Para atraer más pesos y limitar la emisión de fin de año, convalidó una leve suba en las tasas. Economía ya trabaja de cara a un exigente 2022, que estará marcado por la negociación con el FMI.
El Ministerio de Economía apostó a una fuerte colocación de deuda en pesos para cerrar 2021 con un financiamiento neto mayor al esperado y acotar las necesidades de emisión monetaria para cubrir los gastos de fin de año. El equipo financiero de Martín Guzmán convalidó una leve suba de tasas y captó este miércoles $334.445 millones. Así, a falta de la segunda vuelta de la licitación, acumuló entre enero y diciembre un fondeo neto de $731.405 millones en el mercado local, que equivale a un ratio de rollover de los vencimientos anuales del 121%. Los funcionarios ya se enfocan en los desafíos para 2022, atravesados por la negociación con el Fondo Monetario Internacional.
Esta operación constituía una posta importante ya que los vencimientos de fin de mes rondaban los $285.000 millones. La Secretaría de Finanzas, que encabezan Rafael Brigo y Ramiro Tosi, contaba con un colchón de $105.000 millones extra conseguidos en la primera licitación de diciembre y había anunciado que saldría a buscar al menos $265.000 millones para conservar el grueso de ese fondeo acumulado y no disparar un nuevo salto de la asistencia monetaria del Banco Central en los últimos días del año: hasta el día 23 ya acumulaba en el mes $481.816 millones, luego de que en esa rueda la entidad le girara al fisco $136.816 millones.
Finalmente, Finanzas captó más de lo que vencía y amplió el saldo mensual. Los vencimientos a refinanciar en esta licitación incluyeron, además de los originalmente programados para el 31 de diciembre, aquellos con fecha de pago el 3 de enero de 2022, día en el que se liquidará esta subasta. “Por lo tanto, los $334.445 obtenidos hoy permiten refinanciar los vencimientos de $292.377 millones”, explicaron en Economía.
Así, diciembre termina con un financiamiento neto positivo de $147.074 millones, el segundo más elevado del año, y una tasa de refinanciamiento del 146%. Este jueves, en la segunda vuelta de la subasta, de la que participarán los seis bancos y sociedades de Bolsa designadas como creadores de mercado, Finanzas podrá sumar algún plus.
Del total de total adjudicado, el 80% correspondió a títulos con vencimientos en 2022, el 14% a 2023 y el 6% a 2024. Además, el 53% fue a instrumentos a tasa fija, el 37% en instrumentos ajustables por CER (inflación) y el 10% restante a tasa variable.
La Lelites a 14 días (exclusiva para fondos comunes de inversión) captó $29.843 millones a una tasa del 34,65% nominal anual. Las tres Ledes ofrecidas aportaron en conjunto $146.018 millones con tasas del 40,98% a febrero, del 43,19% a abril y del 44,27% a mayo. La nueva letra indexada a la inflación (Lecer) a octubre fue la que atrajo mayor fondeo: $90.337 millones a una tasa real del 1,26%. Luego, en el bono a tasa Badlar a 2023 (TB23) ingresaron $34.436 millones al 43,19% nominal anual. Y los dos Boncer (T2X3 y T2X4) aportaron $33.811 millones al 2,33% y 3,66% real respectivamente.
La economista jefa de Equilibra, Lorena Giorgio, destacó que, para atraer este mayor fondeo, Economía “terminó convalidando tasas mayores”. Por caso, en la licitación de hace dos semanas la Ledes a abril había cortado al 42,74% nominal anual y la que vence en mayo, al 43,5%. El Boncer T2X3 también se había ofrecido aquella vez y había pagado un rendimiento real del 2,24%.
Al respecto, fuentes oficiales le dijeron a Ámbito que hubo un reconocimiento de tasa, según el instrumento, de entre 0,35 y 0,60 puntos pero “en un mercado donde a esta altura del año la liquidez se resiente”.
