Más allá de los datos, cuál es la tendencia esperada para el equipo económico y los consultores en 2023; riesgos latentes, el rol del resto del mundo y las expectativas de cambio
El panorama del 2023 lucirá muy desafiante para la economía argentina, con una inflación que según el consenso de los analistas privados se parecerá demasiado a la de este año y un crecimiento económico que no tomará vuelo.
El equipo económico cree que es posible estacionar la inflación mensual “con un 4% mensual” desde enero, a partir del ajuste monetario, fiscal y del programa “Precios Justos”, según contó una fuente oficial a Infobae. Aunque para los consultores la mayor parte del ajuste la está llevando adelante la inflación, Economía sostiene, como lo aseguró el propio ministro Sergio Massa, que en el año electoral no habrá una política expansiva.
Esto facilitaría cumplir las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y sosegar la suba de la inflación, aunque en un marco de desaceleración de la actividad económica.
¿Hasta dónde?: difícil de prever, ya que el propio equipo económico está sorprendido porque pensaba que a esta altura del año el nivel de actividad debía ser menor. Entre inflación y PBI, Economía en el corto plazo prefiere resignar algo de crecimiento para que los precios se tranquilicen y la meta del 60% de inflación del año próximo se torne más viable.
Cabe recordar que el Gobierno proyectó para 2023 un crecimiento del 2% del PBI y una inflación del 60%, mientras que los analistas que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que elabora el Banco Central estiman una inflación del 100,3% y una leve alza del PBI del 0,9 por ciento. En cuanto al tipo de cambio oficial, el Gobierno proyectó $ 269,90 y el REM 319,50 pesos.
ECO GO, el estudio de Marina Dal Poggetto proyecta una inflación del 117,5% y una suba del 87% en el dólar oficial, hasta llegar a $287 en diciembre del 2023. Y creen creen que si la tasa de interés se mantiene en el terreno neutral y la demanda de pesos no cae demasiado -asumiendo que se mantiene el programa con el FMI y Massa sigue como ministro- el cepo puede lograr que el Gobierno “aguante” sin una crisis peor hasta el final de su mandato.
Según Ecolatina, el PBI subirá 1,3% y la inflación 90%, mientras que el tipo de cambio oficial se estiraría a $313, precisó Bruno Bonfanti.
Gabriel Caamaño de Ecoledesma prevé un “crecimiento en línea con el de la población, en torno del 1 o 2 por ciento, siendo optimista; inflación del 100% anual, igual que ahora. Y el dólar, dependiendo del Banco Central, si no se descontrola, con una suba del 90% al 100%, algo por detrás de la inflación”. “Ese es un escenario en el que el Gobierno mantiene las variables y que el mundo acompaña, sin un agravamiento de la guerra en Ucrania”, aclaró el economista en diálogo con Infobae.
Año desafiante
Elisabeth Bacigalupo, responsable de macro de Abeceb, destacó que el año próximo será “desafiante, ya que en el plano internacional, la recesión en Estados Unidos y Europa es cada vez más probable y los riesgos geopolíticos en torno a Rusia – Ucrania, EEUU y China oscurecen el horizonte de cara al año próximo”.
“En el plano local, la estrategia de administración (y no de solución) de los desequilibrios macro sigue encaminada a continuar su curso y será más desafiada por los menores márgenes de maniobra y el ciclo político en un año electoral”, aclaró a este medio la economista.
“Con autoridades que intentarán conciliar las demandas de la política con el objetivo de cumplir con las metas del FMI (para seguir manteniendo a la economía alejada de un umbral de crisis que evapore sus chances electorales), y en ausencia de una estrategia orientada a bajar la inflación, difícilmente la inflación escape de moverse a una velocidad del 5% mensual. “Incluso no puede descartarse que la nominalidad corra por un andarivel algo más alto, del 6% mensual (100% anualizado)”, observó Bacigalupo.
En este sentido, agregó la economista, “la política cambiaria y de cuidado de las reservas en el Banco Central seguirá ocupando el centro de la escena”.
“Esperamos la continuidad de la estrategia “de tres patas” que consiste en: i) intentar devaluar al ritmo de la inflación, ii) mantener tasas reales más altas alineadas con el objetivo de preservar la demanda de pesos y iii) continuar con una minuciosa política de administración de las cantidades de dólares”. Estos ejes se complementarán “con iniciativas de incentivos a que ingresen más dólares que podrían resultar menos efectivas si los exportadores anticipan un viraje significativo de rumbo cambiario post elecciones”, contó la responsable de macro de Abeceb.
“Con alta inflación, restricciones a la importación y un Gobierno casi sin margen para políticas muy expansivas (no hay espacio para “mega Planes Platita”) se espera un magro desempeño para la actividad económica y el consumo el año próximo”, indicó la experta de la consultora fundada por Dante Sica.
Sin eventos de shock
En tanto, el director de Analytica, Claudio Caprarulo, dijo a Infobae que “el escenario base es de un crecimiento de 1,6% para el próximo año”.
“Es optimista en tanto no consideramos un evento de shock en el tipo de cambio; por el contrario en un año electoral la estrategia del gobierno seguramente sea resignar nivel de actividad vía menos gasto público y máximo control de importaciones antes que convalidar una solución vía precio para el mercado de cambios”, aclaró.
A su vez, “la sequía junto con la menor liquidez a nivel global y un menor crecimiento de la economía a nivel mundial también condicionan las oportunidades de un buen 2023. Por caso, casi todos los países de la región crecerán menos que durante este año”, agregó Caprarulo.
Al mismo tiempo, contó Caprarulo, “no hay razones para ser optimistas respecto al consumo. Los trabajadores informales continuarán perdiendo frente a la inflación con el agravante de que la necesidad de bajar el gasto público y la estrategia oficial pone un límite al refuerzo de partidas sociales dirigidas hacia esos sectores, como vimos en los últimos meses”.
De todos modos, afirmó el economista, “la economía continua en un nivel de fragilidad muy alto donde las soluciones que aportó Massa con su llegada ya mostraron su límite”.
“El mejor escenario para el gobierno es mantener cierta estabilidad y evitar el fantasma del 2019: fuerte devaluación y default de la deuda en pesos”. “Al igual que en el último año del gobierno de Mauricio Macri el comportamiento de la economía va a estar muy marcado por las expectativas del mercado sobre el 2024″, concluyó Claudio Caprarulo.