El también llamado dólar Bolsa saltó un 4,9% hasta los $105,50, mientras que el CCL avanzó un 3,8% a $108,10. El dólar turista sumó ocho centavos a $96,37.
Tras retroceder fuertemente en junio, a partir de mayores restricciones oficiales, y la expectativa de un acuerdo por la deuda, los tipos de cambio implícitos iniciaron el mes con fuerte alza y recuperaron más de la mitad de la caída registrada en el mes pasado.
El MEP, también llamado dólar Bolsa, -que surge de la compra de bonos o acciones en la bolsa local- repuntó $4,97 (la mayor suba diaria en casi dos meses) a $105,50, luego de acumular una baja del 6,7% ($7,18) en el sexto mes del año, período en el que tocó su valor mínimo desde abril ($100,53). De esta manera, la brecha con el mayorista se ubicó en el 49,6%.
Más moderada fue la suba del dólar Contado con Liquidación -similar operación que el MEP pero que finaliza fuera del país-, que avanzó $3,96 a $108,10, después de hundirse un 8,2% ($9,28) en junio. En consecuencia, el spread con la divisa que cotiza en el MULC volvió a superar el 50% y cerró en el 53,3%.
Fuentes del mercado dijeron a Ámbito que se trata «sólo un reacomodamiento» tras desinflarse fuerte en los últimos tiempos, ya que algunos operadores «lo comienzan a percibir barato con relación al dólar solidario, al quedar muy cerca, más considerando la actual dinámica monetaria».
También, es cierto, que la brecha cambiaria había cerrado junio por debajo del 50% y «podía ser un nivel competitivo para la dolarización de aquellos operadores con perspectivas cautelosas, tanto para la «macro» como la reestructuración», comentó el economista Gustavo Ber a este medio.
Por su parte, Juan Ignacio Abuchdid, presidente Invetir en Bolsa (IEB), comentó a ese diario que «la recuperación del dólar (CCL y MEP) pareciera a priori solamente un rebote dentro de una tendencia bajista de mediano plazo», en caso de que se llegue a un acuerdo con bonistas por la reestructuración de la deuda.
Los tipos de cambio implícitos bajaron con fuerza en el sexto mes del año, debido a la creciente expectativa por un acuerdo sobre la deuda, y la entrada en vigencia de una serie de medidas de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que profundizaron las trabas a la operatoria que permite hacerse de dólares a través de negocios con activos. Además, especialistas remarcan que influyeron también mayores apuestas sobre los activos en pesos, aprovechando la «debilidad» de los dólares bursátiles.
«El comportamiento bajista del dólar CCL que vimos desde la zona de $125 a la zona de $105 responde a una probabilidad creciente que percibe el mercado respecto a la cercanía de un acuerdo con los tenedores de bonos soberanos como principal motivo. En menor grado a medidas restrictivas impuestas por los reguladores como ser parking, de títulos y/o limitar las tenencias de moneda extranjera sobre determinados fondos de inversión», opinó Abuchdid en diálogo con Ámbito.
En ese sentido, el presidente de Invetir en Bolsa (IEB) resaltó que «el primer motivo es un fundamento sólido, mientras que el segundo pareciera que tiene efectos en el muy corto plazo favorables pero negativos en el mediano».
Dólar blue
El dólar blue subió $2 a $128, tras sufrir el martes su mayor caída diaria en casi un mes, según un relevamiento de Ámbito en cuevas del Microcentro.
El billete paralelo cedió en la víspera $3 ante una mayor necesidad de pesos por fin de mes, en momentos en que las empresas -que pueden- deben afrontar el pago del aguinaldo, comentaron fuentes del mercado.
«Junio siempre es un mes demandante de pesos por el tema del aguinaldo», indicó a Ámbito un cambista, quien además remarcó que «probablemente algunos estén anticipando operaciones de venta en vísperas de una cuarentena más rígida, en la cual será más difícil movilizarse».
La última fuerte caída diaria del paralelo se había registrado a principios de junio, cuando pasó de $128 a $124 (2 de junio).
Más allá que desde el inicio de la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno el billete paralelo acumula un salto de $42,50 (el 20 de marzo había cerrado a $85,50), durante junio pasado la cotización del blue mostró una mayor estabilidad, operando en un rango de entre $124 y $129, en el marco de mayores controles en los mercado oficiales.
De esta manera, el billete informal registró en junio una suba del 0,8% ($1), mientras que en el primer semestre acumuló un salto del 60,5%.
Dólar oficial
El dólar «turista» -que lleva el 30% del impuesto PAÍS- avanzó ocho centavos a $96,37, luego de trepar un 4,7% en junio y un 17,6% en lo que va del año, en agencias y bancos de la city porteña, según un promedio de Ámbito.
Por su parte, el dólar minorista culminó a $74,13, seis centavos por encima del martes, en tanto que, en el Banco Nación, el billete cerró estable a $73,50, mientras que en el canal electrónico se vendió a $73,45.