Fue una apuesta para juntar mayor financiamiento neto este mes y tratar de acotar la emisión en un diciembre siempre complejo por la alta estacionalidad del déficit. “El mes venía con bastante asistencia del BCRA porque estimamos un déficit primario que va a rondar un punto del PBI. Por eso era clave no erosionar el colchón de fondeo del mercado que se venía acumulando. Más aún teniendo en cuenta que si bien en diciembre la demanda de dinero seguramente convalidaría gran parte de esos pesos volcados al mercado, en enero y febrero la estacionalidad se da vuelta y generará presión sobre el mercado cambiario y la brecha en un escenario de escasas reservas netas y vencimientos de deuda en dólares que se avecinan”, señaló Giorgio.
Por eso mismo, el BCRA también volvió a encender la aspita de pesos y, a través de la colocación de Pases a los bancos reabsorbió buena parte de los pesos emitidos para financiar al Tesoro en lo que va de diciembre.
Programa financiero 2021
En los últimos meses, en Economía habían señalado que el objetivo era terminar el año con un financiamiento neto acumulado por encima de los $600.000 millones y un rollover de los vencimientos anuales en pesos de entre el 115% y el 120%. Con este resultado, logró sobrecumplir esos guarismos.
La que no se alcanzará es la pauta presupuestada de cubrir el 60% del déficit fiscal de 2021 con asistencia directa del Banco Central y el 40% con nuevo endeudamiento en pesos. Un mix de financiamiento que Guzmán había diagramado para reducir la emisión monetaria respecto de 2020 bajo la premisa de que una fuerte inyección de circulante retroalimentaría las presiones sobre el dólar.
Con los últimos datos disponibles, la asistencia del BCRA al fisco acumulaba $1,9 billones en términos brutos, es decir, sin descontar la precancelación de adelantos transitorios que el Gobierno realizó tras el ingreso de los derechos especiales de giro (DEG) del FMI ya que el grueso de los analistas considera que esa operación no tuvo impacto monetario concreto. Eso equivale al 72% de las fuentes financieras, bien por encima de la pauta del 60%. Los funcionarios sí consideran que hay que netear la emisión con aquella precancelación: en tal caso, acumularía $1,5 billones y representaría el 67% del financiamiento del Tesoro.
Con todo, la asistencia monetaria terminará el año con una importante reducción respecto del shock de 2020, cuando (casi sin acceso al crédito en pesos tras el reperfilamiento de 2019 y con el paquete covid en plena vigencia) alcanzó 7,3% del PBI. En 2021 acumula entre 3 y 4,2 puntos del producto, según se contabilice o no la precancelación de adelantos realizada con los DEG.
Lo que viene
Para el próximo año, el programa financiero estará condicionado por la negociación con el Fondo. El proyecto de presupuesto de Guzmán, que fue bloqueado por la oposición en el Congreso, planteaba una reducción del financiamiento del Tesoro vía emisión al 1,8% del PBI. El esquema para cubrir necesidades por 4,9% del producto se completaba con 2% de nueva deuda en pesos y 1,1% de desembolsos netos de organismos multilaterales y bilaterales.
Pero en parte estará sujeto a lo que finalmente se acuerde. El FMI, pese a que la auditoría del multimillonario préstamo a Mauricio Macri reafirmó la multicausalidad de la inflación, pugna por metas monetarias más estrictas en la negociación del programa plurianual, que será la base del acuerdo que busca el Gobierno para refinanciar la deuda de u$s45.000 millones. En los hechos, eso implicaría un ajuste mayor.
Con todo, Guzmán dijo este miércoles en una entrevista con el diario español El País que “con el staff se han ido construyendo entendimientos que hoy en día son profundos” y aseguró que hoy la principal traba pasa por el aval de algunos países: “A nivel de los accionistas, ha habido un crecimiento de la comprensión de la situación, pero no se ha dado a la velocidad que sería deseable a efectos de ya tener ya un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Falta obtener todos los consensos internacionales que hacen falta para poder tener un acuerdo entre ambas partes”.
En ese marco, el próximo año la Secretaría de Finanzas enfrentará el desafío de renovar vencimientos por más de $4 billones y, por sobre eso, obtener financiamiento adicional.