Las proyecciones oficiales ratifican un sendero de “crawling peg” hasta fin de año, aunque las estimaciones privadas todavía prevén un escenario de mayor devaluación
El Gobierno del libertario Javier Milei está completando sus primeros ocho meses. Entre las medidas económicas que marcaron este primer tramo del mandato, la política cambiaria fue central, de la mano de un “cepo” cuya salida no está definida en el corto plazo.
A un salto cambiario inicial de más del 100 por ciento en diciembre, la administración ultraliberal le fijó al dólar un sendero de apreciación controlada del 2% mensual, el llamado “crawling peg” o devaluación gradual del peso, que según las proyecciones oficiales asentadas en el avance del Presupuesto 2025 -que será enviado al Congreso el 15 de septiembre- se va a mantener hasta fin de año.
Como datos clave, el Presupuesto prevé que el tipo de cambio oficial terminará el año en $1.016, con una inflación anual por debajo del 130 por ciento. Según estimaciones de Aurum Valores, se trataría de un tipo de cambio casi 25% inferior que el que tuvo Mauricio Macri al liberar el cepo a fines de 2015. Incluso se ubicaría 10% por debajo del dólar de la Convertibilidad de 1997.
El Gobierno cuenta con una carta a favor para poder alinear las expectativas de los agentes privados con el sendero fijado en el Mercado Libre de Cambios por el Banco Central, con “mano de hierro” y el cepo vigente. Se trata de la reducción en 10 puntos del Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) para importadores, que pasará de 17,5 a 7,5 por ciento. Esta rebaja ayudaría a reducir aún más la inflación y llevarla al punto de convergencia con el “crawling peg” en el 2% mensual.
“El Gobierno avanzará con una reducción significativa de impuestos, empezando por el impuesto PAIS, un impuesto distorsivo que atenta contra la producción y el crecimiento económico”, afirmó el presidente Milei en el acto de conmemoración de la Revolución de Mayo celebrado en Córdoba. Y el 28 de julio el mandatario afirmó que “en septiembre bajaremos el Impuesto PAIS al 7,5%, y lo eliminaremos en el mes de diciembre”, en su discurso en La Rural.
Sin embargo, las proyecciones privadas todavía mantienen cierto umbral de cautela y se diferencian de las oficiales. Los datos del REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) del Banco Central y los negocios de dólar futuro en Matba-Rofex y MAE (Mercado Abierto Electrónico) dejan todavía margen a una devaluación mayor hacia fin de año, aunque descartan un salto discreto del tipo de cambio como el ejecutado el 13 de diciembre de 2023, cuando el dólar mayorista saltó 118,3%, desde los 366,45 a 799,95 pesos.
El último REM, publicado este martes, indicó que para diciembre el conjunto de participantes de la encuesta pronosticó un tipo de cambio nominal de $1.088,20 por dólar. La variación interanual a diciembre de 2024 según este pronóstico sería del 34,6 por ciento Esto es 85,60 pesos o 7,3% menos que el REM del es anterior.
En tanto, un dólar oficial a 1.016 pesos como el que plantea el Presupuesto significará una suba del tipo de cambio de 25,7% para todo el año en curso, desde los $808,45 del cierre de 2023, unos nueve puntos menos que las estimaciones privadas.
En cuanto al dólar futuro, los contratos operados este miércoles se pactaban a 1.113 pesos para diciembre, por lo tanto incorporan una suba del tipo de cambio oficial de 37,7% para el recorrido del 2024. Esto es 12 puntos porcentuales por encima de la proyección oficial.
“Si bien la situación patrimonial actual del BCRA es claramente mejor a la del inicio de la gestión del actual gobierno, aún no es la ideal para liberar el cepo. No obstante, existen argumentos tanto del lado del activo como del pasivo del BCRA para poder proyectar que su situación patrimonial seguirá mejorando y de esa forma minimizar la probabilidad de un salto discreto del tipo de cambio oficial, al momento de abrir el cepo”, indicaron los expertos del Grupo IEB (Invertir en Bolsa).
Los analistas de GMA Capital observaron que “el esquema actual, Fase 2 del programa de estabilización, no parece brindar tranquilidad a los inversores en el frente externo. La continuación del crawling peg implica una inevitable apreciación del tipo de cambio real, que lleva a un menor incentivo a liquidar por parte de exportadores. Si bien el dólar blend (20% de exportaciones al contado con liquidación) mejora el tipo de cambio de liquidación, también implica una menor oferta en el mercado de cambios oficial, en el que el BCRA puede hacerse de dólares”.
“Asimismo, la reducción del impuesto PAIS a 7,5% prevista para septiembre disminuiría el tipo de cambio importador. El ministro de Economía aseguró que no vendría de la mano de un salto en el tipo de cambio oficial. Esto incrementaría la demanda de bienes y servicios externos, principalmente si la actividad económica acelera su recuperación. Es decir, a la caída de la oferta de divisas se le podría sumar también un incremento en la demanda”, agregaron desde GMA Capital.
“La preocupación a mediano plazo surge por la reducción y posterior eliminación del impuesto PAIS, ya que su crecimiento en los últimos meses ha amortiguado la caída total de la recaudación. Su eliminación implicará una pérdida de recursos equivalente al 1,5% del PIB”, aportaron desde Invecq Consultora Económica.
Para Jorge Vasconcelos, economista Jefe del IERAL de la Fundación Mediterránea, “las variables financieras y cambiarias reflejan incertidumbre acerca de cuál habrá ser el punto de llegada de la actual transición, si dolarización, competencia de monedas o un régimen convencional, de metas de inflación y flotación cambiaria. El punto es que esta indefinición inevitablemente está afectando la toma de decisiones de mediano y largo plazo de las empresas”.