En los próximos días los exportadores deberán realizar fuertes liquidaciones que impactarán en la cotización. El Central podría aprovechar para intervenir y recuperar reservas
En el primer día del funcionamiento del «paraguas cambiario» sucedió exactamente lo que esperaba el Gobierno: el Central ya no tuvo que intervenir para impedir un salto del tipo de cambio. Al contrario, la falta de demanda provocó una caída que se fue acelerando con el paso de las horas. En el cierre, el dólar mayorista había pasado de más de $59 el viernes a clavarse en $56, una merma superior al 5%. Pasó lo mismo con el minorista, ya que el tipo vendedor del Banco Nación finalizó a $57 tras haberlo hecho a $61 al cierre de la última semana, y de abrir a $63 en la mañana de ayer.
La prohibición para que las empresas demanden dólares con fines de atesoramiento «limpió» el mercado y no hubo quién saliera a ponerle un piso. La capacidad de compra de divisas por parte del público es limitada y tampoco es significativa la demanda de divisas para viaje. En cuanto a las operaciones de comercio exterior, el mercado es actualmente superavitario en más de USD 1.000 millones mensuales.
Pero a estos datos relacionados con el flujo de oferta y demanda de dólares se suma otra cuestión que tendrá relevancia clave en los próximos días: los exportadores están obligados a liquidar todas las divisas que venían manteniendo en el exterior. Ese stock se aproxima a los USD 10.000 millones y debería ingresar en forma inmediata al mercado. Semejante suma representa una oferta adicional que debería provocar fuerte presión bajista en los próximos días.
Por lo tanto, el escenario que ayer por la tarde veían más probable los operadores del mercado cambiario es que el dólar oficial se ubique cómodamente por debajo de los $55 en la cotización mayorista. La incógnita es qué terminará haciendo el Banco Central en ese escenario. No se puede descartar que la entidad que preside Guido Sandleris salga a ponerle un piso a la cotización, con intervenciones con compras en el mercado.
En ese caso, el BCRA tendría la posibilidad de comprar dólares a un precio bastante menor al que estuvo vendiendo en las últimas dos semanas, a precios que oscilaron entre los $57 y los $59. Claro que en caso que optara por salir a comprar al mismo tiempo inyectaría pesos al mercado, aumentando la base monetaria. Sandleris ya reconoció que se está renegociando con el FMI la meta trimestral pactada para septiembre, ya que se produjo un exceso respecto a lo que figura en el acuerdo.
El titular del Central señaló durante la conferencia de prensa brindada ayer que el mercado cambiario recién comenzó a acomodarse a las nuevas normativas. Además de hacer referencia al escaso volumen por ese motivo, agregó respecto a la tendencia bajista que «esperamos que se mantenga así en los próximos días». No aclaró, sin embargo, qué haría en caso de que se profundice la caída del tipo de cambio.