El dólar fortalecido tiene un impacto negativo en los precios de las materias primas, que son un importante motor de crecimiento para los países emergentes
La suba de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU (Fed) ha tenido un impacto significativo en el mundo emergente, incluyendo a Argentina, explica el reconocido gurú financiero Salvador Di Stefano.
El dólar fortalecido tiene un impacto negativo en los precios de las materias primas, que son un importante motor de crecimiento para los países emergentes. Esto se debe a que las materias primas se cotizan en moneda norteamericana, por lo que un dólar más caro hace que sean más caras para los compradores extranjeros.
La disminución del flujo de financiamiento a la región ha dificultado que los países emergentes puedan cubrir sus déficits fiscales y sus necesidades de inversión. Esto ha llevado a una mayor presión sobre las monedas de estos países, lo que ha aumentado el riesgo de devaluaciones.
Impacto en Argentina
En el caso de Argentina, el impacto de la suba de tasas ha sido particularmente severo. El país ya enfrentaba una inflación elevada y un déficit fiscal alto antes de la suba. La emisión monetaria récord para financiar al Tesoro y el pago de los intereses de la deuda ha contribuido a la depreciación del peso argentino. El dólar blue, que es un indicador del mercado informal, se ha disparado. En ese contexto, Di Stefano comparte su receta para hacerse de dólares financiados por el mercado.
Una estrategia ingeniosa, asegura Di Stefano, consiste en adquirir dólares financiados a través del propio mercado. Este enfoque implica la compra de Obligaciones Negociables (ONs) emitidas por empresas locales bajo legislación extranjera. Estos instrumentos financieros pueden proporcionar a los inversionistas entre un 5% y un 10% de rentabilidad en dólares. Se adquieren en el mercado local y la rentabilidad no está sujeta a impuestos sobre las Ganancias si se adquieren a nombre de una persona física. No obstante, sí están sujetas al impuesto a los Bienes Personales.
La estrategia es sencilla: adquirir ONs denominadas en dólares con pesos y que paguen amortización y rentabilidad en dólares físicos. Una vez adquiridas, se procede a garantizar este instrumento, utilizando las ONs como garantía y endeudándose por el 80% de la inversión a una tasa del 100% anual, con el fin de adquirir más ONs.
El objetivo de esta estrategia es aumentar la cantidad de ONs, poseer activos denominados en dólares y pasivos en pesos a una tasa que sería inferior a la posible devaluación del dólar en los próximos meses.
Por ejemplo, si se implementa esta operación en los próximos 90 días, la tasa de interés que podríamos pagar sería aproximadamente del 30%, incluyendo gastos, mientras que el dólar en el mismo período podría aumentar entre un 50% y un 70%. Así, se obtiene ganancia en dólares sin invertir capital propio, solo apalancado en pesos con la inversión inicial.
Sin embargo, como toda operación financiera, tiene sus riesgos. Las ONs podrían depreciarse y sería necesario reponer garantías. Por lo tanto, es fundamental contar con un colchón financiero que permita afrontar estos posibles riesgos.