banca pública, y en parte de las entidades privadas de capital nacional, el stock de títulos emitidos por la Nación en poder del sistema financiero aumentó más de 51% desde junio a agosto, según los últimos datos publicados por el Banco Central. El hecho de que los bancos puedan integrar con bonos parte de los aumentos de encajes -que justamente apuntaron a no liberar pesos que puedan ir al dólar-, fue clave para fomentar esta tendencia.
Especialistas descartan un eventual riesgo por la exposición de la banca al sector público, aunque advierten por un avance del efecto de crowding out, en donde prevén una reducción del financiamiento a empresas, frente a un aumento de la deuda pública en el activo de los bancos. Además, en los números del BCRA aún falta computar septiembre y octubre, en donde los aumentos de encaje se pudieron integrar con Leliqs.
En agosto la cartera de títulos públicos emitidos por Nación en los bancos se ubicaba en $576.653 millones, un alza del 51% respecto a los $380.618 M que tenían a comienzo de junio y el doble de los $287.734 millones con los que comenzaron el año. Hoy, los bancos públicos tienen el 77,9% de esa cartera; los privados nacionales, el 11,5% y los extranjeros, el 10,5%. En diciembre, en cambio, los públicos tenían el 74,9% y los extranjeros, con 18,2% tenían más bonos que los nacionales, que apenas concentraban 6,8% del total.
Justamente el salto se dio en junio, cuando Luis Caputo arribó al Central y como primera medida aumentó los encajes y permitió que esa suba se integre con el Bote 2020. El mismo día, también como parte del plan para desarmar las Lebacs, flexibilizó normas para que los bancos puedan comprar Letes, dejando que sobrepasen el límite de tenencia de moneda extranjera del 5% de su RPC y lo lleven al 30% siempre y cuando esa diferencia sea con las letras en dólares. Un dato a tener en cuenta es que al medirlo como porcentaje de los activos, la cartera de títulos públicos bajo levemente en el año, aunque se debe en gran parte al efecto del tipo de cambio sobre la valuación de los activos.
«Claramente hay un crowding out importante, y ahora con las Leliqs, más que nunca. La gente no demanda créditos por las tasas, los bancos le dan todos los pesos al BCRA y va a haber menos generación de crédito», explicó Santiago López Alfaro, socio y director de Delphos Investment. Además, agregó, el crédito crea multiplicador de dinero y el BCRA quiere tener todo eso controlado. «Es parte del ajuste que estamos viviendo», sostuvo.
En la misma línea, Miguel Arrigoni, presidente de First Capital Markets, cree que el riesgo «no pasa por la rentabilidad ni por la solvencia, sino por el financiamiento a privados». Para el especialista en sistema financiero lo que es cuestionable es que un bono sea computable para efectivo mínimo, lo que hace se sea «casi una suscripción obligatoria». Integrar encajes con Leliqs, «es una forma indirecta de imponerle las letras del BCRA a los bancos», agregó.
Por normativa del BCRA los bancos pueden tener hasta 50% de su RPC (Responsabilidad Patrimonial Computable) en títulos públicos y si bien estos activos vienen creciendo dentro de las entidades, aún tienen mucho margen para crecer. «Estamos a la mitad de lo que podemos tener, con mayoría de Bote 2020 y el resto gran parte en Letes en dólares», explicaron desde un banco local. En otra entidad también destacaban que están lejos de alcanzar el margen y que el hecho de poder encajar con Bote 2020 hace que ese título ocupe una parte importante de sus carteras. «El resto bonos líquidos, pero no tenemos mucho», comentaban.
El ojo de las calificadoras
Para Standard & Poors, el crecimiento de los títulos públicos en poder de los bancos no es alarmante para sus calificaciones aunque sí anticipan que generará un menor crecimiento en el crédito al sector privado. «La calificaciones de los bancos está un poco por arriba del Soberano», explicó a BAE Negocios Mercedes Cangueiro, analista de Instituciones Financieras América Latina de Standard & Poors.
«Lo que cambió es la exposición. Hay menos Lebacs y menos crédito al sector público y más títulos en cartera. Siempre es mejor tener más instrumentos del BCRA», destacó Cangueiro. A su lado, Ivana Recalde, directora de Instituciones Financieras América Latina de Standard & Poors señaló: «a futuro, quizá veamos que vuelvan a crecer más las Leliqs respecto a los títulos públicos por los encajes integrados con esas letras».
Con los bancos líquidos, el único riesgo que ven en la calificadora es la reducción del crédito a privados. «Desde el puntos de vista de capital, la solvencia está un poco más floja por el aumento de activos por efecto del tipo de cambio, que lo que hace es que los pasivos ponderados por activos suban», explicó Cangueiro. Sin embargo, la advertencia fue clara: «Con la suba de encajes se desaceleró mucho el crédito. Los bancos tienen menos disponibilidad de financiamiento y esperamos que el crédito en pesos se pueda contraer un poco términos reales».