Para los expertos, rubros como los agronegocios, energías renovables, bancos, turismo y minería, entre otros, muestran el mayor potencial
Además de la energía hay sectores conocidos como la agroindustria y otros muy postergados, como las producciones regionales que se perfilan como ganadores en el inicio de la nueva etapa macrista.
En paralelo, expertos hablan de un «revival» para los bancos, además de una vuelta de los instrumentos financieros en pesos.
Ignacio Aquino, socio de Corporate Finance de PwC, considera que hay sectores que ofrecen posibilidades interesantes a la hora de poner fichas. «Hay una falta de inversión importante y apetito de jugadores por entrar al mercado», afirmó.
Camilo Tiscornia, socio de C&T, explicó que «los activos argentinos en general van a ser muy atractivos si el nuevo Gobierno puede estabilizar la macroeconomía y salir del cepo cambiario, entre otras cosas. Si la macro se torna predecible deberían destacarse sectores con ventaja comparativa».
«Las vedettes de 2016 van a ser las empresas farmacéuticas, de tecnología y de alimentos; también el agro y los servicios complementarios», consideró Daniel Varde, socio de Deloitte.
A continuación, los diez sectores que se perfilan con las mayores chances de crecimiento:
1. Trigo
De la mano de las políticas que se espera que aplicará el gobierno de Mauricio Macri, como una devaluación, la eliminación de las retenciones a cultivos y la apertura de las exportaciones, el campo aparece como uno de los más beneficiados. Y dentro de los agronegocios, el trigo podría mostrar una reacción muy positiva.
Horacio Busanello, CEO de Los Grobo, cree que «el área de este cereal va a aumentar como mínimo 50% el año próximo por la baja de retenciones. Eso permitirá acceder al mercado brasileño, que tiene precio preferencial».
2. Energías renovables
En el sector creen que el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, promoverá el desarrollo de las energías renovables con subsidios, como ocurre en otros países.
Y ese será entonces uno de los sectores con mayor potencial y por tanto, más atractivos para la inversión, según La Nación.
3. Bancos
En el último tramo de la administración K, los bancos sufrieron por la caída de los pedidos de crédito, la reducción de la diferencia entre la tasa pasiva y la activa, la fijación de un techo a los tipos de interés por créditos personales, prendarios y comerciales y la contracción de las comisiones.
Pero hay un horizonte alentador para esta actividad. El ratio crédito/PBI, de alrededor de 15%, es de los más bajos de la región, donde ronda el 38%.
4. Instrumentos financieros en pesos
Según Lucas Lainez, de Puente, «hoy los inversores están volviendo al peso, con instrumentos cuya tasa ronda entre 32 y 35% anual».
Hay una clave sencilla para que la moneda local reconquiste el gusto del ahorrista: que la tasa real sea positiva.
Para Ignacio Aquino, socio de Corporate Finance de PwC, «puede crecer la bancarización con una economía más blanca y mayor capacidad prestable».
En el sector se cree que estos instrumentos mejorarán sus rendimientos y se volverán interesantes para ahorristas tanto pequeños y medianos como institucionales.
5. Minería
El nuevo gobierno eligió como secretario de Minería nada menos que a Daniel Meilán, quien ya pasó por esa función y fue el creador de la ley que los empresarios mineros consideran como el mejor instrumento para atraer inversiones.
Meilán, además, se rodeó de un equipo afín y de buena llegada al sector empresario, que tenía muy mala relación con su antecesor, el ex secretario Jorge Mayoral.
6. Servicios públicos
El gobierno de Macri tiene definido aplicar un aumento en las tarifas, primero en las del servicio eléctrico, para recomponer parcialmente los ingresos de compañías como Edenor y Edesur.
Esto podría reactivar al sector. Además habrá una recomposición y un ordenamiento paulatino de los precios de la energía, para que converjan con los globales.
7. Economías regionales
Entre las medidas que plantea el ministro Alfonso Prat Gay figuran una baja de las retenciones, la eliminación de restricciones para exportar y la mejora del tipo de cambio.
Todos los especialistas creen que habrá un repunte casi inmediato de las producciones, desde las de frutas hasta las de granos. La condición es que una depreciación del peso no sea absorbida por la inflación, según La Nación.
8. Hidrocarburos
La Argentina se vuelve interesante para inversores con la intención de comprar a buen precio activos de alto potencial. La mayoría de las miradas apunta a Vaca Muerta. Pero también podría haber novedades en la producción de petróleo y gas convencionales.
Los analistas anticipan un futuro promisorio para cuando se recuperen los precios internacionales del petróleo.
9. Turismo interno
Los economistas afirman que la Argentina tiene enormes ventajas competitivas en el sector turístico.
Entre enero y octubre, las salidas de argentinos hacia otros países aumentaron 14% según La Nación, al igual que los gastos en el exterior.
Son números que podrían cambiar con una devaluación, dado que salir del país resultará más caro.
10. Producción de carne
La actividad viene de un duro golpe: cerraron más de 150 frigoríficos exportadores, con un impacto directo en los niveles de empleo.
Por delante hay una tarea que no es fácil: habría que levantar limitaciones a la exportación y convivir con fluctuaciones de precios.
Una eventual devaluación tornaría la producción argentina más competitiva.