La semana pasada, el Gobierno puso en marcha la intervención en los dólares paralelos para esterilizar los pesos de la emisión que generen las compras en el MULC, con el fin de reducir la brecha. Pero, ¿hasta dónde llegará esa baja?
Mientras el mercado mira con detenimiento las nuevas LEFI que reemplazan a los pases pasivos, en el marco del nuevo régimen monetario, en la otra punta del debate se encuentra un tema que tuvo mucha relevancia la semana pasada: el cambiario. Básicamente, el mercado sigue evaluando las implicancias sobre la intervención en los dólares financieros y los operadores proyectan hasta dónde podría llevar la brecha el Banco Central (BCRA).
Cabe resaltar que el lunes posterior a los anuncios, el CCL con GD30 cayó un 6,6% hasta los $1.319, mientras que el MEP perdió un 7,5% hasta los $1.309. «Con el correr de los días, ambos precios rebotaron hasta alcanzar los $1.330, donde el BCRA intentó poner un techo, por lo que sus respectivas brechas cerraron el viernes en 44% (vs. 53% la semana previa), acumulando en la semana una baja en torno al 6,5%», explicaron desde Cohen.
La búsqueda del Gobierno con esto es clara: cerrar todo tipo de canilla que suponga una emisión y que la base monetaria quede estática. Además de terminar de eliminar los pases pasivos también logró, la semana pasada, reducir casi un 80% los puts con los bancos.
Bajo este contexto, el mercado se pregunta: ¿hasta dónde prevé el Gobierno esterilizar los pesos, vendiendo al CCL, y cuál es la brecha mínima que tiene en mente.
Gurúes de la City opinan sobre la medida para achicar la brecha
Para Econviews, la canilla de emisión por la compra de dólares es una de las «más problemáticas». «Esta medida apunta a esterilizar los pesos que se emitan para adquirir divisas. El punto correcto que tiene el equipo económico es que, con cepo, el exportador no necesariamente cuando vende dólares aumenta la demanda de pesos. De ahí la necesidad de esterilizar. Pero esto debería cambiar una vez que se salga del cepo porque eso sería ignorar la demanda de pesos». Así explicaron la complicación que tiene el Palacio de Hacienda.
Para esta consultora, el problema estuvo en que al mercado no le gustó o, en palabras de algunos integrantes del equipo económico, «no nos entienden». «Bajar la brecha era en realidad el objetivo y algo cedió: de 55% a 43%. Pero a un costo de mayor riesgo país y nerviosismo en el mercado de bonos», especificaron desde Econviews.
Por su parte, para FMyA del economista Fernando Marull, la brecha antes de los anuncios rozó 60%, «un nivel que compromete el plan económico y que dificultaría una potencial unificación del mercado cambiario».
«La amenaza de la posible intervención del BCRA ayudó a bajar el CCL en los primeros días de la semana, incluso sin necesidad de vender reservas, y la brecha volvió a niveles más tolerables, de 40%. Recién en la rueda del miércoles se registraron operaciones del Central en el paralelo; la entidad acompañó a la oferta, sin defender un precio máximo«, analizó Marull.
A su vez, desde la consultora 1816, plantearon un escenario dónde esta medida tiene éxito y, al respecto, sostuvieron: «Es posible, pero hay dos problemas: 1) que el Gobierno debe convencer al mercado que mantendrá el rumbo actual en el corto/mediano plazo, más allá de lo que termine haciendo; 2) el mercado, que hace 2 meses tenía en precios un escenario compatible con un “soft landing” de las restricciones cambiarias sin devaluación (brecha apenas por encima del Impuesto PAIS e inflación ‘breakeven’ en torno a 3% mensual a fin de año), ahora «no la ve» (brecha de 42% post anuncio de intervención, inflación implícita cerca de 4% mensual)».
Brecha cambiaria: hasta dónde bajaría
Desde Grupo IEB, en su informe semanal, explicaron que, con el Banco Central interviniendo la brecha, puede volver el «carry trade» con instrumentos en pesos, ya que proyectan que el Gobierno iría a una brecha cambiaria que oscilaría en una banda entre 35% y 45%.
A su vez, Jorge Vasconcelos, vicepresidente de IERAL de Fundación Mediterránea, dijo en su último análisis: «En el corto plazo, lo que vale es el precio del dólar libre, ya que si supera cierto techo (¿$1.300?) se presume que aparecerá oferta en el CCL del lado del Banco Central. Y si hubiera pulseada con el mercado, se habrán de deteriorar a mayor ritmo las reservas netas».
Para Vasconcelos, al Gobierno sólo le queda redoblar la apuesta, ahora en un doble sentido: que la inflación efectivamente converja a la pauta cambiaria del 2% mensual y que las últimas medidas logren una reducción consistente de la brecha cambiaria.