Los analistas esperaban un octubre movido en materia cambiaria y la premisa se cumple, pero hay una serie de variables que le agregan picante al mercado del blue. ¿Cuáles son?
El dólar blue se disparó $40 este miércoles y llegó a cotizar $850, aunque luego bajó a $843, precio en el que se mantiene. Pese a la moderación luego del salto inicial, ambos son valores máximos nominales y acumula, así, un alza de $43 en lo que va de la semana. Si bien es una dinámica que no sorprende en un contexto electoral, preocupa la posibilidad de que estemos presenciando el inicio de una corrida cambiaria y los analistas de la City detallan las causas de esta disparada.
La búsqueda de cobertura, la incertidumbre por las elecciones y la dificultad para lograr anclar expectativas cambiarias en un contexto de escasez de dólares son algunos de los elementos que están jugando en este momento, en un escenario en el que el mercado ya está pensando en el día después de los comicios, un momento lleno de dudas para el mercado.
Dolarización preelectoral
Lo primero que hay que señalar es que, tal como indica a Ámbito el economista de la Universidad de Avellaneda, Pablo Ferrari, “desde hace muchos años, en los momentos prelectorales se producen tensiones cambiarias”, es decir, una parte de los agentes desarman posiciones en pesos y comienzan a dolarizarse.
En igual sentido, apunta el economista y director de CyT Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, cuando señala que “octubre es un mes clave para el dólar, por el contexto electoral, que, en Argentina, es sinónimo de dolarización y suba de los tipos de cambio, sobre todo, del dólar blue”.
Así, según explica el economista Federico Glustein,»la curva de pesos está totalmente rota y los pesos están migrando hacia el dólar, tanto inversiones como billetes en los mercados disponibles». Así, explica que el llamado «Plan Platita» que implementó Sergio Massa, en su rol de ministro de Economía, como una estrategia de alivio luego de la devaluación, puso más pesos en el mercado y eso impacta en una mayor demanda de divisas.
Dificultad con las reservas del BCRA
El caso de estas elecciones presidenciales no es la excepción, pero, “en esta oportunidad, se suman otras presiones, debido a que, si bien se robustecieron las reservas con el último flujo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central (BCRA) viene comprando dólares gracias a los programas de incremento exportador (PIE), no hay para tirar manteca al techo”.
Explica que esto está agravado en este momento, por un lado, por la dificultad para incrementar reservas que viene teniendo el Banco Central (BCRA), incluso con el dólar soja 4 en marcha, que ahora se renovó y se le agregó el tipo de cambio diferenciado para exportación de hidrocarburos (dólar Vaca Muerta).
Asimismo, Tiscornia menciona que “el tipo de cambio oficial fijo en $350 viene atrasado respecto de la inflación” y eso hace que la brecha con el informal sea aún más amplia de lo que sería en un contexto de crawling peg, por lo que el economista considera que “este combo de cosas va generando una incertidumbre y expectativa muy grande respecto de lo que pueda pasar con el dólar luego de las elecciones”.
Los financieros empujan al dólar blue
Otro punto clave que menciona Claudio Caprarulo, economista de Anlytica, en las últimas semanas se aceleró la suba del dólar CCL, que este miércoles alcanzó los $902 en el mercado y luego bajó levemente hasta los $899. Dado que ese mercado se trata de la plaza en la que operan principalmente las empresas, esa tendencia demuestra que están empezando a reforzar la dolarización de sus carteras.
“Eso se plasmó en el aumento en la tasa de devaluación que reflejan las operaciones de dólar futuro”, explica. Ese mercado es reflejo de la expectativa alcista para el tipo de cambio oficial que hay en el mercado en este momento.
En ese contexto, Caprarulo considera que esta tendencia alcista en los dólares paralelos es un comportamiento lógico ante dos variables de tiempo: el presente, donde el BCRA tiene dificultades para acumular dólares y el futuro, donde se descuenta un cambio de régimen macroeconómico que puede adelantarse, dependiendo del resultado electoral del 22 de octubre.
El «factor Milei»
En sintonía con la mayoría de los analistas, Glustein apunta que “el resultado de las elecciones va a ser determinante en la expectativa de lo que venga para el dólar, por lo que la mayoría de las personas que tienen capital de ahorro e inversión van hacia esa moneda” y considera que hay una cobertura especulativa también porque van a comprar dólares para hacerse un colchón o para estar cubiertos ante una posible devaluación.
En este sentido, Ferrari indica que se suma el “factor Milei” dado que el candidato a presidente que tuvo más votos en las PASO y podría ganar las elecciones generales. “Propone una dolarización con una devaluación abrupta como etapa previa obligada para este fin”, explica. Y eso hace que haya incertidumbre para quienes tienen instrumentos en pesos hacia adelante.
La especulación ante una suba inevitable
Y, por otro lado, algunos actores en la City especulan con que va a haber una suba inevitable del dólar, típico de contextos preelectorales, y por eso van hacia ese tipo de activos, especialmente al dólar blue, como una jugada especulativa de cobertura.
“Al dolarizarse las carteras, muchos que tenían instrumentos en pesos los dejan (por eso muchos han desarmado plazos fijos y se ve una caída de las acciones en el último tiempo y de los bonos) y van hacia el dólar. Hay menos deseo de pesos por una expectativa alcista para la moneda estadounidense”, resume Glustein al respecto.
Lo que sigue para el blue
Para contrarrestar esta situación y las causas de la suba mencionadas, el Gobierno trata de mantener la oferta de dólares firme en el mercado oficial y en los financieros a través del mecanismo que obliga a liquidar parte de las exportaciones de granos e hidrocarburos (el 25%) a través del mercado del Contado Con Liquidación (CCL). Eso podría ayudar a tener algo de calma en ese mercado.
Sin embargo, Caprarulo advierte que “la clave va a estar en el día después de las elecciones” y dependerá mucho lo que pase con los tipos de cambio paralelos de quién quede como el ganador de la jornada y cómo les vaya a los distintos candidatos en la contienda electoral. “Bajar la incertidumbre tiene que ser una premisa para evitar eventos de shock”, apunta.