En momentos de incertidumbre es difícil saber en qué conviene invertir: dólares, Lebac , acciones o inmuebles son algunas de las opciones. Aunque pareciera que el tipo de cambio está estabilizándose, aún no está claro a qué nivel llegará en el futuro cercano. Por eso, en un marco de alta volatilidad, varios especialistas consultados por LA NACION recomiendan resignar rendimiento y optar por opciones más tradicionales con un objetivo claro: ganarle a la inflación.
¿Lebac antes que dólar?
El primer impulso de quienes tienen unos pesos extra del aguinaldo es comprar dólares, pero hoy las Lebac se mantienen como una opción sólida para no solamente resguardarse de la inflación, sino hacer rendir el dinero a corto plazo. «En su retorno, pueden servir para pagar las vacaciones o la compra de un mueble, por ejemplo. Garantizan estar de cinco a diez puntos por encima de la inflación si se mantienen con esta tasa», apunta Mariano Sardans, CEO de FDI Gerenciadora de Patrimonios.
Lo importante, añade, es aprovechar este nivel de tasas: no es seguro que se mantengan tan altas, dice, por la llegada del dinero del FMI y el anuncio de recategorización de la Argentina a mercado emergente, dos hechos que liberaron un poco la presión sobre el dólar.
Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, también prefiere las Lebac por encima del dólar. «La tasa subió al 47%, lo que equivale a una tasa mensual del casi 4%, muy por arriba de la inflación». Además, advierte que con un dólar ya tan alto es improbable que vuelva a subir, y en tal caso, uno se perdería del rendimiento que dan las Lebac. De todos modos, en un contexto de semejante volatilidad, para disminuir el riesgo, recomienda diversificar la inversión en ambas monedas.
Eduardo Ganapolsky, presidente de Proficio Investment, recomienda otro instrumento en dólares con la misma seguridad que las Lebac: las Letras del Tesoro (Letes). Son una inversión conservadora con tasas atractivas, dice, pero hay que tener cuidado porque, al no haber un mercado secundario para ellas, tienen menor liquidez que un bono corto, que en cualquier momento se puede vender en la Bolsa. «Son buenas siempre y cuando no debas tocar la plata en 180 días», advierte.
Matías Rajnerman, coordinador de análisis económico de Ecolatina, apostaría por el dólar. Su argumento es que si aumenta solo 0,50 centavos en un mes, esa suba sería superior al rendimiento mensual de las Lebac. «En momentos de incertidumbre, lo importante es no perder y el dólar, como reserva de valor, luce más seguro que las Lebac para el corto plazo», dice.
Bonos, ¿dolarizados o pesificados?
Los aconsejados en esta coyuntura son los bonos en dólares de las partes corta o media de la curva, sostiene Jackie Maubré, directora de Cohen SA. Recomienda dos en particular: AY24 (Bonar 2024) y DICA (Discount 2033). «Hay que mirar más allá de este tsunami cambiario, que ya da signos de tener un techo -apunta-. El riesgo país de la Argentina volverá a la normalidad en el mediano plazo, momento en el que también se espera una recalificación de la deuda soberana».
En el mismo sentido, Ganapolsky apuesta por los bonos en dólares ante un escenario de volatilidad en la economía internacional por episodios como la suba de tasas de Estados Unidos y las elecciones en Brasil, que podrían complicar la economía local este año. Detalla que el Bonar 2020 tiene un rendimiento del 5% anual, el Bonar 2024, del 6,5% anual y el DICA 2033, del 8,5% anual.
«Los bonos en dólares están baratos y hay una oportunidad -dice Sardans-. Pero para el minorista volcarse a este instrumento es caro, porque la clave es reinvertir los intereses que cobrás cada seis meses, algo que los fondos hacen automáticamente sin pasar por comisiones altas». Hay que tener en cuenta la volatilidad, añade, porque eso hace que no sean líquidos en el corto plazo.
Las acciones seducen
El anuncio de recategorización de la Argentina abre buenas perspectivas a mediano plazo para las acciones argentinas en Wall Street y el Merval. Sardans explica que en Estados Unidos se considera un plazo de cinco años para poder recuperar el dinero invertido en acciones, pero que en la Argentina ese plazo se extiende hasta los ocho años y medio. «Si lo que se invierte es plata de emergencia, que se necesitará ante un imponderable, entonces no se puede poner en acciones», detalla.
«Este anuncio abre las puertas a que ciertos fondos inviertan en acciones de empresas argentinas, por lo que estas deberían ir subiendo en el tiempo», agrega Tiscornia.
Ganapolsky proyecta un año de buena rentabilidad, sobre todo en papeles grandes como Banco Macro, Banco Galicia y las energéticas como Central Puerto o Pampa Energía. Las acciones de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) también son atractivas porque serán las que canalicen el flujo de fondos al mercado local, añade.
Las propiedades, un negocio aparte
Sardans pone en tela de juicio a las propiedades. Asevera que en momentos de estrés económico tienen problemas en la venta. «Esto pasa ahora: tenemos que vender inmuebles de nuestros clientes y no se puede, por lo que se convalidan caídas del 20%», resalta.
La incertidumbre con respecto al tipo de cambio hace que sea «un pésimo tiempo para la compra un departamento porque no sabes cuánto vale al momento de efectuar la operación», comenta Tiscornia. «Además con tasas tan altas, los créditos se encarecen, por lo que tampoco es conveniente endeudarse con un préstamo», dice.
«La elevada incertidumbre que hay hoy no es un buen síntoma para embarcarse en gastos en monedas que pueden encarecerse. Por ejemplo, alguien que cobra 20.000 pesos, en abril tenía alrededor de 1000 dólares y hoy no son más de 700; si se hubiera endeudado en moneda dura, debería lo mismo con un 30% menos de ingresos», sostiene Rajnerman. El economista prevé que, producto de que la incertidumbre desalentará algunas operaciones, se podrán observar bajas de precios en los próximos meses.
Con respecto al crowdfunding inmobiliario, el financiamiento colectivo para propiedades al que se podría acceder con un aguinaldo, el CEO de FDI dice que está idealizado. «Cuando se analiza una inversión hay que mirar la tasa, el riesgo y la liquidez. Esto último falta con este instrumento: si entrás como minorista, cuando querés salir, es difícil que haya alguien que te compre tu participación», agrega.