Los expertos consideraron que el tipo de cambio real está un poco atrasado, es que toman como referencia el fuerte retraso de un año atrás que derivó en una crisis cambiaria. Por eso es que lo que preocupa no es la situación actual, sino que esta tendencia se acentúe en el tiempo.
Como el dólar sigue débil, surge la pregunta sobre si es posible que vuelva a estar atrasado. La inquietud nace de lo que se vivió el año pasado: el tipo de cambio estaba atrasado, y con el envión de un escenario adverso en el exterior, la cotización se disparó 100%.
«Está un poco retrasado, pero nada que ver con los niveles de retraso previos a la crisis año pasado», sostuvo el director de Orlando J. Ferreres y Asociados Fausto Spotorno.
Federico Furiase, director de Eco Go, también se rerió a esta diferencia: «El tipo de cambio real se viene atrasando, pero desde niveles muy altos luego de la crisis cambiaria. Tras tocar un techo de 1,95 (base 1 = diciembre de 2001) en septiembre de 2018 con la crisis cambiaria, el tipo de cambio real bilateral con el dólar hoy se ubica en torno a 1,55: 55% mejor que la foto del final de la convertibilidad, 40% mejor que la foto de noviembre de 2015 (la herencia del kirchnerismo) y 32% mejor que la foto de diciembre de 2017 antes de la crisis cambiaria».
En tanto, Nery Persichini, gerente de inversiones de GMA Capital, utilizó el tipo de cambio real multilateral para medir el atraso del dólar. «Tenemos el mismo tipo de cambio real multilateral (TCRM) de hace un año, justo antes de que se desatara la última fase de la corrida. En el último mes, el TCRM se apreció más de 7%; pero creo que más que el nivel del TCRM, hay que mirarla velocidad de apreciación», advirtió el experto.
Al mirarlas cuentas externas, Persichini sostuvo que el país «está mucho mejor en exportaciones, resultado comercial y saldo de cuenta corriente», dado que el déficit de cuenta corriente alcanzó 6,1% del PBI en septiembre de 18, mientras que se redujo hasta 4,6% en marzo de este año. «Me siento cómodo con el dólar económico; con el financiero no tanto, pero eso no deja de ser una visión positiva de corto plazo», agregó.
También Furiase opinó sobre el dólar financiero: «El problema es el tipo de cambio financiero, y la alta tasa de interés que tiene que pagar el Banco Central para mantener el dólar estable y que los depositantes no se vayan al dólar, frente a un contexto de incertidumbre política que pasa factura en riesgo país y en el mercado de cambios».
Alvaro Di Carlo, nancial manager en Hit Cowork, «el tipo de cambio real no llega a esta tan retrasado como antes de la corrida cambiaria, pero el peso se apreció un 42% desde septiembre de 2018. Teniendo una tasa de devaluación muy por debajo de la inflación es inevitable que esto suceda, ya que el tipo de cambio real es el precio relativo de los bienes entre diferentes países midiendo así el poder adquisitivo».
Por eso que es el especialista subrayó que hay que recordar que el dólar esta amesetado producto de las altas tasas de interés que alimentan en el carry trade y que el dólar se mueve por saltos, por ende, si la tendencia actual sigue y no comienza a deslizarse el tipo de cambio «en algún momento el mercado tomará nota y se verá un salto cambiario».
Miguel Zielonka, director de Econviews indicó que es muy difícil saber cual es el punto de equilibrio para el tipo de cambio nominal, «especialmente con la volatilidad que tenemos nosotros en todas las variables», no obstante, expresó: «En mi opinión, me gustaría que el tipo de cambio nominal acompañe al nivel de inflación. Si se mueve menos, nos vamos volviendo cada vez más caros en dólares y eso es un problema».
Para Ailin do Pazo Glave, analista Asset Management de Criteria, el dólar «no podrían definirse como atrasado porque todavía existe un colchón respecto a cuando la situación de la Argentina se complicó». De todos modos, reconoció que está en niveles más apreciados que los que se veían en febrero y marzo de este año.
«Si tomamos en el tiempo un nivel del tipo de cambio real multilateral y si se considera el nivel de la cuenta corriente en proporción a nuestro PBI (CC/PBI), podría otorgarse rangos asequibles y parciales al tipo de cambio de hoy», dijo do Pazo Glave, e inmediatamente ejemplificó: «Un caso sería, tomar todos los momentos donde la CC/PBI fue superavitaria, y también, deficitaria pero no más de un -2,5%. Bajo este escenario, llamémoslo competitivo, nos diría que un tipo de cambio actualizado a hoy debería estar en torno a $ 52 por dólar. En cambio, en aquellas situaciones donde la CC/PBI fue deficitaria en más de -3%, un contexto que llamaremos “atrasado”, se podría considerar a valores de hoy de $ 33,5».
En su último informe la consultora ACM mencionó que «para diciembre se espera que el tipo de cambio llegue a los $ 50,20 por dólar y que este valor para n de año implica una devaluación del 32,5%, porlo que concluyó que «el mercado espera un tipo de cambio real con un poco de atraso en 2019».
Restará ver de cuánto será ese atraso, y cómo será el reacomodamiento. Según Mariano Sardans, Ceo de la gerenciadora de patrimonios FDI, hay dos condiciones que mantendrían débil al tipo de cambio local, en primer lugar la contención oficial por tratarse de un año electoral, y en segundo, porque a nivel externo, las monedas duras están débiles: «Al ser un año electoral, hay una especie de seguro, ya que el gobierno no va a dejar que el dólar se escape mucho más. Por otro lado, los grandes bloques económicos, Estados Unidos y la Unión Europea, están bajando sus tasas, debilitando sus monedas, lo que hace que las monedas emergentes se estén apreciando.