El dólar mayorista superó los $ 60 por primera vez en tres meses y operadores creen ver que empieza a moverse con la inflación. China y Estados Unidos firman hoy su fase uno del acuerdo comercial. Aún así, Wall Street señala un arranque bajista. La deuda bonaerense golpea al mercado local
El dólar oficial se desliza
El dólar en el mercado mayorista empezó a mostrar señales de vida esta semana después de haber estado anestesiado por duros controles de cambio desde inicios de septiembre. La divisa superó los $ 60 por unidad en ese mercado ayer, un nivel que no tocaba desde octubre, como resultado de un repunte en la demanda que coincidió con las turbulencias que generó en el mercado el anuncio de una propuesta de postergación del pago de un bono de la Provincia de Buenos Aires.
El movimiento de la divisa mayorista interrumpió las compras de dólares con las que el Banco Central recompone sus reservas internacionales desde que el 28 de octubre se instauró un cepo reforzado. Al igual que el lunes, cuando se desprendió de unos USD 60 millones para acotar el aumento de la cotización, el Banco Central debió salir ayer martes con posturas vendedoras por unos USD 50 millones en la plaza mayorista, donde la divisa cerró a $60,06, el precio más alto desde el pasado 14 de agosto.
El deslizamiento fue leído por algunos operadores como un posible comienzo de ajuste al alza de la divisa permitido por la autoridad monetaria para evitar que la inflación todavía alta atrase al tipo de cambio.
Los problemas bonaerenses arrastraron a los bonos soberanos
La situación financiera provincial profundizó la incertidumbre de un mercado que tiene por principal motor las definiciones que se van conociendo alrededor de la esperada renegociación de la deuda soberana. Como resultado del anuncio bonaerense de la propuesta de postergación de uno de sus pagos, que fue leída en clave nacional por parte de los inversores, los bonos soberanos terminaron con bajas de entre 0,5% y 2% entre los distintos plazos. Esto con un riesgo país que volvió a subir 0,8%, unos 25 puntos, para ubicarse en 1.854 puntos.
Las idas y vueltas alrededor de los pagos de la Provincia de Buenos Aires dominan por ahora una semana que viene siendo bajista para las emisiones de deuda. Con todo, aunque el mercado toma coberturas los precios siguen lejos de sus peores niveles de 2019 y no hay un derrumbe.
Las noticias bonaerenses también contagiaron al resto de los bonos provinciales, que cayeron entre 0,5% y 2%. Mientras tanto, el Bono Buenos Aires 2021 cuyo pago del 26 de enero próximo quedó en duda, perdió 5%.
Las acciones se plegaron a las bajas
De la mano del tono negativo que vive el mercado, las acciones de empresas argentinas no fueron ajenas a las bajas. El índice S&P Merval de la Bolsa porteña perdió 1,5% en dólares, como resultado de una baja del 0,9% acompañada por un repunte del dólar contado con liquidación.
Respecto de las variaciones de la jornada, lo más destacado fue la suba del sector de materiales básicos con Aluar (8,28%) y Ternium (5,63%) a la cabeza. Por el lados de las bajas sobresalieron las caídas de Cresud (-4,43%), Transportadora de Gas del Sur (-4,39%) y Transener (-4,21%).
El movimiento de ayer llevó al índice líder de la Bolsa porteña a caer en números negativos en lo poco que va del año. Pasó a mostrar un rendimiento acumulado en enero del 0,1% en pesos.
Estados Unidos y China firman acuerdo comercial
La guerra comercial entre Estados Unidos y China entrará en una nueva fase más tranquila hoy, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el viceprimer ministro chino, Liu He, firmen un acuerdo comercial inicial que tiene como objetivo aumentar enormemente las compras chinas de productos manufacturados, bienes agrícolas, energía y servicios de Estados Unidos.
El acuerdo de “Fase uno” pone fin a 18 meses de conflicto arancelario entre las dos economías más grandes del mundo, que ha afectado a cientos de miles de millones de dólares en bienes y ha sido el principal motor de los vaivenes de los mercados bursátiles de todo el mundo. Trump y Liu tienen previsto firmar el documento de 86 páginas en un acto en la Casa Blanca ante más de 200 invitados.
La pieza central del acuerdo es una promesa de China de comprar USD 200.000 millones adicionales en bienes estadounidenses durante dos años para reducir el déficit comercial bilateral de EE.UU. que alcanzó su punto máximo de USD 420.000 millones en 2018.
El acuerdo canceló los aranceles estadounidenses planeados para los teléfonos celulares, juguetes y computadoras portátiles fabricados en China y redujo a la mitad la tasa arancelaria al 7,5% para aproximadamente USD 120.000 millones en otros productos chinos, incluyendo electrónicos y calzado, pero dejará en vigor un 25% de aranceles para un vasto conjunto de USD 250.000 millones en productos industriales y componentes chinos utilizados por los fabricantes estadounidenses.
Wall Street cae antes del acuerdo
Las acciones tienen un día difícil en Europa, mientras que los futuros de los índices de acciones de Wall Street retroceden debido a que con la firma del acuerdo en puerta los inversores encuentran dudas en la letra chica del pacto y motivos para tomar ganancias desde niveles récord.
El índice Stoxx Europe 600, que agrupa a las principales acciones del continente, anota un leve retroceso. Las acciones en la mayor parte de Asia cayeron en medio de los informes de que una franja de aranceles sobre China se mantendrá por ahora. La baja de los futuros de Wall Street señaliza un inicio bajista para la rueda de la Bolsa de Nueva York.
Apenas unas horas antes de que se firme el acuerdo de la primera fase con China en Washington, surgieron detalles que están amortiguando el apetito de riesgo. El acuerdo deja en vigor los aranceles sobre casi dos tercios de las importaciones estadounidenses procedentes de China hasta por lo menos las elecciones presidenciales de noviembre, y también castigaría a Beijing si no cumple las promesas relacionadas con su moneda, la propiedad intelectual y la balanza comercial. No se fijó un plazo para las futuras conversaciones, lo que dejó a los inversores inquietos sobre las futuras relaciones entre las economías más grandes del mundo.