Tal como estaba previsto, el segundo semestre del año comenzó sin cambios en la estrategia de regulación oficial, que mantuvo el ritmo de deslizamiento del tipo de cambio mayorista en línea con el de las jornadas precedentes. En el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), la divisa sumó seis centavos a $70,52, luego de avanzar un 2,8% en junio, en tono con la evolución dispuesta por el Banco Central.
La moneda estadounidense operó demandada durante el primer día del mes, en un escenario de menor volumen de ingresos del agro (que subieron más de 5% a lo largo de junio), lo que exigió la intervención oficial para atender los pedidos de compra autorizados, destinados a atender obligaciones con el exterior. Según estimaciones privadas, el saldo de la intervención oficial habría rondado en unos u$s70 millones de ventas netas del Central.
Los precios estuvieron, como siempre, cristalizados en el rango de regulación del Central sin experimentar variaciones a lo largo de todo el día. «Las intervenciones oficiales fueron determinantes para abastecer los pedidos de compra, supliendo la escasa oferta privada en una rueda cuyo volumen de negocios apenas se mantuvo en el promedio de los últimos días», describieron desde PR Corredores de Cambio. El monto operado en el segmento de contado ascendió a u$s216,5 millones.
«Sin prisa pero sin pausa, los precios del dólar escalan posiciones con un gradualismo que el mercado descuenta, permanecerá invariable por un tiempo más prolongado que el previsto y que tiene como un factor condicionante el progreso de la negociación de la deuda con los acreedores del exterior», comentó un cambista.
A diferencia de lo que había ocurrido en mayo, la autoridad monetaria terminó el mes pasado con un saldo comprador de u$s650 millones, según lo que pudo averiguar Ámbito.
Esto se reflejó en la evolución de las Reservas Brutas Internacionales, que cayeron u$s20 millones para cerrar en los u$s43.223 millones.
Dólar futuro
A diferencia del dólar spot, en el mercado de futuros del ROFEX, los precios operaron a la baja, en especial a partir de noviembre, con caídas del 0,5%. Julio finalizó con una tasa de 34,16% y agosto al 38,10% TNA. Fin de año fue uno de los que retrocedió fuerte, con un cierre a $87,00 (46,61 % TNA), reportó ABC Mercado de Cambios.
En ese marco, el volumen operado fue solo u$s161 millones, mientras que este miércoles las posiciones abiertas bajaron, totalizando contratos por una suma de u$s3.838 millones.
Dólar en la región
Mientras en Argentina subía, la moneda estadounidense bajó frente a las divisas de la región, por un repunte en los precios del petróleo y positivos datos sobre manufacturas, aunque los efectos de la pandemia siguen poniendo cuotas de incertidumbre sobre el futuro de la economía mundial.
La caída de la industria manufacturera mundial mostró señales de remisión en junio, ya que el repunte de la actividad de China ofrecía cierta esperanza de que Asia haya pasado lo peor de la devastación causada por el coronavirus, mientras que el desplome de la actividad de las fábricas europeas se frenó.
Sin embargo, una demanda mundial floja y el temor a una segunda ola de infecciones mitiga cualquier optimismo sobre las perspectivas, y mantendrán la presión sobre los encargados de las políticas públicas para que apoyen a sus economías en dificultades.
El real brasileño ganó un 2,2%, a 5,32 por dólar, mientras que el peso mexicano subió un 0,8%.
A la par, el peso chileno se apreció un 0,9%, el sol peruano mostró un alza del 0,3%, y el peso colombiano un avance del 1,1%.
Más allá de estas subas, las monedas de América Latina entran al segundo semestre del año vulnerables a una nueva depreciación, ante un empeoramiento del cuadro fiscal y temores sobre el avance implacable del coronavirus, mostró un sondeo de Reuters.
El peso mexicano y el real brasileño recuperaron parte de sus pérdidas en mayo luego de desplomarse a mínimos históricos con el brote del virus, pero la breve mejora se disipó el mes pasado y en adelante es probable que continúe la liquidación de las divisas regionales.
El alto costo de la crisis, combinado con un colapso de la recaudación impositiva causada por el histórico declive, han perforado los presupuestos de México y Brasil, presionando a las autoridades que ya enfrentan cuestionamientos por su manejo de la emergencia sanitaria.
En Brasil, la deuda nacional y el déficit del sector público se dispararon a niveles récord en mayo, reflejando el impacto sobre las cuentas nacionales de un segundo mes entero de aislamiento social y cuarentena para contener la pandemia.
«Si persisten un ratio de endeudamiento alto, con bajas de tasas de interés y riesgo elevado, eso alimentará la salida de capitales de Brasil a lo largo de los próximos meses», dijo Alex Agostini, economista jefe de Austin Rating, agregando que él aún espera un retorno a la moderación fiscal pronto.
El real terminaría el año con un alza de 7% desde los valores de esta semana, a 5,10 unidades por dólar, y luego continuaría básicamente sin cambios hasta mediados de 2021. Aún así, varios economistas expresaron un continuo pesimismo sobre la perspectiva de la divisa.