De confirmarse esa cifra, correspondiente a la liquidación del remanente de la campaña anterior, las reservas netas podrían aumentar al menos USD 2.500 millones hacia fin de mes. Sin embargo existen dudas respecto a qué pasará con la cosecha actual, ante la expectativa del cambio de gobierno.
El Banco Central inició el mes con fuertes ventas en el mercado de cambios. Tras acumular un saldo negativo de USD 3.000 millones en el primer trimestre, la entidad arrancó abril desprendiéndose de otros USD 259 millones, resultado negativo que en el mercado prevén se mantendrá en las próximas jornadas hasta que entre en vigencia la nueva edición del dólar soja.
Está previsto que el ministro de Economía, Sergio Massa, anuncie mañana los detalles de la implementación del “dólar agro”, que además de un tipo de cambio diferencial por un mes para la soja, también incluiría a partir de mayo algunas producciones de economías regionales. Sin embargo, en el mercado prevalecen algunas dudas sobre la efectividad de la medida, que resultó eficaz en su primera edición en septiembre del año pasado y algo menos potente a fin de año. El principal interrogante respecto a la tercera edición se basa no sólo en el nivel de tipo de cambio que se ofrecerá, es decir, si será incentivo suficiente para tentar a los productores que aún retienen granos de la cosecha pasada, sino también por el plazo en que se prevé su vigencia, que podría conspirar contra un mayor ingreso de divisas.
Esto porque durante este mes sólo es esperable que ingrese la liquidación del remanente de la campaña anterior, ante la demora por la sequía para levantar la cosecha actual. En este sentido, en el mejor de los casos, podrían ingresar en abril unos USD 4.000 millones, según las estimaciones de los operadores del mercado. Esa cifra fortalecería las reservas en al menos unos USD 2.500 millones.
“Cabe esperar fuertes ventas del BCRA en esta semana corta, dado que las exportaciones de oleaginosas y cereales dejarían prácticamente desierta la oferta en el mercado de cambios oficial”, anticipó ayer la consultora Porfolio Personal Inversiones (PPI), que proyectó el stock de reservas netas USD 2.977 millones tras el giro del viernes pasado del Fondo, las que consideró que “seguirán sufriendo”. Para PPI, recién a partir del próximo lunes se podrá dimensionar el orden de magnitud del tercer dólar “soja”.
Por lo pronto, las expectativas son bastante moderadas y existe algo de inquietud respecto al precio que se convalidará a los exportadores.
“El volumen de liquidación va a depender del precio. En torno a los $300, es un buen tipo de cambio pero no suficiente para generar un cambio radical en el escenario actual. Mi estimación es que se podrían conseguir entre USD 4.500 y USD 5.000 millones, eso es factible pero no una cantidad mayor a eso”, sostuvo el operador de granos del Grupo Romano, Salvador Vitelli. “Que se pueda llegar a liquidar toda la cosecha, con la expectativa que genera un cambio de gobierno y la posible unificación del tipo de cambio, es poco probable. Y suena raro que se extienda sólo en abril, queda mucha soja afuera, que ingresa habitualmente en mayo”, advirtió.
Claro que desde principios de año que en el equipo económico admiten que el “dólar soja” se implementará las veces que sea necesario, con lo cual aunque se confirme que sólo estará vigente en abril, nada impediría que se replique el mecanismo en junio.
En cualquier caso, lo más urgente para el Gobierno es lograr que se vendan las toneladas de grano existentes, estimadas entre 6 y 7 millones. De liquidar la totalidad, el piso de ingreso se ubicaría en torno a los USD 4.000 millones, según PPI. Eso en el caso de que el precio sea lo suficientemente tentador.
“Somos un tanto escépticos de que el productor decida vender a un tipo de cambio solo 44% superior al dólar oficial cuando decidió no hacerlo a primas de 42% y 38% en las primeras dos versiones anteriores, aunque hay que darle la derecha al equipo económico de que en dichas ocasiones supo ofrecer el precio requerido por el mercado”, sostuvo el informe de la consultora cuyo departamento de análisis dirige el economista Pedro Siaba Serrate.
“En caso de venderse las 7 millones de toneladas de soja acopiadas de 2022, el BCRA compraría unos USD 3.800 millones, de los que podría desprenderse al dólar oficial de unos USD 1.100 millones (si vende el 30% de lo comprado como ocurrió en promedio en las dos ediciones anteriores), quedando con un neto de casi USD 2.700 millones. El correlato de esto sería una expansión monetaria de $916.000 millones o 0,6% PBI”, apuntó la consultora, que remarcó la presión que esa emisión monetaria ejercerá sobre los precios y y la brecha cambiaria.