En los despachos oficiales siguieron atentos la jornada en los mercados tras la mayor caída del yuan en una década. Resaltan que Argentina está mejor preparada y sufren la mala suerte del timing.
El presidente Mauricio Macri abrió la reunión de gabinete, este lunes, con «preocupación» por el «impacto» de la devaluación del yuan, que a su vez generó la depreciación 1,77% del peso argentino. Tras la estabilización que comenzó en mayo, este lunes el dólar volvió a subir junto con el riesgo país, nada menos que a seis días de las elecciones primarias. Desde el Gobierno trataron de transmitir tranquilidad al sostener que la economía está «en condiciones sólidas» y que podría mantener sin sobresaltos el tipo de cambio.
«En este programa financiero y fiscal tan estricto estamos en condiciones muy, pero muy importantes y sólidas, para soportar este tipo de situaciones», auguró el vicejefe de Gabinete, Andrés Ibarra, en la rueda de prensa. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, habría explicado que por el programa fiscal (acordado con el FMI) y el superávit comercial, Argentina se «posiciona de una manera mucho más sólida para situaciones de este tipo».
Pero lo cierto es que «es un tema que preocupa», según armó Ibarra. «Si no, no lo hubiéramos hablado en Gabinete», agregó. No obstante, trató de acotarla preocupación, al indicar que «la ventaja local» es el «programa financiero y fiscal tan estricto», en alusión al acuerdo con el FMI, por el que se estaría «en condiciones muy importantes y sólidas» para soportarlos embates externos.
En Casa Rosada no creen que la tensión económica global afecte las aspiraciones electorales del oficialismo para este domingo. Pero, como es usual, lo miran con optimismo. «También (el presidente de EE.UU., Donald) Trump podría haber fogoneado esta ‘guerra’ hace un mes y medio», razonó un funcionario, con una mirada más optimista. Por otro lado, todavía no saben cómo impactará para las elecciones de octubre si la volatilidad crece.
Otra lectura optimista que hacen es que la tensión entre China y Estados Unidos puede traer beneficios a las exportaciones. «Hemos diversificado enormemente el comercio exterior, abriendo nuevos mercados, y eso da la posibilidad de generar superávit comercial», dijo Ibarra.
En el Gobierno resaltaron que el n de semana China pidió a sus empresas estatales que suspendan las compras de productos agrícolas de EE.UU. «Eso podría ser un beneficio para nosotros, sobre todo en porcinos», comentó una fuente.
Ahora bien, en la Rosada estaban quejándose de la «mala suerte», ya que el mercado podría volver a tambalear justo antes de las PASO. Y las encuestas mostraron que en los momentos de mayor volatilidad, la imagen de Macri cayó. Los funcionarios están alerta porque temen que posiciones en bonos podrían caer, ante el riesgo que presupone esta crisis entre Xi Jinping y Trump.