La estabilidad cambiaria que logró el Banco Central desde el 29 de abril pasado le permitió a la Bolsa porteña avanzar 45% en dólares en menos de 60 días.
El S&P Merval cerró el viernes con un alza de 1,09% por encima de 40.000 puntos, aunque a mitad de semana había superado el récord de las 41.000 unidades. El índice local mejora casi 35% en pesos en los últimos doce meses, cuando había sido sacudido por la devaluación, la suba de tasas y la tormenta financiera de 2018.
La «pax cambiaria» podría haber cimentado estar mejora, aunque el impulso real vino dado por un cambio favorable de las condiciones globales. «Es un movimiento que inicialmente tiene que ver con el contexto mundial. De hecho luego del 29 de abril, cuando el BCRA anunció que podría intervenir en el mercado cambiario, la bolsa locals e movió a la baja, con el mundo. Y luego arranca, con el mundo», dijo Leonardo Chialva, de Delphos.
Es que si bien la evolución de los activos de renta variable local se vio influenciada positivamente por tranquilidad que se registró en el mercado cambiario en el último mes y medio, también la formalización de la vuelta a mercados emergentes fomentó una suba que terminó de consolidarse en las últimas semanas, cuando se anunció la formula oficialista Macri- Pichetto.
«Un contexto global extremadamente favorable desde comienzos de mayo asociado a un repunte en la imagen de Macri. Todo eso desde precios de remate. Un cocktail ideal para este tipo de performance», añadió Chialva. Así, la mayoría de las cotizantes en la plaza local acumulan subas en 2019, que llegan hasta 74,4%, como el caso del papel del Banco Macro. Sólo siete acciones no lograron salir del rojo anual.
Para Sebastián Cisa, de Grupo SBS, «El rally que vimos en renta variable fue demasiado abrupto. Aunque el «efecto Pichetto» ya pasó, ahora juega a favor de los emergentes la señal de la Fed y un escenario de calma cambiaria puede ayudar a que las acciones sigan en la línea ascendente».