El tipo de cambio financiero tuvo un leve aumento el viernes pero bajó más de $9 entre el 21 y el 28 de agosto, gracias al efecto canje.
El dólar contado con liquidación (CCL) y el MEP tuvieron una semana atípica y los espera otro similar, debido a la falta de vehículos para este tipo de operaciones. Como gran parte del mercado ya entregó sus bonos ley local por el canje y los nuevos títulos recién comenzarán a cotizar el 7 de septiembre, la plaza perdió liquidez para la dolarización financiera y ambos cayeron en forma contundente. El CCL, que había empezado la semana del 24 de agosto en torno a los $135, la terminó en $125,84. No obstante, tras cuatro ruedas a la baja, el viernes tuvo una corrección al alza de 0,2%.
En tanto, el MEP finalizó en $121,73, tras haber llegado el lunes a $130,33. Además, el blue bajó de $138 a $136 entre jueves y viernes y los dólares oficiales continuaron su depreciación administrada: el minorista se colocó en $78,18 y el mayorista en $74.
“La fuerte caída que tuvo el CCL está influenciada por el canje de deuda. Al haber menos volumen operado, el tipo de cambio financiero presentó mayor volatilidad”, señaló en su análisis semanal Ignacio Solari, de invertirOnline.
Lo que queda por ver es si el Gobierno tendrá herramientas para bajar de manera sostenible la brecha o si, en definitiva, cuando se pase el furor del canje, el contado con liqui seguirá su escalada. Una de las cartas que pareciera guardarse bajo la manga el Banco Central es haber ingresado al canje, como un inversor más, y haber solicitado títulos soberanos en dólares.
“Ahora el Gobierno tiene una tremenda ametralladora para controlar el CCL y el MEP”, afirmó en su análisis online Martín Eduardo Genero, de Clave Bursátil. Y explicó: “Si el Gobierno quería intervenir o tocar el precio del CCL lo que necesitaba era manipular el Bonar 2024, que era el bono más utilizado para estas operaciones. Pero no tenía poder de fuego para hacerlo, porque el Banco Central y Anses tenían bonos desconocidos por el mercado y letras intransferibles que no sirven para hacer CCL, porque no tienen liquidez”.
A partir del canje de bonos viejos por otros nuevos, el Gobierno cambió “la baraja”, según la explicación de Genero. “La baraja nueva favorece la participación del Estado en estos mercados, ya que el Central y la Anses van a tener el bono que madura en el año 2030 y se espera que este sea el título con más operaciones y más liquidez. Y se sacaron de encima bonos basura que no servían para esto. El Gobierno cambió muchos cuatro de copa por anchos de espada”.
En la última semana, el broker Invertir En Bolsa señaló en un informe: “Con los nuevos títulos, equivalentes a USD 7.666 millones (considerando una exit yield del 12%), el BCRA podría vender contra pesos en el mercado y morigerar la presión contra el CCL. A su vez, los pesos obtenidos saldrían de circulación, actuando la venta de estos bonos como una fuente de esterilización no remunerada”. Analistas consultados por Ámbito consideraron que la baja de la última semana estuvo relacionada, en resumen, a una falta de demanda (por no estar disponibles los vehículos más populares para la dolarización) y una expectativa de que el BCRA haga uso de su “ametralladora” en un futuro cercano.
Más allá de estos poderosos instrumentos de corto y mediano plazo para sostener el dólar, gran parte del mercado sigue solicitando al Gobierno medidas consistentes que moderen la presión alcista de largo plazo. “Cuando termine el canje va a seguir habiendo personas queriendo atesorar, va a continuar la pérdida de reservas y va a haber pesos sobrantes que las personas querrán resguardar. Si la política monetaria no muestra algo distinto a lo que se está viendo, mientras que las tasas sigan sin ser atractivas y mientras haya expectativas de devaluación, las presiones van a seguir”, advirtió Julia Segoviano, economista de LCG.
Fuente: https://www.ambito.com/economia/ccl/dolar-el-banco-central-prepara-su-arsenal-anti-brecha-n5129030