Las monedas de los socios comerciales se debilitan justo cuando el Gobierno intenta retrasar al dólar para paliar la inflación
La pausa que se tomaron los mercados bursátiles de todo el mundo en las últimas semanas complica la estrategia del ministro de Economía, Martín Guzmán, de apostar a ponerle un tope a la inflación a través de la reducción del ritmo de avance del dólar oficial. El miedo que generó en los inversores el repunte de la tasa a 10 años de los Estados Unidos empujó a la baja al real brasileño y a otras monedas emergentes. Aunque la Argentina esté desconectada del mercado internacional por los controles de cambio, el fenómeno vuelve más costoso al esquema oficial para frenar a la inflación local.
El dólar sube hoy 1,03% frente al real brasileño, 0,96% frente al peso mexicano y 0,27% frente al sol peruano. El movimiento del día, apenas computadas las primeras operaciones de la rueda, puede revertirse en cuestión de minutos. Pero sigue a una nueva tendencia entre las monedas emergentes que consiste en la depreciación de sus valores antes perspectivas de un fortalecimiento del dólar estadounidense a nivel global.
En las últimas semanas los mercados de todo el mundo se tomaron una pausa de la explosiva recuperación que vivieron luego del coronacrash del primer trimestre del año pasado.
Wall Street y otros mercados de referencia avanzaron durante meses hasta alcanzar nuevos récords nominales históricos como resultado de una combinación de factores. Después del golpe del coronavirus, la rápida investigación para llegar a una vacuna, las perspectivas de un rebote y las intensas políticas de estímulo de los Gobiernos y bancos centrales de los países desarrollados explicaron tanto el optimismo como el avance nominal de los precios.
Pero el fogoneo de los bancos centrales empezó a generar dudas en las últimas semanas cuando los rendimientos de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos saltaron a su mayor nivel en un año a pesar del compromiso de la Reserva Federal de los Estados Unidos de mantenerlos bajos a fuerza de compras.
Tecnicismos aparte, lo que frenó a los mercados fue el temor a un resurgimiento de la inflación en los Estados Unidos que fuerce a la Fed a revertir su política de estímulo y, con ello, potencialmente hacer reventar la burbuja que muchos creen ver en acciones de empresas tecnológicas, acciones “meme” y hasta criptoactivos.
“Nuestro seguimiento de alta frecuencia de los flujos hacia las acciones y los bonos de los mercados emergentes ha pasado a ser negativo, por lo que la luna de miel que comenzó tras los titulares positivos de las vacunas en noviembre ha terminado, lamentablemente. Nos encontramos en una repetición del taper tantrum de 2013, con unas tasas de interés estadounidenses más altas que pesan sobre los flujos hacia los mercados emergentes”, escribió el economista jefe del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), Robin Brooks, en su cuenta de Twitter.
Flujos de salida de capitales desde países emergentes implican la venta de activos en moneda local y su cambio por divisas, para poder concretar el “vuelo a la calidad” (rebalanceo de parte de las inversiones a activos más seguros en países centrales que ofrecen ahora rendimientos más atractivos). Así, ese movimiento se sintió en los mercados de monedas.
“Todas las divisas [emergentes] han bajado en la última semana, encabezadas por el real brasileño (…). El aumento de las tasas de interés a largo plazo en Estados Unidos debilita las entradas de capital en los mercados emergentes. Si los precios de las materias primas comienzan a debilitarse, esto se pondrá muy mal”, agregó Brooks.
El real brasileño se depreció 5,05% en los últimos 30 días y 8,23% en el año según datos de Bloomberg. Compara con un 2,62% del peso argentino en el mercado formal el último mes y del 6,67% en el año. Como tendencia recién empieza, pero de profundizarse puede ser un dolor de cabeza para Guzmán.
“Guzmán reafirmó que planea un tipo de cambio controlado, y que ahora avanza en torno al 1,5% que contra una inflación del 3% es una apreciación importante. Sobre todo con esta suba de tasas que hace que el resto de las monedas emergentes se están depreciando y, las más importantes para nosotros por la relación comercial, como el real brasileño, se están depreciando más”, dijo Francisco Mattig de Consultatio.
“Vos lo que tenés que cuidar es tu tipo de cambio en comparación con Brasil, China, con quienes comerciás. Y si te apreciás eso te debería redundar en una brecha cambiaria mayor. Aunque todavía es algo incipiente, nosotros no estamos tan negativos respecto de la suba de tasas a nivel global, pero sí es algo que te va a complicar”, agregó Mattig.
Si el dólar oficial se atrasa ya no sólo frente a la inflación local sino a movimientos de monedas emergentes que se profundicen se puede generar un fenómeno muy destructivo, con más incentivos para que los argentinos intenten dolarizarse a través de importaciones y consumos en el exterior y menos saldo comercial que apuntale las reservas.
“Si se profundiza te rompe toda la cuenta corriente”, dijo Juan Manuel Pazos de TPCG en referencia a la cuenta que computa la entrada y salida de divisas por pagos de comercio y servicios. “Para nosotros sería muy mala noticia”, agregó.