En el mercado se analizó que hasta que no se produzca la colocación de la nueva deuda, puede mantenerse la incertidumbre en la plaza local.
El diagnóstico oficial sobre la brecha cambiaria, en particular la del contado con liquidación, indicaba que quienes generaban ruido en la cotización eran varios de los fondos que habían apostado al carry trade durante el gobierno de Mauricio Macri y quedaron atrapados en el cepo. Eso motivó las trabas a las operatorias comunicadas en septiembre por el Banco Central, decisión que generó más intranquilidad e hizo mover la brecha desde la zona del 70% al 113%. En el contexto de las estrictas regulaciones en ese mercado, la única vía de salida permitida para esos inversores eran las subastas de u$s 1.500 millones anunciadas en junio por la Secretaría de Finanzas, que fueron diseñadas para permitir a los fondos extranjeros “pujar” para quedarse con bonos en dólares a cambio de títulos en pesos. El lunes, en medio de varias semanas de intranquilidad cambiaria, el Ministerio de Economía reconoció a través de un comunicado que las regulaciones estrictas no habían funcionado y que por eso se decidió dar marcha atrás y volver a permitir la operación a todos los inversores que habían sido bloqueados en el mercado de CCL.
A su vez, el Ministerio de Economía definió que se realizaría una subasta de u$s750 millones en noviembre. En el primer día de impacto de las nuevas regulaciones, en el mercado analizaron que, hasta que no se produzca la colocación de la nueva deuda, puede mantenerse cierta incertidumbre en la plaza local. Mientras tanto, el Gobierno tiende puentes con los inversores.
El mecanismo de la subasta fue explicado por el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, cuando se conoció la manera en la que el gobierno buscaba darle una salida “ordenada” a los fondos de inversión extranjeros que no presionara las reservas internacionales. Como contexto, esos días había un mega vencimiento de $130.000 millones del BOTAPO, cuyo principal tenedor era el fondo norteamericano PIMCO. Como Economía tiene margen para emitir hasta u$s1.500 millones este año, Ámbito consultó si evalúan utilizar todo el margen durante 2020, pero las autoridades prefirieron no hacer comentarios al respecto.
Bastourre detalló en junio que aquellos inversores que estén invertidos en títulos en pesos podrán ofrecer diferentes precios en las subastas y, los que hayan ofertado los mejores, podrán canjear sus instrumentos nominados en pesos por otros nuevos en dólares. Los títulos que el Gobierno entregará a cambio tendrán las mismas características que los emitidos en la reestructuración local y tendrán vencimiento en 2030 y 2035. Es decir que, en lo concreto, la salida de la brecha cambiaria será a través de la emisión de nueva deuda en dólares. Estas subastas habían sido anunciadas originalmente para el 7 de agosto, el 29 de septiembre y el 27 de noviembre, pero no se concretaron. Cuando Pesce anunció el nuevo esquema de regulaciones en septiembre, las subastas quedaron como la única opción de salida de los inversores extranjeros. A partir de ese momento y hasta el lunes, el Ministerio de Economía no hizo comentarios sobre las subastas.
Para preparar el terreno y buscar apoyo político, desde el Palacio de Hacienda incluyeron la emisión de los u$s1.500 millones en el Proyecto de Ampliación Presupuestaria, que el oficialismo logró aprobar. Sin embargo, en ese camino, una voz en contra se hizo sentir: Roberto Lavagna había manifestado a través de las redes sociales que “transformar deuda en pesos en deuda en dólares, como se anunció, es un error grave y una anormalidad”. De hecho, el bloque Consenso Federal, cercano al ex ministro, se había manifestado en contra de esta iniciativa.