El precio de la divisa varía con volatilidad entre los distintos segmentos de una atomizada plaza cambiaria. Por qué el billete que se vende al público en los bancos dejó de ser el más barato.
El dólar se mantiene como una opción de ahorro muy extendida en la Argentina, a pesar de que el valor de la divisa viene perdiendo la “guerra contra la inflación”, como la definió el presidente Alberto Fernández.
Los analistas hablan de una economía “bimonetaria”: los ciudadanos efectúan sus gastos cotidianos en pesos argentinos, pero en muchos casos, lo que logran ahorrar, lo destinan a la compra de dólares y en esa moneda realizan, incluso, grandes operaciones, como la compra de una propiedad, y fijan los precios de muchos bienes y servicios de la economía. es decir, que hay una moneda transaccional -el peso- y otra considerada reserva de valor -el dólar-.
Sin embargo, no siempre se impone la lógica en la volátil economía argentina. Y en este sentido, los dólares alternativos al “cepo” que llegaron a pactarse en la zona de los $230 a finales de enero hoy son negociados en todas las franjas por debajo de los $200, aún en un marco de aceleración inflacionaria reconocida por los propios índices oficiales.
¿Cuál es el dólar más conveniente para comprar hoy?
La volatilidad de las cotizaciones es el parámetro a seguir para tal decisión. En ese aspecto, el dólar al público en bancos dejó de ser el más barato para un ahorrista, que paga ahora en promedio $193,30, con el recargo del 65% por la aplicación del impuesto PAIS (30%) y el adelanto del pago de Ganancias (35%).
A favor de esta apuesta está su precio, con el “plus” de la posibilidad de obtener la devolución de Ganancias al cabo de un año. En contra está el “cupo”, de solo USD 200 mensuales, además de las restricciones aún vigentes para quienes hayan recibido algún tipo de subsidio o crédito del Gobierno, en el marco de la asistencia social por la pandemia.
En lo que va de 2022, el dólar “ahorro” subió 8,2%, por debajo de una inflación que habría superado el 12% en el primer trimestre
El anuncio de un acuerdo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado 27 de enero significó para la plaza cambiaria una señal positiva que descomprimió los precios de las cotizaciones libres, es decir aquellas que evolucionan sin intervención oficial en base a oferta y demanda.
En ese sentido, más barato que dólar “ahorro” es el llamado dólar MEP (Medio Electrónico de Pagos), una cotización bursátil que es operada sin restricción de monto, en una operación legal y registrada y que habilita a que las divisas queden depositadas en una cuenta en el sistema financiero local.
El dólar MEP, que tocó un récord de $119 el 25 de enero, es pactado este martes a $190 a través del bono Bonar 2030 del canje (AL30D). Como este título es negociado en la Bolsa porteña en pesos y en dólares, simultáneamente, un ahorrista puede hacerse de divisas al comprar el título con pesos y revenderlo después contra dólares. Esta operación cuenta con un “parking” de un día hábil -mínimo de tiempo que se debe tener el título en cartera antes de venderlo-, por lo que la convierte en una opción atractiva.
El dólar MEP, o también denominado dólar Bolsa, consiste en la compra de un bono en pesos para su posterior venta en dólares
Por precio presente, el dólar libre o “blue”, a $196 es por el momento el más caro de todos. Puede comprarse sin tope de monto como ocurre con el “cepo”, pero su “contra” es que las operaciones son informales y al contado, por eso es utilizado por los actores de la economía “en negro” e, incluso de actividades ilegales, para dolarizarse.
Un estatus completamente inusual es el del contado con liquidación, que por su naturaleza suele ser el más caro entre todas estas variantes y hoy es el más barato. Es similar al dólar MEP, pero a diferencia de éste, permite dejar depositados los dólares en una cuenta en el exterior.
En 2022, el precio del dólar libre retrocede 12 pesos o 5,8%
Lo habitual es que dicha exteriorización tenga un sobrecosto y por ello es habitual que sea más caro que el MEP. Pero desde hace una semana, esta condición se revirtió, indicio del ingreso de dólares financieros a la economía doméstica, probablemente para ser invertidos en activos bursátiles y títulos de deuda pública en pesos.
El “contado con liqui” (o dólar Cable) hoy se paga a $189 a través del bono más utilizado para esta operatoria, el Global 2030 (GD30C), cuando había tocado los $236 antes del anuncio sobre el entendimiento con el FMI.