Ganar más o gastar menos. Prácticamente no existe otra fórmula para aquellos que pretenden recuperar el dominio de sus finanzas. A no dudarlo, la peregrina técnica puede iluminar la más agorera perspectiva de las cuentas hogareñas sirve también en el ámbito del gasto público. Lejos de apagarse, el debate por la escasez de dólares en la economía parece ir adoptando nuevas formas. Pasado el acuerdo con China por los que el Banco Central sumó hasta ahora unos u$s 2.300 millones e incorporados otros u$s 1.300 millones del Banco de Francia, la entidad que preside Alejandro Vanoli parece querer aplicar la fórmula más ambiciosa. Sin embargo, hace unos días sorprendió con un parate en la venta de divisas para importadores por 72 horas, dando por tierra con las especulaciones que hablaban de un año sin contratiempos.
Es por esa razón que quienes siguen de cerca los dólares que tiene en las reservas el Banco Central (en poco más de u$s 31.000 millones), vigilan no sólo las divisas que ingresan sino también las que salen. En esta línea, un rubro que ha ido ganando cuerpo con el correr de los meses es el de las ventas de dólar para atesoramiento. El dato duro muestra que en los últimos seis meses, el promedio de dólar ahorro más que se duplicó, al pasar de u$s 193 millones para el período marzo-agosto de 2014 a u$s 461 millones para septiembre 2014-febrero 2015.
En rigor, otro dato es que mientras 2014 la cantidad total de dólares vendida para atesoramiento acumuló un monto de u$s 3.257 millones, si se anualizan las ventas de los últimos seis meses ese concepto podría superar los u$s 5.500 millones para 2015, lo que implicaría un incremento de 68%.
En este sentido el último dato muestra que en febrero, la AFIP autorizó ventas por u$s 500 millones, el récord absoluto de la serie desde que se restableció la venta de dólares para atesoramiento a fines de enero de 2014. Los dos valores más altos de la serie de los últimos 14 meses se ubican en enero y febrero de este año.
En la City explican que el fenómeno del incremento se debe a dos factores. Por un lado, la predisposición del Gobierno a sostener las ventas del dólar ahorro no sólo para descomprimir las presiones cambiarias, sino también para generar mayor oferta en el mercado del blue, lo que ha redundado en que en los últimos 12 meses esa cotización se sostenga siempre en los $ 13, algo inédito en años previos. Por otro, señalan que del lado de la demanda, es cada vez más negocio comprar dólares oficiales debido al atraso cambiario que comienza a manifestarse. Para acompañar esta conjetura, habrá que tener presente que la cotización del dólar ahorro se construye con el valor del tipo de cambio oficial sumado a un 20% de recargo a cuenta del pago de Ganancias. «Como en los últimos 12 meses el peso se devaluó sólo 10% y la inflación se ubicó por encima del 30%, entonces en términos reales el dólar se abarató con respecto al peso», señalan.
Un informe del Banco Ciudad da cuenta de los esfuerzos del BCRA por sostener la venta de dólar ahorro a pesar del menor ingreso de divisas producto de la liquidación: «Mientras la demanda de dólar ahorro continuó muy sostenida en febrero y la liquidación de dólares fue escasa a pesar del mucho mayor alineamiento entre las tasas de interés en pesos (principalmente en LEBAC) y los rendimientos implícitos en los futuros del dólar que debiera incentivar un mayor pase a activos en pesos. Esto forzó al BCRA a restringir la venta de dólares a los importadores para evitar una caída en sus reservas que se mantuvieron aproximadamente estables», sostienen.
A la hora de las prospectivas nadie duda: el Gobierno seguirá vendiendo dólares ahorro porque es prácticamente el único método utilizado hasta ahora que le ha funcionado para sostener el tipo de cambio paralelo en niveles estables.