El gobierno insinúa a las grandes empresas que recurran al liqui. Pero hay un sobrecosto del 60%, ya que cotiza a $ 13,45. Debido a las nuevas trabas, en el oficial, subiría aún más
El gobierno le insinúa a las multinacionales que tienen urgencia por importar insumos que recurran al contado con liquidación (CCL), que es un medio legal y transparente, al punto que ya mueve más de u$s 100 millones por día”, revela el dueño de una importante sociedad de bolsa, en estricto off the record. El problema es que el tipo de cambio implícito cotiza a $ 13,45, lo que representa un sobrecosto del 60% con respecto al dólar oficial de $ 8,40.
“Parece que se quiere hacer una suerte de desdoblamiento cambiario de facto, que en término de cuidar las reservas no está mal, y además te controla el tipo de cambio, pero puede llegar a pegar fuerte en tema de inflación y nivel de actividad”, revela otro agente bursátil.
La expectativa es que, con el nuevo tope a las importaciones, más empresas deban recurrir al CCL, lo que provocará un alza en el precio, que puede impulsar también al blue.
Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores de la Argentina, advierte que la nueva medida implicará mayores restricciones y menores insumos para la industria: “Esto aumentará los costos y provocará pérdida de competitividad a nivel internacional, con la consecuencia pérdida de puestos de trabajo”.
“El problema hoy, ante esta situación, es por la balanza comercial, ya que el 72% de lo que ingresa por importaciones está destinado a la producción de la industria exportadora. En consecuencia, si aumentás el costo de los insumos, le quitás competitividad a las exportaciones, ya que el sobrecosto se debe trasladar al precio, por lo que terminarás perdiendo mercado y afectando directamente la mano de obra”, alerta Ponce.
Según relata, hasta julio había una suerte de acuerdo tácito de cada empresa con la Secretaría de Comercio, que asignaba un cupo de acuerdo a los antecedentes como importador, pero en agosto dejó de cumplirse.
Sucede que el Banco Central, que tiene “pisadas” las importaciones de las multinacionales y sólo autoriza pequeños giros de las pymes, al punto que la deuda que tiene con los importadores alcanza u$s 4.500 millones (de los cuales u$s 2.500 millones son de automotrices), según la Cámara de Importadores de la Argentina. “Con el agravante de que los plazos de pagos promedio con el exterior antes eran de 110 días, pero desde el default hay quienes exigen pago al contado o incluso por adelantado”, señala Ponce.
Norberto Delfino, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, indica que este escenario de dificultades en la provisión de insumos importados va a perdurar por varios meses: “Esta carencia de insumos pone a muchas empresas contra la espada y la pared, ya que no hay insumo más caro que el que no se tiene. Por lo tanto, a veces deben pagar un sobrecosto del 60% al hacer contado con liqui con tal de mantener viva una línea de producción, poder cumplir un contrato con un cliente o conservar el prestigio”.