La encuesta AgBarometer de la Universidad Austral revela además que casi el 100% de los productores relevados cree que son “ineficaces” para combatir la inflación.
La inflación es uno de los principales problemas de los argentinos, como evidenció el dato del 6,7% de inflación de marzo (55% en la comparación interanual), ahondando el riego de espiralización del costo de vida y desgaste acelerado del poder adquisitivo de los ingresos de la población.
Al campo le preocupan esos datos y también las medidas que el Gobierno nacional implementó y las que podría aplicar en un futuro cercano para intentar aplacar los precios: las considera “ineficaces” y está convencido de que podrían perjudicar al sector agropecuario en su conjunto.
Así lo demuestra la encuesta AgBarometer, un relevamiento periódico del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral a 406 productores cuyo valor bruto de producción es igual o mayor a 200.000 dólares. El informe de marzo arrojó que el 85,43% de los encuestados piensa que las medidas implementadas son “ineficaces” y perjudicarán al agro, mientras que el 13,71% entienden que tampoco servirán para controlar los precios, aunque tendría un impacto neutro sobre el nivel deactividad. En breve: casi la totalidad de los productores están convencidos de que las iniciativas no surtirán efecto y la gran mayoría cree que empeorarán la situación del sector.
Contra la inflación el Gobierno ensaya “medidas que han probado ser ineficaces en el pasado (en todo el mundo y en Argentina en particular)”, ya que “se recurre a controles y acuerdos de precios sin ir a las causas estructurales del problema”, dice el informe, que cita el recurrente planteo de aumentar las retenciones a la exportación de productos y subproductos agropecuarios para “desacoplar” los precios internos de los internacionales, “sin atacar al exceso del gasto y emisión monetaria” y recurriendo además a nuevos impuestos “en momentos en que la presión impositiva sobre el sector privado está en niveles récord”.
Por eso los productores tienen una postura unánime ante el plan oficial contra la inflación: consideran que las medidas “son desacertadas y no se ha aprendido de errores cometidos en otras ocasiones”.
“Se vuelve a cometer el error de responsabilizar al sector agropecuario por la suba de precios, pretendiendo implantar retenciones para descalzar los precios internos de los externos, sin analizar la verdadera incidencia de los precios de las materias primas agropecuarias en precios al consumidor”, reseña el informe al referir los puntos de vista de los encuestados.
En cuanto al proyecto de impuesto a la “rentas inesperada” que planteó Martín Guzmán, la opinión es que el ministro de Economía no tiene en cuenta el aumento de los costos de producción y el deterioro de la rentabilidad.
Guerra, precios e insumos
Otros de los puntos principales de la encuesta recae en el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en el precio internacional de los granos, pero también en los insumos y los problemas de abastecimiento de los mismos. Así, el trabajo demostró que un 51,6% de los productores piensa que se presentan oportunidades de mejores precios en los mercados internacionales, en particular trigo y maíz, mientras que un 24% entiende que el alza del precio de los combustibles y el encarecimiento de fertilizantes y otros insumos “constituirán amenazas ciertas para la rentabilidad del sector”.
Por otro lado, el 62% de los productores manifiesta la existencia de problemas para abastecerse de insumos clave para la siembra de trigo. a pesar de esto, la gran mayoría de los agricultores y ganaderos, un 81%, encuentra similares condiciones financieras de la cosecha fina. “Esto se da a pesar de la política de suba de tasas de interés que está impulsando el Banco Central”, ya que all existir varias alternativas de financiamiento, “este impacto parece no sentirse”.
Es por esto, que la Universidad Austral concluyó que “desde el punto de vista positivo, el aumento de los precios internacionales de cereales, oleaginosas y carnes vacunas, por una menor producción global y problemas logísticos en el Mar Negro, implica un incremento de la rentabilidad, pero, por otra parte, el incremento de precios de insumos, combustibles y problemas logísticos crea aumentos de costos para los productores. De todos modos, de la encuesta se deduce que aun así un mayor porcentaje de productores piensan que los factores positivos excederán a los negativos”.